lunes, 27 de mayo de 2013

AyB 342 - 27 Septiembre 2012

AyB 342 - 27 Septiembre 2012






FAJA NUESTRA

Una vez más, el gobierno se “juega a Rosalinda”, como lo hizo desde sus inicios y el año pasado con la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV). Ahora es con la Faja Petrolífera del Orinoco, la cual es, quizás, el mayor reto del país en estos tiempos. Allí se materializará, en un territorio casi virgen, lo que se entiende y desea como socialismo. Seguimos con ese tema a través de algunas propuestas básicas, las cuales tendrán pertinencia si son adelantadas con el poder y “saber cimarrón”. Veamos algunas.

Plan rector integral. El cual precisaría los enfoques y criterios cardinales para regir toda actuación, en la Faja, en cada área, micro región o poblado. Dichas pautas enmarcarían la gestión pública y privada, los proyectos petroleros, no petroleros, de infraestructura, urbanos y de vivienda.
Equipos transdisciplinarios. Para ejecutar, supervisar y controlar, las políticas y planes, formulados por el ente superior de la Faja. Se sugieren en dos ámbitos geográficos. Uno por cada área de las cuatro que la conforman. Serían unidades de coordinación y control. Y los equipos locales de proyecto, ejecución y seguimiento, en cada poblado o grupo de ellos, que deben radicarse en los propios pueblos. Habrían entonces tres niveles coordinados de decisiones, con alcances definidos y operando dentro de la Faja según sus funciones.

Decisión vital. Dictar los instrumentos normativos, oportunos y adecuados, para transformar el régimen de propiedad, uso, valor, vocación y demás características de la tierra en toda la Faja. Este es un aspecto fundamental en la nueva realidad.
Nuevo alojamiento inmediato. Mediante un programa de asistencia técnica y crédito favorable, incluyendo subsidio, para que la familia que lo desee, y sea viable, amplíe su actual casa. Estas ampliaciones serían residencias a disposición en muy corto plazo para los empleados y trabajadores de la industria petrolera y no petrolera, por un tiempo a fijar. En un futuro serían para hijos, alquilar, vender, posada, etc. Sería una vía para densificar ordenada, deseada y racionalmente a los actuales poblados y dotar a sus comunidades de ingresos adicionales.

Servicios comunitarios. Junto al anterior programa debe aplicarse otro similar, para que las familias beneficiarias del mismo y vecinas, construyan y equipen, espacios rentables en sus parcelas, para restaurantes, lavado de ropa, y otros servicios locales, para atender a los nuevos migrantes.
Nuevas ciudades. Lo conveniente, en un inicio, es que no se prevean grandes ciudades. Por el contrario, la ocupación urbana debe enfocarse, mediante asentamientos racionalmente extendidos según los poblados existentes y “acorde con la historia sociocultural de la región”, como bien lo expresa Mario Sanoja.

Nuevas urbanizaciones. Además de insertarse dentro del plan rector de los poblados, deben concebirse como extensión natural, integrada y complementaria de la estructura urbana existente. Sin sobresaltos. Las nuevas escuelas, centros de salud, parques, sistemas de basura, etc., y las redes de agua, energía, drenajes y cloacas, deben satisfacer los requerimientos de la nueva población y también las carencias y déficits actuales. Pero aún más notable es que en dichos equipamientos deben mezclarse la nueva y la actual población.
Diseño urbano. El proyecto de los conjuntos de viviendas, debe estimular la participación y organización comunitaria. Las familias se agruparían según sus nexos socioculturales y en número conveniente para compartir, administrar y mantener, los espacios, equipamientos y servicios. Jamás repetir lo que llamamos el “orden cerrado” de muchas urbanizaciones, por ser monótonas, ineficientes, costosas y anti comunitarias.

Industrializar la vivienda. La construcción es una actividad multiplicadora de una amplia diversidad de procesos productivos como la manufactura, transporte y comercialización de insumos y materiales, servicios complementarios, mantenimiento, etc. Ello genera una variada gama de centros productivos a escala comunal, que le daría a la región una alternativa de empleo permanente y estable al trabajador local y al que después de la construcción de la infraestructura petrolera y no petrolera, pueda y quiera quedarse.
Tecnología nuestra. La enorme demanda constructiva en la faja, y por un largo período, es un tremendo laboratorio para probar los sistemas constructivos disponibles. Más aún, desarrollar nuevos acorde con la naciente estructura ideológica, económica e industrial del país. La participación de empresas venezolanas en la construcción de infraestructuras y edificaciones en la Faja, inducirá a un fortalecimiento de la nueva realidad constructiva-tecnológica-industrial nacional. Lo cual se potenciaría, si algunas tecnologías foráneas en uso en la GMVV, son adaptadas a nuestra realidad para formar parte de la nueva tecnología nuestra: “venezolana, colectiva y emancipadora”, como se planteó en el recién concluido 1er Congreso Venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Finalmente, esto es sólo un apretado extracto para invitarles al debate constructivo. La Faja es la más colosal oportunidad del país para transformarse y mejorar. Es demasiado importante para verla sólo como una fuente de recursos. Lo que está de por medio es, sin duda alguna, la forma cómo se materializa en la práctica concreta el proceso de cambios hacia el socialismo nuestro. ¡Adelante!

Pueblo tradicional (Pintor Luis Barón)

NAVEGACION FLUVIAL

1 Con satisfacción vemos retomar la navegación fluvial. Años atrás tuvo papel significativo. Baste mencionar que el Puerto de Nutrias sobre el río Apure, en el estado Barinas, tenía rango internacional.

2 La navegación para transporte de carga y de pasajeros por el Orinoco fue decayendo hasta llegar a realizarse solo para minerales exportables. Esfuerzos de reactivación con el Eje Orinoco-Apure, tuvieron alguna importancia, sin mayores avances.

3 Hoy vemos decisiones y hechos para reactivar esta importante vía de comunicación. Venezuela tiene miles de kilómetros navegables, en ríos como el Orinoco, Apure, Portuguesa y otros. La ruta, fundamentalmente este-oeste, comprende los estados Táchira, Apure, Barinas, Portuguesa, Cojedes Guárico, Amazonas, Bolívar, Anzoátegui, Monagas y Delta Amacuro, 11 Estados con conexión fluvial navegable, expedita para transporte de carga y de pasajeros.
4 El transporte fluvial es entre 3 y 5 veces más económico que por ferrocarril o por carretera. Es menos contaminante, moviliza mayor número de empleos y reactiva una cantidad considerable de comunidades ribereñas, bastante relegadas.

5 El dragado, acondicionamiento de puertos, entrenamiento de personal y barcos propicios, recientemente adquiridos, que se levantan sobre un colchón de aire, permitiendo navegar con poca profundidad de calado y a mayor velocidad, son muestra del reciente impulso.
6 Nueva era para la navegación fluvial, significativo incremento, como parte del desarrollo vinculado al grandioso Eje Orinoco. Vendrá el turismo. Cruceros con naves acondicionadas, nos llevarán por ríos a parajes extraordinarios, a nuestros pueblos, visualizando sus características en costumbres, gastronomía, folklore, artesanía, balnearios. Turismo nacional e internacional de gran calidad. Alberto Urdaneta.




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