sábado, 23 de noviembre de 2013

AyB 400 - 21 Noviembre 2013

Aceras y Brocales número 400!!







VIENE OTRA MISIÓN



1 La semana pasada el presidente anunció su inminente creación. Nuevamente se acierta al priorizar el transporte, uno de los elementos urbanos esenciales. La movilidad, y sus componentes: transporte y vías, son claves en la estructuración de la ciudad. Son como el sistema circulatorio del cuerpo humano. Aquí señalado desde hace 400 páginas. El asunto ahora, es como se enfoca esa futura misión.
2 Ojalá se empiece por evitar la necesidad de moverse innecesariamente, para lo cual es clave tomar dos acciones, por ejemplo, como parte de la misión transporte y de la eficiencia urbana general.

3 Una, desarrollar el uso masivo de internet, en sustitución de la presencia física, para realizar las infinitas, diarias y reiterativas diligencias y trámites exigidos para cualquier cosa y simplificar procedimientos, requisitos y formatos administrativos.
 
4 Dos, disponer de equipamientos y servicios urbanos vecinales, a distancia caminable de las áreas residenciales. En la medida de lo posible y de lo recomendable, a 400-600 metros. Sería zonificar los equipamientos y garantizarlos en calidad y cantidad, cerca de las viviendas.

5 Como se desprende de lo anterior, la ciudad es compleja y al impulsar misiones estructurantes como la GMVV, Barrio Nuevo Barrio Tricolor, la de transporte, entre otras, hay que enfocarlas en su conjunto e interdependencia. Por ejemplo, la vivienda sin producción, cultura, lo comunal, equipamientos, servicios y movilidad, está incompleta. Así como la ciudad vista en pedazos, es ignorancia supina.

6 El transporte hay que impulsarlo holísticamente. Sin centrarse sólo en sus aristas técnicas: modos, vías, rutas, terminales, estaciones, vehículos y un largo etcétera. Hay que incluir, como se dijo anteriormente, hasta como evitar viajes, lo cual reduce la demanda y las exigencias para la misión transporte.

7 Pero también hay que considerar su contribución y relación de interdependencia con otras áreas. Como son la transferencia tecnológica, la industrialización, la generación de empleo, la organización social y comunal, la distribución y ordenamiento físico-espacial del territorio y de las ciudades, el respeto ambiental, la conectividad y productividad nacional, la racionalidad energética, el aprovechamiento de las potencialidades marítimas, fluviales y aéreas para el transporte, otro largo etcétera.

8 En fin, la misión transporte hay que lanzarla como a un jugador en un momento crucial del juego, para que su función sea reforzar el esfuerzo necesario para que el conjunto, el país, alcance sus grandes objetivos políticos, éticos, culturales, productivos, entre otros. Jamás con una visión única de sus especificidades ni como un fin en sí mismo.
 

400 ENTREGAS ¡NA´ GUARÁ!
Alberto Urdaneta

Resulta fácil decirlo, pero hay que ver lo que significa la elaboración y entrega oportuna de 400 páginas, durante 400 consecutivas semanas. Ocho años de estar aportando críticas sustentadas y oportunas orientaciones sobre el acontecer en nuestras ciudades y la vivienda. Una verdadera hazaña, en este país lleno de improvisaciones, y de falta de constancia y seguimiento de cuanto se hace.
Si, hace ocho años, cuatro estimados amigos, destacados profesionales de este país, fundaron e iniciaron la publicación de Aceras y Brocales. Página viva, llena de comentarios, críticas y orientaciones constructivas, con entrevistas y opiniones de connotados compatriotas y alusiones de los lectores.

Henrique Hernández Osuna, Alfredo Roffé, estimados compañeros y destacados profesionales ya desaparecidos, conjuntamente con Juan Pedro Posani y Alejandro López Arocha, quien ha fungido como coordinador, iniciaron esta noble y dura tarea en Ultimas Noticias. Hoy al arribar a la entrega 400, merecen todo un reconocimiento por tan provechoso y connotado aporte.
La constancia, la persistencia, la claridad y permanencia de los principios orientadores, que han manifestado durante estos últimos ocho años, constituyen un valioso aporte a favor de nuestros problemas urbanos. Un claro reconocimiento a estos distinguidos compatriotas por esta labor en beneficio de la patria.

