¡MISIÓN CUMPLIDA!
Me voy
con la tarde linda redordando a la mulata……
Yo jugué
mi araguaney, mi cobija y mi sombrero;
perdí
todo mi dinero -me quedé sin un centavo-,
y para
sacarme el clavo con los nervios amargados,
en la
ley de un par de dados se la jugué a un indio bravo.
Se
amontonaron los peones para ver quién la ganaba;
cada
fibra me saltaba de los soleados pulmones;
se
ovillaron mis canciones en los silencios ignotos,
y dije
entre sueños rotos: "voy jugando a Rosalinda",
¡y el
dado en la noche linda me devolvió mis corotos!
Poema ROSALINDA de Ernesto Luis Rodríguez. Zaraza
(Guá). 1916-1999.
2 Así lo razonamos en 2010 en
Aceras y Brocales. Las causas parecían obvias. El país venía durante 12 años
arrastrando magros resultados en vivienda. Además, no se vislumbraban indicios
convincentes de cambios profundos en el camino a seguir.
3 Pero una vez más la
intuición, la incorporación de nuevos funcionarios con experiencias innovadoras
en el tema, el apremio que exigen las severas circunstancias en que vive gran
parte de los venezolanos, el afán para resolverlas y la insólita capacidad
pública para impulsar proyectos radicales, lograron lo que parecía imposible:
cumplir la meta en un 96 % de sus alcances (144.000 viviendas). 4 Sólo queda reconocer que fue una atrevida y riesgosa decisión, plena de incertidumbres, y de confianza en la gente y en el equipo del área, la cual resultó muy exitosa. Por supuesto hay errores y fallas, pero serán temas a tratar en el futuro.
“Home”, obra de Jean Francoise Rauzier (Nacido en Francia 1952) |
MISIÓN A CUMPLIR
El primer ciclo de la GMVV terminó. Conviene evaluar con rigurosidad estos últimos 12 meses. Lo realizado y logrado. Lo incumplido e irrealizado. Especialmente hacerlo dentro del contexto territorial, de las ciudades y de la economía nacional.
Como
anticipo, se podría inferir que en esta primera fase prevaleció lo cuantitativo
sobre lo cualitativo. El número sobre su naturaleza. Se privilegió satisfacer a
la mayor suma de demandas de viviendas tanto de los refugiados como de los que
viven en precarias condiciones habitacionales.
En
segundo lugar, creó la máxima presión sobre los componentes e integrantes del
sector vivienda, que facilitará acelerar su preparación y capacidad para
afrontar las siguientes etapas.
Tercero,
fue útil para experimentar enfoques, propuestas, capacidades, potencialidades,
organizaciones, y mucho más. No olvidemos que la mejor lección es, casi
siempre, la que se aprende laborando.
Cuarto,
sirvió como detonante de fuerzas y procesos con impactos enormes para el país. Se
abren amplios horizontes para tres de los objetivos claves de toda estrategia
urbana y habitacional: ordenar el territorio, “reconstruir” las ciudades e industrializar
la producción y construcción de viviendas.
En
2012, y sobre todo a partir de 2013, la producción de 200 y 300 mil viviendas
por año, respectivamente, tiene que ser un medio, para estructurar y equipar
equilibradamente al territorio según los planes e inversiones infraestructurales,
petroleras y no petroleras, que se avecinan.
Además
debe ser una excusa perfecta para ordenar, renovar, densificar y transformar,
adecuada, justa, equilibrada e inclusivamente, las ciudades en general y
particularmente sus sectores subutilizados y degradados.
Y,
entre otras consideraciones, la producción de tantas viviendas anuales, requiere
una demanda tan cuantiosa de insumos, maquinarias, proyectos, constructores,
etc. que impulsaría en forma decisiva y extraordinaria un profundo y amplio proceso
de industrialización del sector construcción. En fin, se abre una nueva coyuntura.
Entendámosla y afrontémosla (continuará).
¿PARA
QUÉ SIRVE LA TRAGEDIA DE LA PANAMERICANA?
Toda
desgracia debe generar el máximo esfuerzo para evitar su recurrencia. El 29 de diciembre
pasado, el accidente de una gandola transportando gasolina en la carretera de Caracas
a Los Teques, amerita revisar muchas cosas. Por ejemplo, las normas de
transporte de productos de alto riesgo. El estado de las carreteras para su
seguro tránsito. Y muchas más. Pero lo que interesa resaltar en esta ocasión es
el aprendizaje de hechos como ese. Cada vez que ocurra una situación extrema y
grave, es recomendable difundir masivamente, en forma didáctica, lo que
aconteció. Por qué sucedió. Qué se hizo en el momento. Y además, mostrar cómo
prevenir y especialmente cómo responder en caso de que vuelva a suceder. Así como
hay campañas (pocas) para actuar ante sismos y deslaves, deben hacerse micros
por TV y encartes en medios impresos, que orienten y enseñen cómo comportarse
ante inesperadas realidades o accidentes. Imaginen el impacto para todos, si
cada vez que ocurre un naufragio, choques, explosiones, derrames de líquidos
contaminantes y un sinfín de accidentes, de inmediato se divulgara masivamente
cómo proceder en casos similares. La preparación y organización colectiva es un
arma letal ante las adversidades. Es inconveniente minimizar y evadir, en
exceso, las características de las fatalidades.
¿POR
QUÉ ES BUENO TENER UNA VIVIENDA?
En
2004, una niña de 10 años llamada Naileth, galipanera, escribió la siguiente
respuesta: “La vivienda es buena porque
cuando una sube y se llega de la escuela tiene un lugar seguro adonde llegar,
también porque desde que tengo una casa segura, ya no me da tanta tos ni otras
enfermedades, también cuando viene la lluvia ya no me da miedo. Antes cuando
llovía a mi me daba mucho miedo y uno se acostaba con el miedo de despertar sin
techo ni paredes. Por todo lo que he dicho es bueno tener una vivienda segura”.
Sencillo y profundo mensaje para producir ciudades y viviendas de calidad.
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