lunes, 13 de mayo de 2013

AyB 325 - 31 Mayo 2012

AyB 325 - 31 Mayo 2012






TOMADAS LAS ACERAS HASTA LOS BROCALES

Para permitir una corta pausa en las tareas de este escribidor, esta semana, y la próxima, serán de quienes han enviado recientemente sus reflexiones. Hoy escriben Alberto Urdaneta, Máximo Rojas e Iván Oliver Rugeles. La semana que viene le toca a Fruto Vivas. Disfrútenlos.
 

LAS MISIONES DE LOS MUDos

Quien iba a pensar que después de la andanada contra las Misiones, iban a reconocerlas y a arroparse con ellas. En los Estados donde son gobierno, llegaron hasta a desalojarlas e intentaron desmantelarlas, ahora, visto el éxito de las mismas, el gran beneficio que han significado y como han calado en el pueblo, una ley proponen. Burda y vergonzosa maniobra electoralista. En criollo eso se llama colearse. Querer ganar indulgencia con escapulario ajeno. Siguen anclados en el pasado. Aun no creen que el pueblo despertó. Alberto Urdaneta.


EXPANSIÓN URBANA EN LA CUARTA

Cuando se crea el Ministerio del Ambiente en los años 70, éste asume la definición de las áreas de expansión de las ciudades. Para ello se establecen criterios y elementos técnicos valederos, pero otras instituciones, que deberían encargarse de adquirir las reservas correspondientes de tierra, no toman las previsiones al respecto. Una vez más se repite la historia de iniciativas, con anticipaciones hacia el futuro, aun dentro del modelo de la Cuarta, que se quedan en el papel. Acumulación de problemas, durante más de 40 años, en contra del sano desarrollo de nuestras ciudades. Alberto Urdaneta.


MANO DE OBRA DE LA CONSTRUCCIÓN

En Aceras y Brocales del 17-05-12 aparece un comentario sobre la demanda de mano de obra directa para producir 200 mil viviendas que significan 156 mil empleos.

La reconstrucción de Europa en la postguerra, tuvo en la industria de la construcción, uno de sus fundamentales soportes, porque entre otras virtudes, dicha industria tiene como factor multiplicador de los puestos de trabajo un índice alto, comparable con el de las industrias básicas.
De sostener la producción en 200.000 viviendas anuales, con sus respectivos equipamientos, y por muchos años, se aseguraría un bienestar para la población. ¿Dónde está el factor multiplicador de la generación de puestos de trabajo? En la industria de insumos de la construcción. En los servicios asociados como transporte, comercio, energía y las empresas constructoras. Entre otros menos visibles, en las industrias química y petroquímica, minería, forestal, metalúrgica, y un etc. largo que se alarga mas cuando las viviendas se habitan.

Hay que reconocer que si el insumo es importado, es en el exterior donde la creación de empleos se cumple, hecho que demuestra que es en la construcción en donde está uno de los grandes soportes del desarrollo industrial necesario e indispensable para la creación de la base material para el desarrollo social y espiritual de una sociedad distinta. Máximo Rojas.

CONCRETO CELULAR

Apelo a Aceras y Brocales para responder al Ing. Juan Rivero, sobre el concreto celular. Su uso en Venezuela es de vieja data. En los cincuenta se montaron dos plantas para producirlo con métodos químicos (Siporex y Porito).

La técnica consistía en agregar compuestos de aluminio que al reaccionar con algunos componentes del cemento liberaba hidrógeno, el cual quedaba atrapado en forma de burbujas dentro de la mezcla, originando concretos de entre 1400 kg/m3 y 1800 kg/m3. Por su alto costo o precio no prosperó su uso como material de construcción.
Luego aparecieron técnicas más sencillas para estos concretos, con más resistencia y menor densidad. Uno de ellos con albúminas sintéticas provenientes del petróleo, que se incorporan directamente a la mezcla, requiriendo cuidado en el mantenimiento de las densidades.

La otra forma es mediante la incorporación de aire a presión y aditivos, utilizando equipos ad-hoc obtenibles en Europa, USA, Oriente, amén de fabricarlos aquí.

En los ochenta y 90 el CONICIT pagó estudios sobre estos concretos y son ideales para las PETROCASA, aparte de que sus aplicaciones son muchísimas y variadas.

Si quieres prepararlo en casa, toma una batidora, clara de huevos, una taza de cemento, una de arena fina y media taza de yeso, más agua, bates bien y tienes concreto celular en casa. Si la bates mucho romperás las burbujas que forman la clara y tendrás un concreto no muy celular.
En cuanto al manejo de estos concretos por las comunidades aplica el principio de Simón Rodríguez: “Enseña y tendrás quien sepa, educa y tendrás quien haga” y podrán producir concreto celular y muchísimas más y otras técnicas ¡no sólo para construir! Máximo Rojas

LA CIUDAD DE LOS TECHOS ROJOS

1 Aquella a la que de manera hermosa le cantó Pérez Bonalde, entró hace tiempo en grave colapso. Producto de la irresponsabilidad de quienes han tenido en sus manos durante los últimos 60 años, al menos, la gerencia para planificar y dirigir su dinámica de transformación.
2 Ha habido una concertada y persistente decisión mafiosa que ha determinado hacer girar esa dinámica en torno a parámetros referidos sólo a la rentabilidad cada vez mayor del suelo. El hombre como causa y razón fundamental de la existencia de la ciudad, siempre estuvo y continúa estándolo para ellos, excluido para definir el reordenamiento del espacio urbano.
3 La ciudad ha crecido de la mano del gran capital y sus habitantes, inermes, han visto cómo les fueron pervirtiendo sus barrios, calles, parques, destruido y mancillado su patrimonio histórico. Hoy se ven sumergidos en la horrible y real pesadilla de una lucha desesperada por la sobrevivencia. Caracas, como alguien dijo, ha visto cómo los supremos intereses que la crearon están siendo cada vez más empobrecidos y vilmente maltratados.
4 Corresponde a la revolución frenar este desastre sin más dilación. Deberá propiciar la pronta aprobación de una autoridad única en materia urbanística integral, donde el pueblo tenga voz y voto y una vez logrado ese objetivo, acciones que permitan revertir radicalmente los códigos que históricamente nos impusieron los mercaderes y traficantes del suelo. Iván Oliver Rugeles.

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