CIUDAD Y BUHONERÍA
Hay que formalizar a la buhonería, sanearla
de mafias y vicios, redefinir sus productos, distribuirla espacialmente, organizarla
como un sistema productivo popular, desde la manufactura, transporte,
almacenamiento, hasta su venta final. Establecer requisitos integrales para su
funcionamiento, mercancías y calidad de los productos. Habría que censar a los
que la ejercen y limitar su cantidad. Así como acordar su reubicación y regular
su actividad según el plan a formular.
Un ejemplo a considerar en lo espacial,
para eliminar de las aceras, calles y esquinas, los kioscos fijos y las ventas
móviles tipo perrocalenteros, empanadas, jugos de naranja, entre otros, sería mudarlos
a espacios apropiados tanto construidos como abiertos.
Entre los primeros, estarían las plantas
bajas de los edificios de la Misión Vivienda, residencias estudiantiles, el
Sambil La Candelaria, terminales de transporte, estadios, canchas, mercados,
edificios institucionales, educativos, asistenciales.
Entre los segundos, los parques, plazas y
espacios públicos de dimensiones generosas. Como en los futuros Parque Bolívar
en la antigua base aérea de La Carlota y Hugo Chávez en La Rinconada. En el
paseo desde La Plaza de las Tres Gracias hasta la Plaza Los Símbolos, a lo
largo de la UCV. La ciudad tiene muchos rincones y lugares que pueden ser ventajosos
para reubicar a kioscos y vendedores ambulantes, pero en condiciones estables,
higiénicas y con servicios sanitarios, entre otros.
La idea es dispersarlos en la ciudad en
sitios donde sean viables y necesarios. En una residencia estudiantil como
punto de comida o zapatero, en un centro comercial como “feria” de comidas
criollas, no franquicias de comida chatarra, en un parque como ventas de jugos
naturales, helados, artesanías, comidas, etc.
Otra idea, complementaria, es realizar
mercados de flores, artesanías, libros, antigüedades, comidas, frutas,
legumbres, ropa, corotos y un largo etcétera, en calles, bulevares, plazas y
parques, emblemáticos, en días y horarios limitados.
Un enfoque como este permitiría formalizar,
reorientar y reubicar a la venta callejera, articularla con entes y autoridades
nacionales y municipales para asesoría, impuestos, control, seguimiento,
legalidad y normativas, ordenarlos, regular su operación. También eliminaría
peajes y manejos dolosos de ciertos funcionarios.
En fin, transformarla en una vasta red
comercializadora de la producción criolla y artesanal, repartida por toda la
ciudad. Ésta recuperaría sus calles, aceras y bulevares, para lo que deben ser:
para caminar y disfrutar. Así como para la movilidad en emergencias propias de
toda concentración urbana y más si es zona sísmica y con lluvias torrenciales.
EL CASCO CENTRAL DE CHACAO
Alberto Urdaneta
Esta parte del Municipio ofrece una diversidad de productos y
servicios difícilmente presentes en otro espacio urbano continuo: repuestos de
todo tipo, artículos del hogar, ferreterías, panaderías, zapaterías hasta
ortopédicas, quincallas, cafés, kioscos restaurantes, talleres diversos,
heladerías, artículos de electricidad, de informática, quiropedistas y pare de
contar.
Chacao era un núcleo urbano compacto, separado de Caracas. Con
el tiempo se integró y de manera pujante contribuyó al desplazamiento del
centro económico y financiero de la capital hacia el este. Se formaron
urbanizaciones como Campo Alegre, La Castellana Altamira, Los Palos Grandes,
áreas residenciales de baja densidad, de buen diseño, hoy muy intervenidas,
desnaturalizadas, con cambios de zonificación abruptos, dándoles otro contexto.
El casco ha sido relativamente poco intervenido y deformado, más
bien descuidado, poco atendido, olvidado, dejado al azar. Se trata de un área
especial, digna de mantener, de conservar, con algunas de sus edificaciones ya
patrimoniales. Se ha convertido en un área difícil de llegarle, sin
estacionamientos, calles angostas, llenas de vehículos estacionados y aceras
poco transitables. Debería ser una zona especial, espectacular, para andarla a
pie, de compras, con buenos estacionamientos, aceras cómodas, algunas calles
solo peatonales, hasta bulevares, con buena iluminación, cafés para detenerse a
conversar, también comer en restaurantes existentes de diversos tipos.
Vale el rescate y su transformación, no el olvido. Hay que
reunirse con comerciantes y habitantes y resolver en conjunto el quehacer
correspondiente a tan significativa área urbana que no debe seguir al traste.
No aparece en los planes de los candidatos a alcalde o alcaldesa. Parece
mentira. Ojalá quien esté decidido a transformar el municipio, salga electo,
tome la iniciativa y en acuerdo con autoridades metropolitanas, nacionales y
con los habitantes, como debe ser, lleve adelante esta tarea que enaltecería a
Chacao.
¡Barbaries urbanas nunca mais!
Tomás de la Barra
Con ese título el foro de transporte del
Brasil GTDU celebró la demolición, que comenzó este noviembre, del Elevado da
Perimetral en Río de Janeiro. Ya no existe. Era una importante vía elevada
construida en los años 50, de 5.5 Km, con dos canales por sentido que recorría
la costa entre el puerto y la ciudad.
El principal argumento para su demolición
fue su aspecto y su condición de barrera visual entre las edificaciones y el
mar. El alcalde se las jugó para rescatar los espacios a nivel de peatones,
malogrados por la serie de grandes columnas y estructuras de concreto que no
dejaban ver el cielo.
Además de la demolición de esta enorme
estructura, se está construyendo una remodelación total del área portuaria,
llamada Porto Maravilha, con amplios paseos peatonales, jardines, ciclo vías y
edificios culturales y recreacionales y el Museu do Amanha, un museo del
futuro, diseñado por el famoso arquitecto español Calatrava.
En muchas ciudades del mundo se están
demoliendo los elevados para rescatar los espacios públicos. Aquí como que
vamos al revés. No se deben construir elevados que mancillen la escala humana,
que impidan el disfrute de espacios amplios y limpios. No sólo se debe detener
la construcción de nuevos elevados, sino que se deben demoler algunos, como el
elevado de Los Ruices y de Las Mercedes, para citar sólo dos ejemplos en
Caracas, y el elevado de Las Delicias en Maracaibo, una auténtica barbarie
urbana.
Este es el elevado que ya no existe
Este viaduto de 5,5 Km fue dinamitado
Esto es lo que se está construyendo, un espacio para disfrute de todos, no sólo de los carros
El Museo del Mañana, dseñado por Calatrava
Sin las columnas se disfruta del aire y del cielo