EN MEMORIA DE QUIEN DEJÓ LA ACERA
Partió
nuestro amigo y compañero de ideales y propuestas por un mejor país. Una de las
mentes más lúcidas y más aún, trabajador incansable, después de 82 años de
vida, en el campo de lo urbano y la vivienda. En esta página sin su
participación directa, estará presente a través de las opiniones y reflexiones
de su hija Eugenia, sus amigos, compañeros, discípulos y lectores. Adelante.
1 Admirable. Ejemplo de
inteligencia y pasión. Estudioso, trabajador, humilde, generoso, gracioso y
sabio. Mi guía, mi compañero y apoyo incondicional, mi mejor amigo. Le estoy
muy agradecida por todo. Extrañaré mucho las tardes de juegos, las largas
conversaciones sobre cualquier tema, las idas al cine, las idas a la panadería
y a comprar el periódico, nuestras pequeñas rutinas de todos los días, los
detalles graciosos que alegraban el ambiente. ¡Me quedo orgullosa y con
tremendo ejemplo a seguir! Chao papi, te quiero. Eugenia Roffé.
2 Lo conocí, hace tres años,
junto a los otros tres mosqueteros que conformaban el portentoso equipo de
Aceras y Brocales de aquel momento: Henrique Hernández, Juan Pedro Posani,
Alejandro López y él. En aquella oportunidad fui junto con dos compañeros, a
realizarles una entrevista. En el transcurso de la misma pude constatar las
certeras, agudas y creativas propuestas de Alfredo, así como un despliegue de
datos y situaciones que daban cuenta de una mente entregada, con pasión, a lo
que hacía. Ante tal situación era inevitable evocar a Funes el memorioso, de
Borges. Pero no sólo nos dimos banquete con sus apreciaciones sobre el tema
tratado, pues uno de nuestros compañeros, recién iniciado estudiante de cine,
aprovechó para nutrirse de sus amplios y profundos conocimientos; bastó una
sola pregunta para que Alfredo levara anclas y comenzara a argumentar,
cuestionar y a proponer un sin fin de cosas referidas a la Villa del Cine, al
cine nacional, al cine latinoamericano, a la legislación sobre el tema, las
propuestas se hilvanaban en sinuosa armonía. Estábamos frente a un cultor del
cine. En ese primer encuentro, Alfredo se nos mostró no sólo como arquitecto de
proteica visión o como un hombre de profunda sensibilidad social o como un
hombre hecho de cine; se nos mostró como un hombre de esos que al decir de
Bertolt Brecht son...imprescindibles. Henry
Rojas (Ecólogo social).
3 Viejo sagaz, silencioso, sabio, respetuoso, profundo, sincero. Su
capacidad de análisis siempre me impresionó, sobre todo por la sencillez y
contundencia de sus planteamientos y por la humildad con que los expresaba. Si
algo nos enseñó Aquiba es que hay que pensar muy bien antes de decir las cosas,
y mucho más antes de escribirlas. De su pasión por el cine, fue un cinéfilo de
verdad, sin poses, sin ínfulas de experto, aunque en verdad lo era, por eso en
ese tema metía el dedo en el ojo cada vez que quería. En vivienda, su otro tema
apasionado, nunca sabremos agradecerle todo lo que nos enseñó, el supo que
muchas de sus propuestas de toda la vida se están poniendo en práctica ahora.
Su pensamiento sistémico del problema de la vivienda fue extraordinariamente
orientador en las consideraciones y análisis para llevar adelante nuestro
trabajo. Esas dos pasiones nunca le hicieron brillar los ojos como cuando
hablaba de Alicia, Claudia o Eugenia, sus verdaderas pasiones. Dentro de
nuestro ateísmo, abrimos un espacio para imaginar que ahora puede que esté en
algún lugar, en otra dimensión, con HH, comentando que vivieron bien, que
cumplieron su cometido, que dejaron huella. ¡Adiós viejo sabio! Arq. Ricardo
Molina.
4 Amigo durante muchos años. Compañero luchador, de avanzado pensamiento,
con seria formación académica. Incansable trabajador, gran servidor público,
constructor de país. Severo crítico con sólidos argumentos. Siempre austero,
sencillo, humilde, honesto, de firme actuación con procederes transparentes.
Sincero en su amistad. Permanente gran aprecio te guardamos. Ing. Alberto Urdaneta.
5 Ante
todo, valoramos su amistad y su empeño demostrado a lo largo de su vida por
ayudar a construir ese mejor país que todos deseamos y merecemos. Se destacó
por su sincera modestia y la contundencia de sus escritos. De pocas palabras,
fue su estilo el pronunciar en el momento preciso sólo las necesarias, pero más
que suficientes, para demoler de raíz opiniones y propuestas basadas en
premisas falsas e intereses mezquinos. Fue ejemplo de coherencia. Vivió en
absoluta armonía con sus convicciones, sostenidas hasta su último aliento y
expresadas en sus razonados y certeros ensayos y artículos. Para quienes
tuvimos el privilegio de compartir con él, trabajo y amistad, nos será difícil
acostumbrarnos a su ausencia, pues no contaremos con su sabiduría, siempre
dispuesto a compartirla, ni con sus agudas críticas de alerta ante nuestros
errores. Arq. Carlos Angarita.
6 Representó mucho para
quienes tuvimos oportunidad de compartir algo de su ser. Lo conocí en la década
de los cincuenta cuando Sabana Grande era un lugar de encuentro y no de paso,
cuando la librería Cruz del Sur era un lugar de tertulia y conspiración. En la
década de los sesenta compartimos los pasillos y los pupitres del Banco Obrero,
y a profesionales quienes conllevamos la labor diaria con él, conocimos de su
razonamiento lógico, de su amplitud de criterio para abordar los problemas a
resolver, su consecuencia con el presente y su obsecuencia con el futuro, lo
considero un revolucionario por su actuación y por su trabajo, por los
compromisos que asumió sin estridencias, por la comprensión del momento, una
sociedad más militante con el futuro le hubiera sacado más provecho. En algún
momento leí que las personas entran y salen de nuestras vidas, más no sólo se
van siempre se llevan un poco de nos y dejan un poco de sí. Arq. Máximo Rojas.
7 Ustedes abrieron un espacio
de crítica constructiva y de propuestas de un importante aspecto de nuestras
vidas cotidianas, como lo son los aspectos de vivienda y su entorno. Lo
extrañaremos. Biol. Ernesto González.
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