 

GRAN MISIÓN TRANSPORTE
Tomás de la Barra

 En este número 400 vale destacar la gran labor que Aceras y Brocales (AyB) ha cumplido como conciencia crítica del quehacer urbano. Crítica desde el compromiso. Crítica para mejorar el proceso social y político.

Las primeras 300 páginas se dedicaron a señalar la gran falla del proceso revolucionario: la vivienda. En efecto, hasta 2010 los programas no arrancaban, no producían resultados. Una y otra vez AyB señaló esto, hasta que las fuertes lluvias de diciembre de 2010, con 120 mil refugiados, le dieron la razón de manera dramática. También detonaron la extraordinaria capacidad del presidente Chávez para hacerse grande en las dificultades.

Nació así la Gran Misión Vivienda. Chávez puso en máxima tensión a todos los organismos del Estado que tuvieran alguna capacidad de construcción: Metro, Pdvsa, MTT, gobernaciones, alcaldías, etc., y a las comunidades. No sólo el resultado numérico es extraordinario, sino también la calidad de las viviendas, y su plena inclusión en la trama urbana.

Desgraciadamente la GMVV no ha sido acompañada por otros componentes, entre los cuales destaca el transporte. Así como AyB fustigó a los responsables de vivienda, ahora lo debe hacer a los encargados del transporte urbano.

El transporte en todas las ciudades del país es un desastre. Predominan mafias disfrazadas de cooperativas, cupos y avances, unidades viejas. Ciudades como Maracaibo y Barquisimeto se manejan con chatarras “5 puestos”. Aún en Caracas el 60% de los viajes se realizan en microbuses de mala calidad, mal organizados y caros.

Se han hecho esfuerzos, pero sin brújula. Mérida con trolebuses demasiado grandes para la trama urbana de la ciudad. Maracaibo con un metro que no lleva gente. Valencia con un metro muy limitado mientras en la calle predomina el caos. Barquisimeto con 85 trolebuses carísimos que nunca salieron a la calle. Caracas con metrocables y cable-trenes que sólo logran un impacto marginal, a pesar de su alto costo. Todo esto tiene que cambiar, y de manera radical.

En América Latina, Venezuela es el líder en cambio social, pero en transporte público estamos raspados. Es una tarea importante y compleja, pero impostergable. Involucra una larga cadena de producción, operación y mantenimiento. Hay que cambiar las leyes obsoletas y la mentalidad de las personas. Es la Gran Misión Transporte.

Desde estas páginas estaremos en pie de lucha. Esperamos que los lectores nos acompañen con sus ideas y contribuciones.



 

 

viernes, 15 de noviembre de 2013

AyB 399 - 14 Noviembre 2013








¿LA HORA DE CARACAS?

1 Caracas tiene que disponer de un plan dinámico de transformación urbana, profunda, que guíe su desarrollo desde hoy y durante los próximos 100 años. Este año hay elecciones de alcaldía metropolitana y de los cinco alcaldes que la conforman, como de los otros 12 de la región metropolitana. Tirios y troyanos electos, tienen la responsabilidad de aportar e impulsar ese plan a 100 años.
2 La escogencia de estos personajes no puede ser a capricho. Es vital seleccionarlos por sus visiones de vida, por la validez, viabilidad y concreción de propuestas de proyecto de país y para el municipio, no por sus quejaderas y críticas a otros, sino por sus capacidades y talentos, por la convicción de conformar equipos y coordinar con los otros alcaldes, entre otras cualidades.

