¡Qué susto!
Es lo que nos da cada vez que se habla de un segundo piso para una autopista caraqueña. Ojalá sean ideas y nada más. Un segundo nivel de una vía es una solución si se dan varios factores ¿Cuáles?
Cuando el
modelo urbano privilegia al vehículo particular sobre los demás modos de
transporte. Es el caso de las urbes estadounidenses, y de otros países con
igual visión, entre ellos muchos latinoamericanos. Eso obedece a una
planificación y gestión urbana acorde con los intereses de grandes capitales e
industrias, y no con la naturaleza humana y conveniencia de la gente.
Otro factor,
es cuando existen las condiciones físicas que lo faciliten. Caracas es un valle
angosto, mal planificado, peor ocupado y plena de “embudos” viales. La trinchera
de la avenida Libertador termina en estrechas calles o semáforos. Avenidas anchas
pasan de sopetón a callecitas. Las amplias autopistas tienen puentes o salidas
que las angostan de tal forma, que se congestionan simultáneamente en varios de
sus tramos.
Un segundo
nivel llegará a un embudo de esos. Luego vendrá el tercer piso, porque los
carros se multiplican y son, por “necesidad” y consumismo, la “solución” del
transporte colectivo. ¡Qué disparate! Es un círculo vicioso.
En Venezuela
hoy, para ser congruentes con el proceso radical de cambios, el transporte debe
ser masivo y público. No individual y privado. Por lo tanto, hay que
privilegiar la movilidad peatonal (en bicicletas en ciertas distancias y
condiciones) y a un audaz y eficiente sistema de autobuses integrado al metro.
Mención aparte los metro cables y cable trenes, que complementan al metro y a
los autobuses, en barrios y comunidades con accesibilidad muy compleja.
En los nuevos
urbanismos de gran escala, como Fuerte Tiuna, Mariches, Turmerito, Macarao, hay
que incluir una solución de movilidad masiva. Si ya están en construcción, como
lo están, es urgente, el estudio y diseño, con inmenso coraje, mucha
imaginación y singular tino, de un sistema de transporte superficial masivo que
tenga absoluta primacía sobre el carro particular.
Caracas está
en plena vorágine constructiva y de cambios esenciales. Es hora de usar la
planificación y sus herramientas, para entenderla integralmente y en sus
relaciones interurbanas con la región capital. Y elaborar un plan maestro de
movilidad, y de todos los otros componentes de la ciudad, que oriente las
próximas decisiones dentro de ese remolino urbano que caracteriza su presente
dinámica. Pero, hay que tener claro cuál es la sociedad que estamos forjando,
para que Caracas la refleje. Mosca con los estereotipos de comarcas foráneas
que en lo ideológico diferimos, pero con frecuencia adoptamos sus “espejitos”
tecnológicos y moldes urbanos.
MARACAIBO:
CIUDAD DIVIDIDA POR UN ESTRECHO
1 Hace más
de medio siglo, desde la Dirección Regional de Urbanismo del estado Zulia,
escribimos una nota de prensa en la cual avizoramos a largo plazo, el porvenir
de esa ciudad. El estrecho, que dificultaba la comunicación entre partes del
área urbana, fue rebasado con el puente General Rafael Urdaneta, consolidando
la metrópolis y solventando el aislamiento de la ciudad con el resto del país.
2 Años antes
había que sacar pasaporte para ir de Maracaibo a Caracas. La travesía en
embarcaciones con escala en Curazao, obligaba a obtener tal documento. Luego,
existiendo carreteras, el cruce del estrecho era muy costoso.
3 A
comienzos de la construcción del puente Urdaneta, por corta visión del
desarrollo, fue reducido en su diseño original, durante el Gobierno de Rómulo
Betancourt, quitándole, entre otras cosas, la línea férrea.
4 Hoy, la
metrópolis Marabina requiere un segundo puente con ferrocarril, dentro del
sistema ferroviario planteado para el país. El anteproyecto conocido tiene
parte sumergida –sub lacustre-, planteamiento que dificulta o impide el paso
ferroviario. Se requiere revisar y visualizar alternativas, portadoras de
beneficios, más allá de la unión vial de la ciudad.
5 Como
alternativa aparece el dique-puente con esclusas, que traería la desalinización
del Lago, convirtiéndolo en inmenso reservorio de agua para riego de un millón
de hectáreas. La salinidad aumentó por canalización de la Barra y permitir
entrada de barcos de mayor calado al Puerto de Maracaibo.
6 Maracaibo
es punto culminante del Eje Vial Occidental de Venezuela. Que articula con
Colombia al unirse, en la Guajira, con la Troncal del Caribe, bordea la costa
caribeña y llega a los límites con Panamá. Se unirá con la Panamericana y
continua hacia Centro y Norte América. Por el Sur articulará con la Carretera
Marginal de la Selva, que recorre Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Es salida
terrestre de esos países, a puerto sobre el Caribe, para comerciar con el
Caribe, Norte América y Europa Occidental, sin tramontar Los Andes -tres
cordilleras-, salir al Pacífico y pasar el Canal de Panamá.
7 Maracaibo,
reforzaría su papel de importancia nacional y se convertiría en gran puerto
internacional al servicio de cinco países. Para ello habría que rediseñar y
ampliar el puerto. En el Ministerio de Obras Públicas existió un proyecto que
abarcaba gran parte de Los Haticos. También, revisar y acondicionar el dragado
de la Barra. Grandes proyectos por acometer, basados en ventajas comparativas,
para el desarrollo de Venezuela.
8 Cuando se
planifica una obra local, para una ciudad, hay que ver más allá de lo puntual.
Considerar la trascendencia, significado e implicaciones que pueda tener a
escala nacional e internacional. Alberto Urdaneta.
Mural de Mateo
Manaure. La colocación de esa larga obra pictórica en cerámica, en la
trinchera de la Av. Libertador, en Caracas, es una forma extraordinaria de
lograr que las sedes de entes públicos irradien calidad hacia sus sectores vecinos.
Todo edificio o espacio público debe mejorar y transformar, las realidades
urbanas que la rodean. Felicitaciones a PDVSA La Estancia por tan plausible
iniciativa, una más entre muchas ya ejecutadas.
¡Al fin! En
Caracas se viene dando una diversidad de intervenciones, y rescates de espacios
abiertos y edificaciones, aderezadas con una variada y rica programación
cultural, deportiva, recreativa y culinaria. La “mesa está servida” para crear
múltiples corredores peatonales y para bicicletas, que le den a esta ciudad una
nueva forma de usarla y ocuparla. ¡Adelante, aprovechemos la oportunidad!
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