lunes, 13 de mayo de 2013

AyB 327 - 14 Junio 2012

AyB 327 - 14 Junio 2012






ACTITUDES INSÓLITAS

Todo el que opina sobre asuntos públicos hace política o politiquea. Depende del fin que persiga. Cuando un gobernante no hace, critica al adversario que si realiza y ofrece lo que no ha cumplido, eso es politiquear. Lo vemos hoy.

La oposición al actual proceso de cambios ha asumido su apelativo literalmente y sin reflexión alguna. Es oposición y punto. Está en contra de todo. El que cocina es cocinero, no puede ser poeta ni arquitecto. El opositor se opone. No puede apoyar, ni hacer crítica constructiva. Sólo obstruir contra viento y marea. ¡Ni pensar en colaborar! ¡Vade retro, Satanás!
Eso explica el descabellado rechazo, por ejemplo, a una concretera en La Carlota, futuro parque Bolívar, en Caracas. No así a las regadas por la ciudad en grandes obras colectivas o privadas. Las concreteras han estado, desde que existen, en toda construcción de cierta magnitud, especialmente en las privadas, por disponer este sector de mayores recursos financieros para usarlas. Y nunca se les opusieron en la cuarta ni en la quinta.

Hoy, las concreteras de La Carlota son un riesgo horroroso. Pero las privadas no. Hoy, las viviendas para las familias pobres y damnificadas, que se están construyendo en terrenos en “engorde”, están colapsando los servicios urbanos. Pero los cambios de usos y de zonificación, en los municipios del este de Caracas y de otras ciudades, sobre densificando sectores sub servidos, como por ejemplo Los Palos Grandes en Chacao, en Caracas, esos no afectan nada.
Las nuevas viviendas destinadas a grupos populares, están destruyendo a Caracas. Pero las densificaciones arbitrarias, de acomodaticia legalidad, en Chacao, Baruta, Sucre y El Hatillo, y la retahíla de residencias, “malls” y esperpentos arquitectónicos, en las extensas y melancólicas colinas del sureste, nada que ver. Están “mejorando” la calidad ambiental de esas tierras de “monte y culebra”. Eso creen.

Tienen que erradicar la actitud opositora per se. Sacudirse el rol de antagonistas crónicos y convertirse en constructores de una alternativa mejor que la actual. Aunque eso es imposible fuera del actual proceso de cambios. Como hemos dicho anteriormente, cuando se ha tomado el camino correcto, aún cometiendo errores vamos hacia el destino deseado. Pero por el camino equivocado, a pesar de los éxitos aparentes, se conduce al precipicio, al vacío, al desastre.

LOS MUDOS Y LA GRAN MISION VIVIENDA

Como los cálculos del número de viviendas construidas en 2011 por el Gobierno, para calificarlo de fracaso y dudar del cumplimiento de las metas, se le vinieron estrepitosamente abajo con el ritmo que ha tomado este año la Gran Misión, arremeten contra el giro que se les ha dado a las fábricas de cemento y de cabillas. No se pasean por los acaparamientos, sabotajes, retardos de distribuidores y comercializadores, por empresarios que estafaron a compradores. Critican la velocidad alcanzada en la construcción. ¿Qué será lo que no critican? Alberto Urdaneta.

Carta del Barrio. Carolys Pérez dice que en el barrio León Droz Blanco, en la Parroquia San Pedro, municipio Libertador del Distrito Capital, no sólo se impulsa el debate de la Carta del Barrio sino que la propiedad de la tierra es colectiva. La política de regularización de tierras urbanas impulsada por la Revolución, contempla la Carta del Barrio, instrumento para el debate constructivo desde la historia local hasta el Plan de Desarrollo de la poligonal en la cual estén contenidas las viviendas a las cuales se les beneficia con el Título de Propiedad de tierra. En las grandes ciudades, se pueden sumar estas cartas y construir la Carta de la Comuna para alimentar el Plan de Ordenamiento Urbano Local con una visión inclusiva y participativa de la comunidad, autoridades por votación popular así como las del Estado. Para darle a la política de regularización de la tierra, una visión más allá de lo financiero. Ratificar lo que verdaderamente es: una política para la construcción de hábitat y Buen Vivir. Es importante que no se maneje a la ligera el "requisito" de la Carta del Barrio para el título de tierra urbana, y se posicione en su justo lugar con la concurrencia de quienes pueden aportar conocimiento, experiencia y sapiencia en el fortalecimiento y mejora del hábitat en nuestros barrios; para evitar así que el fin último sea irse de allí. ¡En el barrio se puede vivir bien!
“La arquitectura de la pobreza no justifica la pobreza de la arquitectura” Fruto Vivas.

Bicicletas. Muchos pueblos y ciudades del país, aún mantienen, a duras penas, el uso de la bicicleta para ir a la fábrica o al colegio. En bicicletas, bodegas y boticas, repartían a domicilio. La dinámica urbana extranjerizante, del norte consumista, centrada en el vehículo privado destruyó cultural y económicamente todo tipo de movilidad diferente a él. El impulso a las bicis que se observa en estos momentos en Caracas, debe potenciarse y extenderse a otras ciudades. Puede ser un vigoroso medio de transporte en cortas y medianas distancias. En los pequeños poblados de regiones en desarrollo, como la Faja Petrolífera del Orinoco, la bicicleta y la moto, deben ser los medios de movilización prioritarios seguidos por el transporte público. Prescribiendo, culturalmente y en la cotidianidad, la “necesidad” del carro particular.

LEY FALLIDA

En la Cuarta apareció la Ley Orgánica del Régimen Municipal con disposiciones sobre el desarrollo urbano y las debidas competencias. Prohibía la venta de ejidos, cuando bien poco quedaban de los mismos, después de la subasta que de ellos hicieron los precarios Concejos Municipales. Regulaba las rezonificaciones, norma que pareciera no haber existido, ante el reiterado incumplimiento aún hoy, como sucede en municipios del este de Caracas. Alberto Urdaneta.

Esa maldita pared. Ante la impotencia argumental frente a la Gran Misión Vivienda, un sector mediático, politiquero y profesional se la dedicó a la pared que voló en Ciudad Caribia. ¡Qué falta de oficio!, decía la abuela Chea.

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