3 El alcalde metropolitano es esencial. Tiene que ser el gran conciliador de visiones diversas, de integrar a una región hoy partida en pedacitos soberanos y desvinculados entre sí, de visualizar la integralidad de Caracas y de su variada y compleja composición política, espacial, productiva, social, ambiental, cultural.
4 Caracas no puede seguir siendo cinco municipios o 17, cada quien por su lado e ignorando a los demás. No puede seguir desarrollándose según el resultado de sus disueltos retacitos. No se puede permitir que mientras en sectores de la ciudad se crean y rescatan los espacios públicos, en otros, disminuye la población por la reducción del uso residencial y aumento del financiero, empresarial y comercial.

5 En otros se densifica el uso residencial, comercial, en detrimento de espacios productivos y recreacionales, y sin la consideración ni ejecución de los servicios, transporte y equipamientos requeridos, acabando con una de las zonas ambientales privilegiadas que le quedan a Caracas después del Waraira Repano.

6 En otro se permiten alteraciones de zonas residenciales patrimoniales hasta para permitir casinos y otros usos que van desplazando población para las ciudades dormitorios y así, intensificar los graves problemas de accesibilidad y movilidad entre Caracas y su región metropolitana.
7 En diciembre debe surgir una nueva posibilidad para que la capital se organice institucionalmente, se centralice su planificación regional y metropolitana, con la participación y consideración de las diversidades comunales, municipales y poblacionales. Y se pueda elaborar el plan de los próximos 100 años, para que en enero de 2014 se arranque con una visión integral, coordinada y participativa, que permita dirigir la ciudad hacia su gran y profunda transformación permanente por el resto de sus años. Esto debe ser premisa básica para escoger a quienes quieren y deben asumir esta magna y compleja responsabilidad.

 
LA RIGIDEZ DE LOS PLANES URBANOS
Alberto Urdaneta

Elemento importante a considerar en los planes de ordenación urbana local o PDUL. Debe seguirse lo pautado en dichos planes. Corresponde a las necesidades de la población a asentarse en el espacio urbano, conforme a la proyección del crecimiento de la población y a la satisfacción de todas sus necesidades, en servicios y equipamientos, garantizando buen nivel de vida y funcionamiento satisfactorio de la ciudad, en producción, movilidad, recreación, cultura, deporte y todo aquello relativo al buen nivel de vida.
Las ciudades son dinámicas, no permanecen estáticas, se dan modificaciones, salvo en aquellas zonas declaradas patrimonio, sujetas a conservación sin modificaciones, bajo estrictas normas. En caso de requerirse modificar lo planificado, cambio contra el orden establecido, con acciones que pueden significar diferencias en la infraestructura, saltos cuantitativos y cualitativos en las inversiones y destrucción de parte de lo hecho, ha de verse en toda su amplitud, en el conjunto y tomarse solo mediante referendo, como apuntó entrega anterior de Aceras y Brocales.

También en entrega anterior se anota que los cambios de uso y de intensificación del mismo, introducidos en los en los vigentes planes urbanos, de nuestras ciudades, han apuntado a desordenar, a destruir parte de lo hecho, a obligar al estado a realizar grandes e inesperadas inversiones, a crear grandes valorizaciones de la tierra, dando lugar a jugosos negocios inmobiliarios, con enriquecimiento violento de pocos, empresarios y funcionarios, en perjuicio de todos. Por eso, estos cambios no pueden ser potestad de unos pocos, aún electos por votación popular, sino mediante mecanismos que involucren a toda la comunidad.
Si en una parcela establecida para construir una vivienda se permite, mediante una simple disposición, construir 20, el valor de esa tierra crece en forma violenta, valor que captan los empresarios y los que se prestan a la movida, acarreando grandes daños.

