Caos Urbano ¿Hasta cuándo alcalde?
Oscar Andrés López
Hechos: Esta semana se cumplen dos meses de
la agresión continuada de un grupo de individuos contra el paisaje urbano y
contra los vecinos de Colinas de Bello Monte, en su entrada principal, la Av. Caurimare.
Esta agresión consiste en: destrucción de árboles y mobiliario urbano; remoción
de alcantarillas y colocación de árboles, muebles y objetos cortantes para
impedir el paso vehicular; impedimento del paso del Metrobus (¡dos meses!) y de
otros medios de transporte público; amedrentamiento a personas que estén, o
parezcan estar, en vehículos de instituciones del Estado, llegando en algunos
casos al uso de bombas molotov, con
capuchas para ocultar la identidad.
Estímulo al caos urbano: Ha ocurrido un deterioro
severo de los espacios públicos: Destrucción física, suciedad, caos vehicular. Estas
acciones son actos de delincuencia y otras llegan a ser sin duda acciones terroristas
porque se usa la violencia para tratar de alcanzar un objetivo. Sorprendentemente,
las agresiones ocurren en presencia de la policía de Baruta. Ello obviamente genera
impunidad y es un poderoso estímulo al grupo violento para continuar su
accionar. Adicionalmente, se promueve la intervención de la Guardia Nacional la
que sería respondida con piedras y molotov
y dejaría un saldo de víctimas.
¿Por qué? La barricada se ha mantenido por
dos meses; sin embargo, en un 90% del tiempo durante las últimas semanas, no
hay personas allí presentes, pero las barricadas no son removidas por el
municipio ¿Por qué? Ya no es un problema de control de manifestaciones, sino de
rescatar el espacio urbano destruido, garantizar la convivencia e intercambio
vecinal en los espacios públicos y la movilidad urbana para estudiar, trabajar,
curarse, proveerse de alimentos, entre otras necesidades básicas, que evidentemente
sí son de la competencia de la alcaldía.
Recomendaciones al alcalde: Permitir que su
policía, que es nuestra policía, del municipio como un colectivo, actúe en
defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos; b) reponer las
alcantarillas y el mobiliario urbano destruido; c) permitir el libre tránsito;
d) devolver la tranquilidad a los vecinos y a los numerosos trabajadores que
deben ingresar a la zona. ¿Hasta cuándo tenemos que continuar los vecinos sufriendo
las consecuencias de la inacción del alcalde ante el insignificante grupo de
violentos?
Entrada a Colinas de Bello Monte |
EL SALUDANTE
Alberto Urdaneta
Entre los delirios de grandeza del Ilustre
Americano, Antonio Guzmán Blanco, independientemente de las acciones y obras
positivas que ejecutó, además de acuñar monedas con su efigie y la de Bolívar,
una al lado de la otra, estaba el hacerse estatuas. Uno de esos monumentos fue
colocado entre el Capitolio y la Universidad, hoy Palacio de las Academias, en
la calle entre las esquinas de San Francisco y Las Monjas. Una estatua
ecuestre, Guzmán aparecía montado a caballo, vestido de militar, con el sombrero
en la mano derecha extendida. De allí el nombre que se le puso. Los que
protestaban su gobierno, llenaban de mierda, todos los días, el sombrero. Ante
lo repetido de la acción, decidieron llamar al escultor y pedirle que cambiara
el brazo derecho de la estatua, poniéndolo hacia arriba, como si el personaje
fuera a ponerse el sombrero. Así se hizo y permaneció por años, hasta ser
derribada.
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