miércoles, 5 de junio de 2013

AyB 343 - 04 Octubre 2012

AyB 343 - 04 Octubre 2012








RIESGO = AMENAZA X VULNERABILIDAD



Cada vez crece más la pertinencia y conciencia, sobre estos temas, debido a la histórica exposición del país ante terremotos y lluvias torrenciales. Por ello en Aceras y Brocales le abrimos las puertas a quien viene aportando su granito de arena en el tema de riesgos, al ingeniero Francisco Garcés. Esperamos así continuar con una de las metas de esta página, que es la de tratar temas vitales para el desarrollo armónico de las ciudades. Nunca olvidemos que estas son la expresión física de la sociedad que las genera. Por ello, entre otros aspectos, hay que garantizar la óptima respuesta colectiva ante los eventos naturales, antes, durante y después de sus impactos. Pero leamos los planteamientos de nuestro colaborador de hoy.
 
1 “El riesgo (R) nos dice que tan expuestos estamos ante una situación. Ese término es usado comúnmente en distintos campos profesionales, como el médico, económico e ingenieril. En general, los índices de riesgos tratan de establecer cuan seguro es un lugar, acometer una operación, o la posibilidad de éxito de la tarea a emprender.

2 Por supuesto que muchos de estos índices son manejados de manera interesada para favorecer o perjudicar, personas o países. Tal es el caso de los económicos, donde algunas calificadoras de riesgo, de manera interesada y con preconceptos ideológicos establecen valores que favorecen o perjudican naciones.

3 En ingeniería Sísmica, hablar de riesgo nos lleva a introducir dos conceptos fundamentales, la amenaza y la vulnerabilidad.

4 La amenaza (A) sísmica es propia de una región y establece el potencial que tiene la ocurrencia de un evento sísmico; depende de las características de las fuentes sismogénicas y la sismicidad histórica. De manera objetiva podía establecerse que la amenaza sísmica del estado Sucre (la más alta del país) es superior a la del estado Amazonas donde la amenaza cuantificada en nuestra norma es cero (COVENIN 1756).

5 En cambio, la vulnerabilidad (V) depende de la actividad humana, de cuan segura es la infraestructura construida (edificios, casas, puentes, etc) y de lo preparado que estemos para afrontar un sismo. La combinación de la amenaza (A) y la vulnerabilidad nos dice el riesgo (R) ante un evento sísmico, matemáticamente se establece que R = V X A. Es claro que este concepto también se extiende a otros eventos como inundaciones, huracanes, deslizamientos, entre otros.

6 No existe sociedad que no sea vulnerable a un evento, y aún más ante uno de tipo sísmico. Por supuesto que la calidad de la infraestructura y planes asociados a enfrentar la amenaza disminuye el riesgo. Es decir, una zona con alta amenaza sísmica, pero con una infraestructura sismorresistente y una población adiestrada ante la amenaza, puede tener un riesgo menor que una zona de menor amenaza sísmica pero de mayor vulnerabilidad de sus construcciones y gente.

7 El modelo de desarrollo impuesto durante el siglo XX en nuestra patria, transformó un país de una importante actividad agrícola a uno basado en un modelo rentista petrolero. Se crearon grandes centros poblados, pasando de un país eminentemente rural a uno urbano. Las ciudades crecieron, y así también el riesgo de sus pobladores, ante sismos, lluvias y otros eventos. Amanecimos en el siglo XXI con un enorme pasivo en muchas áreas; social, económica, educativa y sanitaria por solo por citar algunas.

8 Urbanistas, ingenieros y arquitectos pusieron gran esfuerzo y conocimiento para crear una parte de la ciudad con servicios, infraestructura y viviendas adecuadas para las personas que pudieran pagar el costo que el sistema de mercado establecía. Este sistema capitalista dejó por fuera a una gran mayoría que tuvo que subir cerros, fabricar casas en pendientes pronunciadas y terrenos inestables, subiendo sus materiales, pobreza y con ellos su esperanza, para hacer sus casas, no siempre con el mejor criterio técnico.

9 Recientes eventos extremos como las lluvias de 2010 y 2011 (las más intensas de los últimos 50 años) puso en evidencia lo vulnerable de parte de nuestra población ante estos acontecimientos. Es allí donde se genera un compromiso de gran envergadura, en la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), programa que propone dar vivienda a más de 2 millones de hogares.

10 En su año inicial la GMVV ha logrado dar vivienda a más de 200.000 hogares. Esta misión, que se llevará a cabo en menos de una década, es el programa de reducción de riesgos más grande del mundo. Significa dar vivienda segura a más del 30% de la población.

11 La ubicación de las nuevas viviendas en lugares estables y seguros, la cuantificación adecuada de las amenazas naturales y la aplicación correcta de las normas de construcción asegura que el objetivo de satisfacer la necesidad de vivienda de nuestra gente va acompañado de la reducción sustancial de su vulnerabilidad. Este esfuerzo sostenido requiere de la constante preparación de los profesionales, la innovación y certificación de sistemas constructivos y la planificación de ciudad.

12 Otros países han emprendido programas importantes de reducción del riesgo, pero ninguno de la magnitud que envuelve la GMVV. Es la oportunidad que tiene el socialismo de cambiar la herencia capitalista en las ciudades, la oportunidad de hacer que la vida de nuestra gente se desarrolle en una ciudad con servicios, educación, salud y trabajo. La oportunidad que volvió 200 años después”.


La precariedad y su vulnerabilidad

El nuevo y seguro hábitat popular


POLÍTICA URBANA


ü  Hace poco nos referimos a la urbanización del sureste de Caracas como un despropósito urbano. Señalábamos en particular al municipio El Hatillo, pero se repite en otros municipios de la capital y del país.

ü  Hoy destacaremos sólo un detallito que propicia ese dislate que impunemente caracteriza a muchísimas intervenciones urbanas privadas. Se trata de la respuesta de un funcionario municipal ante la controversia interna sobre el plan de ordenamiento urbano. La referida autoridad dijo: “Yo ni soy político ni me interesa la política. Soy arquitecto y esto es un desgaste demasiado grande" (EU 10/9/2012).

ü  ¿Qué esperar cuando uno de los más destacados responsables del urbanismo local niega con insólita simpleza su función política? Pues solo se puede fiar en que las puertas están libres para el voraz negocio inmobiliario, con la alcahuetería de entes locales y hasta nacionales, extendiendo los problemas ambientales, y los déficits de equipamientos y servicios, a las nuevas zonas del sureste. Hasta los riesgos ante eventos naturales no serán exclusivos de los pobres, también de los otros. Esto acentúa el fracaso de la planificación y gestión urbana tradicional, donde la avidez comercial ha colapsado a la “mitad mejor de la ciudad" y la otra mitad, en crisis permanente con ligeros paliativos.

ü  Es momento de controlar los procesos urbanos con una política integradora y nacional, que oriente la gestión local y le haga seguimiento riguroso. Basta de dispersión y anarquía (municipal) en el manejo de uno de los bienes esenciales del país: la tierra y su potencial para construir ciudad. En 2013 tiene que iniciarse una compleja y audaz estrategia de ocupación del territorio y de desarrollo de las ciudades, para beneficio colectivo y no de pocos y poderosos intereses mercantiles.

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