 
UNA VIEJA CARTA
En 2011 nos escribió Juan C González M. sobre la importancia de La Carlota como base aérea. Nos decía entonces: “… quería plantear algo que presenté hace años en el estado mayor general de la aviación y sostuve ante el ex ministro José David Cabello, que era un error eliminar la Base Aérea de La Carlota. Esto como consecuencia de la vulnerabilidad de esta capital, especialmente en cuanto a las vías de acceso a la hora de sismos que en algún momento ocurrirán. Este planteamiento, se vio resaltado cuando la tragedia de Vargas y la tremenda respuesta que dimos, no vino en función a la existencia de planes bien estructurados o un aparato logístico previsto para ello, vino de nuestra capacidad de improvisación en contingencia y la existencia de una infraestructura humana y física característica de una base, en la que contábamos con comedores y alimentos para 15 días, hangares y depósitos donde se almacenó todo lo que por la pista llegaba, dormitorios donde después de un arduo día podíamos reposar sin depender de los servicios externos pues contábamos con dos pozos profundos y grupos electrógenos, tintorería, banco y muchas cosas más que nos dieron el aguante para tal jornada. Por todo lo antes planteado considero un error utilizar estos espacios y seguir concentrando beneficios en las principales ciudades con un evidente problema de distribución territorial equitativa, aún con la existencia de proyectos como el que presenté hace cuatro años de la autopista regional del sur, entre otras propuestas”.

Corto comentario sobre una vieja carta
Sus planteamientos son extremadamente importantes considerarlos en todas las decisiones sobre la planificación y desarrollo de Caracas. Lo cual no colide con el nuevo proyecto de La Carlota, en el cual se debe dejar la pista, ampliar la capacidad de helicópteros y prever el resto de la logística que JC González señala como experiencia cuando lo de Vargas en 1999. Esos espacios sí deben ser reenfocados, el asunto está en que en sus nuevos usos o transformaciones, se prevean aquellos aspectos que la ciudad requiere tanto para su funcionamiento cotidiano como para emergencias por calamidades causadas por el hombre. Tema donde los alcaldes tienen mucho que aportar y decidir.

lunes, 11 de noviembre de 2013

AyB 398 - 07 Noviembre 2013









LO NUEVO DE BARRIO NUEVO BARRIO TRICOLOR
 
El pasado jueves, el presidente presentó la segunda etapa de ese indispensable plan. Lo igualó como prioridad y política de Estado, con la Gran Misión Vivienda. Lo urbano y la vivienda, entraron definitivamente a ser parte de las prioridades vitales de las políticas públicas. Lo esencial de esta nueva fase es su enfoque. De un programa puntual y de bajísimo impacto, por sus debilidades, se presenta ahora un plan con grandes expectativas por los siguientes factores.

1 Se constituye un ente nacional, centralizado e interinstitucional, para su dirección, planificación, coordinación, seguimiento y evaluación. Integrado por instancias nacionales, estadales, municipales y comunales. Con participación de funcionarios, líderes políticos y sociales, profesionales, milicias populares. Se completa este ente nacional con salas de coordinación, en cada sector del barrio, con los recursos y capacidades técnicas requeridas, para ejecutar los programas y proyectos.

2 Se fijan metas muy concretas con los recursos exigidos. Un millón de familias entre 2013-2014. Entre cinco a seis millones de personas. Se precisan sectores a recuperar en forma integral. Las comunidades, con apoyo del Estado, definirán los límites de cada sector, sus necesidades y aspiraciones priorizadas, la organización y logística local para manejar los recursos.

3 El enfoque general destaca los siguientes objetivos. Integración cívico-militar. Avanzar y fortalecer las comunas. Nueva cultura urbana. Garantizar la paz y la seguridad barrial. Afianzar las capacidades productivas comunales actuales y crear nuevas. Eliminar riesgos por sismos y lluvias torrenciales. Garantizar y dotar de accesibilidad, movilidad, servicios y equipamientos. Organizar en sitio la seguridad y defensa de la patria. Disponer en cada sector de los recursos e insumos requeridos para el plan. Potenciar la organización y capacidades del poder local y la asamblea popular.

4 Lo más inédito de este relanzamiento del plan, es la inclusión de la calidad y belleza urbana. Se invitó a arquitectos, ingenieros, artistas, paisajistas, entre otros, para aportar en esta nueva oportunidad de intervenir los barrios con integralidad, continuidad y metas medibles e impactantes.

