VIENE OTRA MISIÓN
1 La semana pasada el presidente anunció su inminente creación.
Nuevamente se acierta al priorizar el transporte, uno de los elementos urbanos
esenciales. La movilidad, y sus componentes: transporte y vías, son claves en
la estructuración de la ciudad. Son como el sistema circulatorio del cuerpo
humano. Aquí señalado desde hace 400 páginas. El asunto ahora, es como se
enfoca esa futura misión.
2 Ojalá se empiece por evitar la necesidad de moverse
innecesariamente, para lo cual es clave tomar dos acciones, por ejemplo, como
parte de la misión transporte y de la eficiencia urbana general. 3 Una, desarrollar el uso masivo de internet, en sustitución de la presencia física, para realizar las infinitas, diarias y reiterativas diligencias y trámites exigidos para cualquier cosa y simplificar procedimientos, requisitos y formatos administrativos.
4 Dos, disponer de equipamientos y servicios urbanos vecinales, a distancia caminable de las áreas residenciales. En la medida de lo posible y de lo recomendable, a 400-600 metros. Sería zonificar los equipamientos y garantizarlos en calidad y cantidad, cerca de las viviendas.
5 Como se desprende de lo anterior, la ciudad es compleja y al impulsar misiones estructurantes como la GMVV, Barrio Nuevo Barrio Tricolor, la de transporte, entre otras, hay que enfocarlas en su conjunto e interdependencia. Por ejemplo, la vivienda sin producción, cultura, lo comunal, equipamientos, servicios y movilidad, está incompleta. Así como la ciudad vista en pedazos, es ignorancia supina.
6 El transporte hay que impulsarlo holísticamente. Sin centrarse sólo en sus aristas técnicas: modos, vías, rutas, terminales, estaciones, vehículos y un largo etcétera. Hay que incluir, como se dijo anteriormente, hasta como evitar viajes, lo cual reduce la demanda y las exigencias para la misión transporte.
7 Pero también hay que considerar su contribución y relación de interdependencia con otras áreas. Como son la transferencia tecnológica, la industrialización, la generación de empleo, la organización social y comunal, la distribución y ordenamiento físico-espacial del territorio y de las ciudades, el respeto ambiental, la conectividad y productividad nacional, la racionalidad energética, el aprovechamiento de las potencialidades marítimas, fluviales y aéreas para el transporte, otro largo etcétera.
8 En fin, la misión transporte hay que lanzarla como a un jugador en
un momento crucial del juego, para que su función sea reforzar el esfuerzo
necesario para que el conjunto, el país, alcance sus grandes objetivos
políticos, éticos, culturales, productivos, entre otros. Jamás con una visión
única de sus especificidades ni como un fin en sí mismo.
400 ENTREGAS ¡NA´
GUARÁ!
Alberto Urdaneta
Resulta fácil
decirlo, pero hay que ver lo que significa la elaboración y entrega oportuna de
400 páginas, durante 400 consecutivas semanas. Ocho años de estar aportando
críticas sustentadas y oportunas orientaciones sobre el acontecer en nuestras
ciudades y la vivienda. Una verdadera hazaña, en este país lleno de improvisaciones,
y de falta de constancia y seguimiento de cuanto se hace.
Si, hace ocho años,
cuatro estimados amigos, destacados profesionales de este país, fundaron e
iniciaron la publicación de Aceras y
Brocales. Página viva, llena de comentarios, críticas y orientaciones constructivas,
con entrevistas y opiniones de connotados compatriotas y alusiones de los
lectores.
Henrique Hernández
Osuna, Alfredo Roffé, estimados compañeros y destacados profesionales ya
desaparecidos, conjuntamente con Juan Pedro Posani y Alejandro López Arocha,
quien ha fungido como coordinador, iniciaron esta noble y dura tarea en Ultimas
Noticias. Hoy al arribar a la entrega 400, merecen todo un reconocimiento por
tan provechoso y connotado aporte.
La constancia, la persistencia,
la claridad y permanencia de los principios orientadores, que han manifestado
durante estos últimos ocho años, constituyen un valioso aporte a favor de
nuestros problemas urbanos. Un claro reconocimiento a estos distinguidos
compatriotas por esta labor en beneficio de la patria.
GRAN MISIÓN TRANSPORTE
Tomás de la Barra
Las primeras 300 páginas se dedicaron a
señalar la gran falla del proceso revolucionario: la vivienda. En efecto, hasta
2010 los programas no arrancaban, no producían resultados. Una y otra vez AyB señaló esto, hasta que las fuertes
lluvias de diciembre de 2010, con 120 mil refugiados, le dieron la razón de
manera dramática. También detonaron la extraordinaria capacidad del presidente
Chávez para hacerse grande en las dificultades.
Nació así la Gran Misión Vivienda. Chávez
puso en máxima tensión a todos los organismos del Estado que tuvieran alguna
capacidad de construcción: Metro, Pdvsa, MTT, gobernaciones, alcaldías, etc., y
a las comunidades. No sólo el resultado numérico es extraordinario, sino también
la calidad de las viviendas, y su plena inclusión en la trama urbana.
Desgraciadamente la GMVV no ha sido
acompañada por otros componentes, entre los cuales destaca el transporte. Así
como AyB fustigó a los responsables
de vivienda, ahora lo debe hacer a los encargados del transporte urbano.
El transporte en todas las ciudades del
país es un desastre. Predominan mafias disfrazadas de cooperativas, cupos y
avances, unidades viejas. Ciudades como Maracaibo y Barquisimeto se manejan con
chatarras “5 puestos”. Aún en Caracas el 60% de los viajes se realizan en
microbuses de mala calidad, mal organizados y caros.
Se han hecho esfuerzos, pero sin brújula.
Mérida con trolebuses demasiado grandes para la trama urbana de la ciudad.
Maracaibo con un metro que no lleva gente. Valencia con un metro muy limitado
mientras en la calle predomina el caos. Barquisimeto con 85 trolebuses
carísimos que nunca salieron a la calle. Caracas con metrocables y cable-trenes
que sólo logran un impacto marginal, a pesar de su alto costo. Todo esto tiene que cambiar, y de manera
radical.
En América Latina, Venezuela es el líder en
cambio social, pero en transporte público estamos raspados. Es una tarea
importante y compleja, pero impostergable. Involucra una larga cadena de
producción, operación y mantenimiento. Hay que cambiar las leyes obsoletas y la
mentalidad de las personas. Es la Gran Misión Transporte.
Desde estas páginas estaremos en pie de lucha. Esperamos que los lectores nos acompañen con sus ideas y contribuciones.