lunes, 13 de mayo de 2013

AyB 328 - 21 Junio 2012

AyB 328 - 21 Junio 2012







UN BULEVAR, DOS VISIONES

1 Cuando una empresa pública, el Metro de Caracas, en los años 80 termina ese importante sistema de transporte, construye el bulevar de Sabana Grande en sustitución de la Calle Real existente. Fue un sub producto urbano trascendental. La construcción de un sistema masivo transformó calles en bulevar. Fue un esfuerzo público por ser iniciativa y obra institucional. Integral porque abarcó aspectos distintos a los de la arquitectura y la ingeniería. Colectivo porque intervinieron instituciones, empresas, comunidades, profesionales y pare de contar.

2 En 2007, 24 años después, otra institución pública, PDVSA La Estancia, con similar visión, inicia el complejo desafío de rehabilitar ese bulevar. El objetivo fue actualizar y potenciar su importancia y necesidad como espacio público emblemático. En conjunto con la alcaldía de Libertador, Metro de Caracas, empresas de servicios públicos y un sinfín de otras empresas, consejos comunales, comerciantes, profesionales de la arquitectura, ingeniería, abogados, economistas, sociólogos, trabajo social y muchos más.
3 PDVSA La Estancia concibe y coordina el proyecto, construye las obras y mantiene hasta hoy, ese vital espacio urbano. El proyecto fue formulado, definido y enmarcado dentro de los lineamientos muy precisos elaborados por PDVSA La Estancia y sus asesores, la alcaldía de Libertador y el Metro de Caracas. Fue dirigido, también, por el equipo de PDVSA La Estancia, convocando a cinco grupos de arquitectos e ingenieros. Cada uno, bajo la supervisión y directrices de PDVSA La Estancia, diseñó un componente de los cinco que conformaron el proyecto.

4 Uno de los grupos formuló el sistema de movilidad vehicular y peatonal que fue lo estructurante del proyecto. Otro, diseñó el dibujo del pavimento, el cual tenía que ser con el mismo adoquín, colores, forma y especificaciones, según los términos elaborados por PDVSA La Estancia y eliminando escalones y diferencias de nivel, en lo posible, para darle continuidad a la movilidad de personas y vehículos. El tercero diseñó el mobiliario urbano y las señalizaciones. Otro el paisajismo y la protección climática. Y el quinto grupo, se encargó de la publicidad, fachadas y elementos visuales. Además se ubicaron esculturas, murales y otras obras de arte, así como equipos para diversión de niños y adultos, y las cubiertas tipo tenso estructuras, todo ello por iniciativa de PDVSA La Estancia.
5 En fin, el bulevar fue responsabilidad y ejecutoria bajo un enfoque colectivo, pluridisciplinario, con la participación democrática y técnica de un rico entramado institucional, comunitario, privado y profesional, como debe ser un bien público de tal magnitud y trascendencia, patrimonio de todos.

6 ¿Cuál es la otra visión? La del reality show. Una persona, la que sólo y puntualmente diseñó el dibujo del pavimento, presenta el proyecto del bulevar, a nombre personal, e inconsulta, en concursos y eventos nacionales e internacionales. Unos curadores lo avalan. Gana menciones. Y ya. Se resume todo a una acción individual, irresponsable, con consecuencias éticas y penales. A un gremio que halaga obras únicas y a sus “dioses”. Esa es la otra visión, la de un club que admira y elogia a la banalidad, el individualismo, la abstracción y la fama, al peor estilo premios Oscar o Grammy. Envidian y aspiran a formar parte del jet set de la farándula arquitectónica.
7 Así es. Lo colectivo, lo social, lo racional, lo prioritario, la ciudad, la gente, la vida, que es lo que concibe y ha adelantado el gobierno, versus el individualismo egocentrista, trivial y descarado ¡Qué pena! ¡Pero mosca!, no es casual, es una diferencia clave de las dos opciones que se debaten en estos tiempos de cambios.

ACTITUDES INSÓLITAS

Nota. Esta reflexión fue del jueves pasado pero como ÚN no salió a la calle, nos pareció importante publicarla esta semana.

Todo el que opina sobre asuntos públicos hace política o politiquea. Depende del fin que persiga. Cuando un gobernante ineficiente critica al que si realiza, y además ofrece lo que no ha cumplido, es politiquear.
La oposición al actual proceso de cambios ha asumido su apelativo literalmente y sin reflexión. Es oposición y punto. Está en contra de todo. No puede apoyar, ni hacer crítica constructiva. Sólo obstruir contra viento y marea. ¡Ni pensar en colaborar! ¡Vade retro, Satanás!

Eso explica el descabellado rechazo, por ejemplo, a las concreteras en La Carlota, futuro parque Bolívar, en Caracas. No así a las regadas por la ciudad en grandes obras y privadas. Las concreteras han estado, desde que existen, en toda construcción de cierta magnitud, especialmente en las privadas, por disponer este sector de mayores recursos financieros para usarlas. Y nunca se les opusieron en la cuarta ni en la quinta.
Hoy, las concreteras de La Carlota son un riesgo catastrófico. Pero las privadas frente al CC Millenium no. Hoy, las viviendas para las familias pobres y damnificadas, en construcción en terrenos “engordando”, están colapsando los servicios. Pero los cambios de usos y de zonificación, al este de Caracas, sobre densificando sectores sub servidos, esos no afectan nada.

Las viviendas de la Gran Misión Vivienda están destruyendo a Caracas. Pero las densificaciones arbitrarias, de acomodaticia legalidad, en Chacao, Baruta, Sucre y El Hatillo, y la retahíla de residencias, malls y esperpentos arquitectónicos, en el sureste de la ciudad, nada que ver. Están “mejorando” la calidad ambiental de esas adustas tierras de “monte y culebra”. Así lo creen.
Tienen que erradicar la actitud opositora per se. Sacudirse el antagonismo crónico que padecen y tratar de construir una alternativa seria y viable. Lo cual es imposible por ese camino. Como hemos repetido mucho, cuando se ha tomado el rumbo correcto, como el actual proceso de cambios, aún cometiendo errores vamos hacia el destino deseado. Pero por el camino equivocado, hasta con éxitos aparentes, conduce al precipicio, al vacío, al desastre. Pero de todos.

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