Sólo una duda, si esta visión integral exige obras estructurantes de alto impacto y costos, como vialidad, redes de servicios, equipamientos, estabilización geológica, reubicación de familias y nuevas viviendas, etc., la meta de un millón de familias ¿será excesivamente ambiciosa?

 
¡ZAMURIÁLO!
Alberto Urdaneta

Estamos en tiempos de alta especulación económica con artículos de primera necesidad y hasta con la muerte. Hay negocios que llegan, incluso, a la necrofilia. Se ha tenido que regular a los servicios funerarios. El endeudamiento en el que se incurre para enterrar a deudos es espantoso, sumado al mercantilismo de los cementerios, donde fosas y mantenimiento son rentas que acogotan a los propietarios. Los cementerios públicos del Estado han desaparecido, dando paso a negocios que viven de la muerte. Sobre el tema, traemos dos anécdotas de contenido significativo:

Hace años, una comunidad indígena llevaba a enterrar a un deudo cargando al muerto sobre sus hombros. Transitaron por la calle principal de Píritu (Anz) y al pasar frente a la Jefatura Civil, el jefe civil los paró y les dijo que para realizar el entierro tenían que pagar un impuesto. Los indios le respondieron: ¡El difunto es un compadre! ¡No tenemos cobres! ¡Así no pueden enterrarlo!, replicó el jefe civil. La comitiva de indios se agrupó y hablaron entre ellos. Le comunicaron al funcionario que iban a recoger los cobres y, mientras tanto, dejarían el cadáver en la Jefatura. Por supuesto, estarían de regreso lo más pronto posible. El jefe civil convino. Los indios, en su astucia ancestral, no volvieron y le tocó al jefe civil ¡enterrar al muerto!

Hace unas décadas, en una fiesta del Centro de Ingenieros del Zulia, en Maracaibo, estaba entre los invitados el propietario de una funeraria. En un determinado momento, agarró el teléfono y llamó (suponemos que a un compañero) preguntándole: ¿Sabéis qué ha pasado con fulano? Evidentemente se trataba de un moribundo. El compañero seguramente le contestó que aún no había muerto, a lo cual el personaje respondió en argot bien maracucho: Mirá, ¡zamuriálo! ¡zamuriálo!




PLANES URBANOS

Muchos creen que los planes de desarrollo de las ciudades son imprescindibles. Ciudad sin POU (Plan de Ordenación Urbanística) y municipio sin Pdul (Plan de Desarrollo Urbano Local), está en nada. Hay que tener un plan, si no, hay que elaborarlo y si existe hay que remozarlo. Porque el plan es el marco legal para apoyar las decisiones (buenas y malas) de alcaldes y concejales.

Aunque haya quienes con buena fe y profesionalismo los elaboran, los planes actuales son resbaladizos. En la Región Metropolitana de Caracas (17 municipios), los planes han sido la mampara para la más descarada y deshonesta gestión local a través del tiempo. Grandes fortunas han surgido de la tierra y sus cambios de zonificación, en componendas entre alcaldes, directores, concejales, síndicos y promotores.

Muchos recordarán al Distrito Sucre -agrupaba a los actuales municipios Baruta, Chacao, El Hatillo y Sucre-, célebre por los repetidos escándalos, irregularidades y corrupción. Las ciudades “dormitorios” de Caracas (Altos Mirandinos, Guarenas-Guatire, Valles del Tuy), son prueba bochornosa del uso de los planes en forma arbitraria e irracional. Hoy vemos estupefactos, los cambios de zonificación en Chacao, Baruta, El Hatillo. Muestra palpable de la inutilidad de los planes. El epicentro en boga de la “utilidad” del Pdul, para pocos, es El Hatillo, donde se está definiendo el futuro de la mayor extensión de tierra para “urbanizar”, disponible en Caracas.

