domingo, 5 de mayo de 2013

AyB 310 - 09 Febrero 2012

AyB 310 - 09 Febrero 2012








ERREMOS PERO INVENTANDO

1 La realidad actual venezolana es estelar. Muy lejos está cualquier iniciativa pasada para transformar nuestra sociedad y encaminarla hacia un avance real, hondo, amplio y sostenido. Las razones son certeras, sólo hay que interpretar y evaluar el impacto de los cambios en progreso.

2 Dentro de esa realidad, la Gran Misión Vivienda, es una decisión vital, quizás la de mayor efecto hasta ahora. Porque ella abarca a todos los aspectos de la vida urbana cotidiana: el cobijo, lo social, lo educativo, la salud, lo recreacional, abastecimiento, transporte, trabajo, la productividad.

3 Por ello es esencial reflexionar y actuar con enorme creatividad. Es elemental revisar y romper paradigmas. Es primordial transformar enfoques y criterios. Es básico aplicar innovadores parámetros.

4 El diseño de las ciudades y de las edificaciones, hoy, tiene que ser bajo esquemas y concepciones tajantemente diferentes a los repetidos y fracasados con inefable éxito en el pasado.

5 Es una actitud inercial, floja, facilista, ignorante, aburrida e irresponsable, afrontar en estos tiempos, el diseño de los conjuntos urbanos, de las viviendas, escuelas, centros de salud, parques, medios de transporte, con las referencias que se aplicaron para el contexto social, político, económico de tiempos superados.

6 Hoy es necesario arriesgarse, y hasta equivocarse, pero sin duda, concibiendo nóveles urbes y edificaciones que la sociedad en transición requiere ¡Fabuloso desafío! ¡Sin miedo a errar, ingeniemos originales ciudades y viviendas!

EL DISEÑO


Esta actividad es clave para la eficiencia y calidad de urbanizaciones y viviendas en construcción y futuras. Algunas frescas premisas se deben masificar en la GMVV. Veamos algunas.
La participación decisoria de la gente en las fases de diseño, ejecución, control social, asignación de viviendas, administración y mantenimiento, de las nuevas ciudades, urbanizaciones y vecindarios. Por ello el “asambleísmo”, decidir colectivamente, es impelable. Sin la mediatización de intermediarios.

El espacio físico (ciudades, edificaciones, áreas libres), tiene que reflejar la naturaleza y relaciones ideológicas, políticas, culturales y económicas, de la sociedad que lo urbaniza. Debe ajustarse a quienes lo habitarán mediante un eficaz engranaje entre comunidades, funcionarios y profesionales.
La forma de agrupar las viviendas, debe responder a las diversas escalas de organización comunitaria. Hay asuntos que competen a una familia hasta aspectos que atañen a muchas. El diseño urbano debe irradiar esas variadas escalas para hacer eficientes la convivencia, gestión, responsabilidades y competencias, dentro del espacio.

Priorizar lo colectivo es otro principio esencial. Sorprende que no se masifiquen espacios comunitarios en las urbanizaciones. Las viviendas reproducen el individualismo. Cada una tiene cocina y lavadero ¿Por qué no se prevén áreas sociales para lavar, secar y comer?
Sin generalizar, muchos preferirían servicios de comedor sin tener que cocinar en su vivienda. Igual con lavar y secar ropa. Y si a esto se le agregan las guarderías infantiles, se daría un salto cualitativo para que muchas mujeres y familias, dispongan de tiempo y facilidades para trabajar y sumarse a actividades culturales y recreativas.

En los programas de financiamiento, los créditos se deben otorgar a grupos de vecinos y no en forma individual. Esto fortalece las relaciones y nexos colectivos, frente al énfasis individualista del crédito por familia.
El estímulo del uso del carro privado frente a caminar, bicicleta y transporte colectivo, es absurdo. El área de calles y estacionamientos, en excesivos proyectos de viviendas, es desatinado y alarmante. Este punto hay que asumirlo con solidez ideológica y técnica.

Hay más temas cardinales, pero los hemos reseñados en anteriores páginas y los trillaremos en próximas.

GOTAS DE HISTORIA

Desde hace décadas, con mayor frecuencia en los últimos años, brotan tal volcanes, en urbanizaciones como Campo Alegre, San Marino, La Castellana, Altamira, Los Palos Grandes, Santa Eduvigis, y pare de contar, grandes moles para viviendas de alta densidad y hasta con comercios en planta baja, donde había una o dos viviendas. ¿Cuáles son las áreas de vivienda unifamiliar aislada previstas en los Planes de Desarrollo Urbano Local? ¿De dónde salen y quién paga las inmensas, violentas e inmediatas nuevas demandas de servicios? De las arcas del Estado ¿Cuál es el ordenamiento? ¿Para dónde va la ciudad con tantos cambios imprevistos? Al colapso. ¿Cómo desterrar tales prácticas nefastas, generadoras de inmensos daños, detrás de las cuales se mueven montañas de dinero? Una vía, la consulta, la participación colectiva, previo informe técnico justificativo del cambio, como requisito para decidir. Alberto Urdaneta.


Alcaldías ¿Por qué si se quejan tanto de la carencia de recursos, hay tantos aspirantes a alcaldes? ¿Será por la discrecionalidad en la aplicación de las ordenanzas de urbanismo?
Museos. ¿Qué tal si aplican una de imaginación? Por ejemplo, agregarles restaurante, cafetín, cine, infocentro, tienda, librería, espacios comunitarios, talleres educativos y productivos, taquilla de servicios públicos, horario extendido en la noche…

Terrenos para viviendas. Al seleccionar un terreno donde funcionan comercios, ¿es difícil preverles lugar en el nuevo edificio a construir? La mezcla de usos tiene aristas interesantes.
Hacer portón. ¿Qué tal un registro nacional de obreros de la construcción y se planifica su incorporación a las obras de vivienda e infraestructura? ¿Se fijan prioridades y turnos que ordene y garantice trabajo a todos según las posibilidades presentes y proyectos a iniciar?

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