Venezuela en Venecia.
Doménico Silvestro, arquitecto, envía una serie pictórica de cinco imágenes, de
la cual reproducimos la quinta, titulada “La Ciudad y el territorio”. Dado el
tema tratado, ojalá nos envíe el material a exponer en la Bienal de Venecia
para divulgarlo a través de esta página.
Dos puentes, una avenida
y un saque sus conclusiones. La culpa de la caída del puente de Cúpira
(Mir) es del gobierno por falta de mantenimiento. Antes era bien mantenido por
la gobernación pero apenas lo tomó el poder central, vinieron unas lluviecitas,
creció el “riito” Cúpira y lo colapsó. El gobierno central lo repara. Así de
sencillo. En La Trinidad, en Baruta (Mir), la trocha norte de la vía colapsó. En
Turgua, El Hatillo (Mir) se cayó el puente. Las alcaldías son responsables, pero
sus perfectos sistemas preventivos fueron superados por la inimaginable crecida
de la “quebradota” La Boyera y la de Turgua. La naturaleza es tan poderosa que
excelentes mantenimientos son insuficientes.
El gobierno central, también, hace estas reparaciones. ¿Está claro?
Los metro cables caraqueños.
Hay uno en operación (San Agustín), otro en construcción (Mariches) y un
tercero prometido (Carapita). Esta ingeniosa aplicación en los barrios, de una
tecnología común para turismo de lujo, abre oportunidades extraordinarias para
habilitar esos sectores. Son la excusa ideal para realizar intervenciones
estructurales en el corazón, casi impenetrable, de los barrios y realizar su
más profunda transformación. Sólo hay que meterle cacumen. ¿Y qué tal si la
audacia sigue y aparecen escaleras y cintas mecánicas, ascensores inclinados, puentes,
montacargas y…? Hay barrios que son estables y de gran calidad para vivir,
además son un activo de sus pobladores y del país. Necesario es habilitarlos
con audacia, prontitud, con su gente y sobre todo con muchísima, imaginación.
Cárceles. El
sistema penitenciario es muy complejo. Intervienen factores de toda índole. Uno
de ellos, clave para los arquitectos, es el diseño de las cárceles. Estas,
además de contener diversos espacios con condiciones muy especiales por su
naturaleza, deben alojar a sus inquilinos, según su realidad delictiva, en
ambientes individuales o de tres a cinco personas. Se impone un programa de
diseño y construcción de cárceles, con todos sus espacios bien definidos y
controlados, que permita la autoridad institucional absoluta y permanente.
Nunca jamás debe haber pabellones, es decir edificios y sectores carcelarios, que
sean impenetrables por la autoridad.
SALIDA AL CARIBE POR
VENEZUELA
1 Desde el punto de vista
geopolítico Venezuela tiene una posición privilegiada, significativo aporte
para la formación de un gran polo de desarrollo, capaz de contribuir a la
distribución más equilibrada del poder en el mundo.
2 Su ubicación al norte de
América del Sur, con extensas costas y puertos, es propicia para comerciar con
el Caribe, con Norte América y Europa Occidental. Ventaja comparativa a
compartir con otros países.
3 Por el este, abre una
salida terrestre a Mercosur, particularmente a Brasil, mediante el Eje Oriental
terrestre y puertos en el oriente de Venezuela. Por el oeste los países andinos,
tienen la oportunidad de salir al Caribe por vía terrestre a puertos del occidente
venezolano.
4 Para los países andinos,
sus territorios localizados al oeste de las montañas, pueden acceder por la
Carretera Marginal de la Selva -en construcción- trazada por el piedemonte
oriental, por terreno plano. La vía arranca en Santa Cruz de la Sierra, recorre
Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y entrará a Venezuela al pasar el río Arauca.
Empalma con el Eje Carretero Occidental de Venezuela, sigue por San Cristóbal y
Maracaibo, se une en la Goajira con la Troncal del Caribe de Colombia. La
alternativa es tramontar las montañas -hasta tres cordilleras- embarcar en
puerto sobre el Pacífico, navegar y pasar el Canal de Panamá. Esta ruta, con
fuertes pendientes, trasbordos y navegación requiere más tiempo y ha de tener
mayor costo.
5 Venezuela ofrece la
posibilidad y Maracaibo, puerto más cercano, se transformaría en internacional,
al servicio de cinco países. Para ello debe rediseñársele y revisar el calado
de la Barra. Es oportuno considerar lo señalado cuando se plantea la
construcción de un segundo puente sobre el Lago, una de cuyas alternativas es
un dique-puente con esclusas, que brinda la posibilidad de desalinizar el Lago,
convirtiéndolo en inmenso reservorio de agua dulce, propicio para regar un
millón de hectáreas. Alberto Urdaneta.
EL PROYECTO DE ARQUITECTURA EN EL SOCIALISMO
El nacimiento de una sociedad socialista implica el cambio de la superestructura para adaptarla al nuevo sistema. Esto incluye los proyectos en general sin que los de arquitectura escapen al cambio. En la economía capitalista las obras están sujetas a las reglas del sistema económico, al modo de producción, a través de fines, normas, reglas y pautas, muchas veces establecidos en los contratos para la construcción.
El proyecto concibe la obra conforme a los mismos fines, los
cuales están implícitos aunque no lo sea en forma clara, por lo cual sus
autores muchas veces los ven como cosa desvinculada o anterior al sistema. Los
mismos tienden a pensar que el proyecto no tiene nada que ver con el sistema
económico, el modo de producción.
El sistema financiero, especialmente cuando son obras de
propiedad privada, tiene una enorme injerencia sobre los alcances y metas de
los proyectos de arquitectura. Desde allí las pautas del sistema financiero
permean a todo el sistema, e incluso se hacen extensivas a toda la construcción
incluyendo las obras públicas.
En el capitalismo el proyecto, visto como el conjunto de
ideas y conceptos sobre la obra, previos a su ejecución, deja aspectos a ser
resueltos en sitio por los constructores. Muchas veces no es exhaustivo en
cuanto a los detalles y métodos constructivos, los cuales tienden a tener una
importancia menor.
En un sistema socialista se requiere que los proyectos
cubran la totalidad de las particularidades de las obras sin dejar nada a ser
resuelto en sitio. Las definiciones incluyendo la selección de los materiales,
los detalles, los métodos constructivos y los costos de producción, forman
parte integral del proyecto. No pueden quedar para ser formulados o definidos
sobre la marcha. Tiene que considerarse incluso que muchas veces el ejecutor
puede ser una comunidad o una organización popular.
No existe el contratista como un ente con personalidad
jurídica que le permita absorber un rol o una responsabilidad relacionada con
la formulación sobre la marcha de una parte del proyecto.
Cuando el proyecto está pautado por un banco o sujeto a un
ente financiero, el costo atiende en primer lugar al interés del banco y menos
al beneficio del propietario o del usuario. Queda abierto el riesgo de terminar
con un producto anti económico, sin que la arquitectura defina el proyecto a
nivel de detalle o la técnica constructiva óptima desde el punto de vista del
costo de producción.
Estos principios tienen que jugar un papel fundamental en la
Gran Misión Vivienda Venezuela, programa fundamental del Gobierno
Revolucionario en la actualidad y en los próximos años. Juan Carlos Parisca.
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