En nombre de la “planificación” y la “modernidad”, los planes aumentan densidades, cambian usos en sectores sin vocación ni condiciones para ello, y los servicios, transporte, empleo, vialidad y equipamientos, siempre se prevén pero para su futura ejecución por “alguien”. Que después casi no ocurre. Es decir, el Pdul da luz verde para la veloz aprobación de viviendas, oficinas y centros comerciales, y luego, “alguien”, atenderá sus demandas de agua, energía, movilidad, empleos, educación, salud.

Esa es causa determinante de la “caotización” de la llamada ciudad formal. Ineficiente en funcionamiento y productividad, desequilibrada en distribución poblacional y deficitaria en servicios, equipamientos y transporte. El asunto no es seguir elaborando “Pdules” como los que aún se proponen. La ciudad es demasiado importante para verla como municipios separados y con cambios arbitrarios de lo planificado. Caracas clama con urgencia una nueva planificación, gestión y coordinación urbana. Integral y popular. Barrial, comunal, municipal, metropolitana y regional.

El Hatillo: modelo de irracional diáspora urbana impulsada en el Pdul



viernes, 1 de noviembre de 2013

AyB 397 - 31 Octubre 2013










¿QUÉ HACER EN LOS BARRIOS?

1 Los barrios causan dos impresiones opuestas. Una, un mundo rico en llaneza y solidaridad humana, audacia e inventiva para modificar y vivir el territorio, notable arquitectura popular con asombrosos detalles, gratos rincones, inauditas escaleras y veredas. Dos, múltiples e infinitas necesidades, posibilidades culturales, productivas y físicas, desperdiciadas, ausencia de una estrategia de desarrollo.

2 También es visible una presencia esencial del Estado, a través de Barrio Adentro, otros equipamientos y de operativos de recolección de basuras, seguridad, alimentación. Pero lo vital del barrio son sus habitantes, ávidos de asumir con sus esfuerzos y saberes, la materialización de soluciones para la accesibilidad, productividad, servicios, equipamientos, vivienda.

3 ¿Qué falta entonces? Falta un “golpe de timón”, en enfoque y gestión pública. Se impone un “sacudón” institucional y popular. Las iniciativas de los años 60 en adelante, fueron asistencialistas y puntuales, además ineficaces a pesar de las buenas intenciones y la gente honesta y profesional que participó. A partir de 1999, al igual que en vivienda hasta 2011, ha habido un esfuerzo enorme del Estado, pero igualmente limitado, incompleto.

4 ¿Qué hacer ahora? Aplicar un “sacudón” con rigor y pasión. Como se hizo con la Misión Vivienda en 2011. ¿Qué es eso del sacudón? Muy simple de decir y muy complejo de aplicar. Simple, porque es trasladar en mente y en físico, a la gerencia pública de escritorio al sitio donde diariamente se “bate el cobre”. Para que los funcionarios, incluidos profesionales y estudiantes, “vivan” en el barrio y se amalgamen a los pobladores, a sus saberes, a sus culturas, a sus amores. Y desde allí cumplan sus responsabilidades y competencias, pero con éstos y sus circunstancias. Complejo, porque ¿quién impulsa esta radical transformación de visión y gestión, y cuándo?

5 ¿Cómo hacerlo? Mediante la fusión Estado-Comunidad. Las alcaldías, con un vigoroso apoyo central para las obras estructurantes, se centrarían en la planificación, coordinación, seguimiento y evaluación, espacial, productiva y cultural del barrio. Dentro del plan general de desarrollo local en estrecha interrelación con municipios vecinos y bajo el plan nacional. Con un personal mínimo y de “alto rendimiento”. Pero programas, proyectos y su ejecución, se diseñarían y realizarían por un equipo técnico transdisciplinario en la comunidad. Ubicado en el “medio” del barrio, con todos los recursos para funcionar, en una edificación donde laboren y hasta vivan algunos.

