EL GRAN PROYECTO
1 Hoy iniciamos algunas reflexiones sobre uno de los temas más importantes y actuales en el país. En siguientes páginas iremos sumando aspectos para enriquecer el debate sobre el mismo. En esta primera entrega, se empieza por una descripción del contexto territorial que determina al sector urbano y al de vivienda, los cuales se detallarán más adelante. Veamos cual es el tema.
2 Entre
la diversidad de regiones en pleno desarrollo de sus potenciales, hay que
destacar una. A lo largo del río Orinoco, desde San Fernando de Apure al oeste,
hasta Tucupita al este, se ha conformado una región de alta prioridad y de
enorme impacto nacional y planetario.
3 Son
cerca de 75 mil Km2 de superficie, integrados por territorios de Apure, Bolívar,
Guárico, Anzoátegui, Monagas y Delta Amacuro. De los 24 estados sólo Bolívar y
Amazonas la rebasan en tamaño. Tiene casi la misma extensión que el estado
Apure y es dos veces mayor que Barinas. Allí habita aproximadamente la misma
cantidad de habitantes que en San Cristóbal, capital de Táchira. Son 670 mil
habitantes dispersos en pequeños y muy pequeñitos poblados en una franja de 700
Km por 120 Km de ancho (promedio). Son 8,9 Hab/Km2.
4 Es
la llamada Faja Petrolífera del Orinoco (FPO). Dividida en cuatro áreas y 36
bloques de explotación petrolera, en la que 21 países participan bajo la tutela
de PDVSA para explotar sus inmensas riquezas.
5 En
pocos años, la producción petrolera nacional debe duplicarse y la mayor parte
de ese aumento lo aportará la Faja. Ello implica muchas cosas y todas en muy
corto tiempo: grandes inversiones, alta migración poblacional, grandes obras de
infraestructura y nuevos requerimientos urbanos, entre otros. Es el proyecto
más trascendental, por su magnitud y valor estratégico, que hoy desafía al país.
6 La
gran pregunta es cómo ocupar, cómo urbanizar, ese territorio. Lo petrolero está
claro. Existen las áreas de explotación, las cuales implican instalaciones
complementarias (mejoradores, refinerías, etc.) y redes de distribución (oleoductos,
gasoductos, etc.). Todo ello tiene una lógica económica, funcional y ambiental.
7 En
cambio, la ocupación territorial y urbana, consecuente del desarrollo petrolero
del siglo pasado fue negativa. Hoy, debemos evitar o al menos minimizar, esas
nefastas experiencias anteriores excluyentes y economicistas, determinadas
desde el exterior.
8 Actualmente,
en la FPO, se presentan y confrontan, al mismo tiempo, dos realidades. La
existente en el lugar, con su escala y dimensión social y física, su gente,
pueblos, economías, valores socio-culturales, tradición, nexos sociales, y un
largo etcétera. La nueva, la necesidad y conveniencia de explotar los recursos
estratégicos allí localizados, con sus características y exigencias, en
ocasiones incompatibles con la realidad existente.
9 El
reto está en buscar y alcanzar la armonía y convivencia equitativa entre ambas
realidades. Respetar, potenciar, aprovechar y mejorar la existente, y
simultáneamente, plasmar la nueva no sobre la existente sino con ella. ¿Cómo se
hace? Continuará.
ELEMENTOS DE LA MORFOLOGIA URBANA
La forma del tejido urbano depende de varios factores. Uno
es la orografía o características geográficas del terreno. Otros son el costo
de dotación de lo que se quiere hacer y los criterios de diseño del
planificador.
Lo anterior es válido, cuando abordamos un terreno para un
desarrollo urbano. Otros elementos juegan de manera dominante y obligan a
realizar modificaciones o a someterse a lo ya hecho. Son elementos impuestos
por la acción del hombre en actividades que modifican el medio natural.
Dentro de esos elementos encontramos cambios del relieve,
producto de acciones en la agricultura, la industria, otras actividades y por
la instalación espontánea del hombre en sitios donde ha aparecido la
oportunidad de asentarse.
Durante el proceso de explotación petrolera, la ubicación de
varios pozos cercanos, traía aparejada la instalación de una central que
originara el movimiento requerido por los balancines de los pozos. La central
se conectaba y trasmitía movimiento a los pozos a través de hierros
-cabillas-.A lo largo de estos hierros se abrían picas -espacios- para
mantenimiento.
La población migrante, se instaló a lo largo de las picas,
convirtiéndolas en calles, dando origen a un tejido urbano particular, con vías
convergentes, con separación y largos dependientes de la localización de los
pozos. Así se formó, en la ciudad de Cabimas, el barrio LAS CABILLAS. Alberto
Urdaneta.
OPINIONES DE LECTORES
Más vale tarde que nunca. Hace rato escribió José Biomorgi, químico,
y dijo: “Muy interesante poner en el tapete, sin ningún tapujo, el desastre
urbano en Caracas, con una anarquía desbordando y cada vez de más difícil
solución. Por ejemplo, con solo intentar cambiarte de canal en la autopista,
puedes ser víctima de un insulto, un daño al vehículo con el casco de un
motorizado o una patada al carro del mismo motorizado. Los autobuses, que
cambian de canal para pasar a otro bus y luego (pocos metros más adelante) se
vuelven a pasar al canal lento para dejar a alguien. ¿La idea de hacer esto?,
superar a sus competidores para que no le quiten pasajeros. Y temo, espero
estar muy equivocado, que este problema se irá agudizando, ya que en mi humilde
opinión por no ser un experto en la materia, se están tratando de generar
soluciones puntuales y no integrales a problemas viejos que nos han venido azotando”.
Urbanización
petrolera. Tomás de la Barra, arquitecto, se refiere a esta página del 23-08-12
y comenta que “Incidentalmente se refiere a la Costa Oriental del Lago y la
inconveniencia de tolerar viviendas y servicios en el entorno inmediato de la
actividad petrolera. Ese escrito cobra, por lo tanto, gran vigencia en los
actuales momentos, especialmente ahora con la dolorosa experiencia de Amuay. Es
hora de reubicar la población y los servicios en torno a las grandes
refinerías. Es hora de parar los desarrollos espontáneos en zonas de peligro.
Es hora de evitar esto en la Faja Petrolífera del Orinoco, y brincar adelante
con un buen plan”.
Salida al Caribe. Eduardo Reyes, guía turístico, expresa una
experiencia sobre las oportunidades de sacar productos brasileños al Caribe por
Venezuela. Escribe así: “En el tiempo que tengo trabajando con Brasil, me tocó
prestar servicios a empresarios brasileños” que querían transportar mercancía aprovechando
la ubicación de Venezuela hacia el Caribe. “Lamentablemente las trabas burocráticas
de diversos organismos, el “martillo” de la Guardia Nacional y el robo de
mercancía en los puertos es tan grande que desistieron. Prefieren hacerlo por
Guyana Inglesa entrando a la ciudad de Lethen que hace frontera por el Edo. de
Roraima a unos 100 Km de Boa Vista. Hay otros factores como que el Edo.
Amazonas no tiene comunicación con el resto de Brasil por vía terrestre, solo
fluvial y aérea, pero ese es otro tema, la realidad es que si no eliminamos esa
cultura de matraqueo, burocracia, nunca vamos a aprovechar esa situación geográfica
tan privilegiada que tenemos”.
Un pelón: nuestras excusas porque en la pasada entrega no
apareció el mapa que ilustraba el artículo sobre la salida hacia el Caribe por
Venezuela.
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