6 En síntesis, dividir a las alcaldías en dos toletes: uno, muy pequeño pero denso en conocimientos, con sede centralizada, itinerante para “empaparse” de las realidades, que planifica, coordina, supervisa y evalúa, el desarrollo sistémico del municipio y sus comunas. El otro tolete, en tantos equipos de trabajo como sean necesarios, según tamaño, densidad de población, accesibilidad y topografía, de zonas y barrios que conforman el municipio. Cada equipo constituido por arquitectos, ingenieros, geólogos, entre otros, más los constructores, productores, líderes sociales, maestros, médicos, artesanos, que representan los talentos, saberes y culturas del barrio.

7 Sembrar en cada pedacito del municipio, una parte de la alcaldía y del Estado, para proyectar y construir desde allí, el progresivo, firme y realmente esperanzador recorrido hacia la conversión radical de los barrios y por lo tanto de un gran porcentaje de población y de territorio. Igual debe hacerse con pueblos y caseríos.

8 Eso es el “sacudón”. Juntar Estado y gente, recursos y requerimientos, culturas y saberes, en el terreno, con la comunidad, cada día, cada noche. Seguro que esta visión, eliminará la angustiosa demanda de ayuda, que hoy es vía desesperanzada para intentar solucionar urgencias. Y dará a los pobladores una expectativa de futuro, porque estará en sus manos y en la distribución justa de la riqueza nacional, por parte de un Estado que cumple su rol junto a ellos.

9 ¿Será posible? Empezar en sólo 10 alcaldías y seguro que se desencadenará un fértil proceso de asombrosa creatividad y respuesta concreta y efectiva, para la vida de las mayorías venezolanas. Sus capacidades y potencialidades se dispararían para impulsar el desarrollo colectivo, lo cual conduciría a un Estado más político y ductor y a una población más productiva y consciente de su hoy y del mañana.

 
 
 
Comenta un lector sobre BusCaracas
Tomás de la Barra
Nos escribe el lector Pedro Ríos comentando el artículo La lógica del BusCaracas. Dice ser usuario de las camionetas que permanecen operando en los canales mixtos y detalla una serie de eventos que obstaculizan la circulación. A la vez señala que en los canales exclusivos el servicio de BusCaracas presenta una frecuencia baja. Al respecto cabe señalar:
  • En efecto, la frecuencia de BusCaracas debería ser más alta. En parte esto se debe a la flota de articulados a gas, que tienen problemas de recalentamiento, muy baja autonomía y llenado de combustible muy lento. Estas unidades no las escogió el Metro, les fueron impuestas sin mediar un proceso de selección técnica ni licitación.
  • El lector señala que el BusCaracas no le sirve, y que como él hay muchas personas. Esto también es verdad. El servicio opera en aislamiento del resto del sistema superficial convencional. No debería haber rutas operando en paralelo. Debería haber una red de alimentadores operando unidades más pequeñas con tarifas integradas, y además debería haber muchos corredores similares al de BusCaracas que el usuario pueda combinar para realizar sus viajes.
  • El lector señala que en los canales mixtos se estacionan vehículos, que La Hoyada es un infierno y que no hay fiscales. Esto también es verdad. Para que la lógica del BusCaracas sea efectiva, debe haber control y fiscalización, y campañas de concientización a los usuarios, lo cual no se ha hecho.
Estos aspectos no contradicen el concepto del artículo de la semana pasada. ‘La lógica’ está y es válida. El lector tiene razón en que debe haber mucho mejores condiciones para que ‘la lógica’ sea más efectiva y beneficie a todos.
 
 
Más sobre BusCaracas
Nos escribe Anne Marie Bouvrain, de la Alianza Francesa CCS, que además de las ventajas de ese sistema, es necesario respetar el tiempo. Dice que en Francia los buses respetan los horarios, indicados en las propias paradas techadas, lo cual le garantiza a los usuarios llegar a tiempo a su destino. Tiene razón y como no tenemos respuesta, evadamos con una anécdota del Ing. Guillermo Mc Quhae. Quien hace décadas invitó a un experto extranjero en transporte y después de recorrer Caracas en autobús, le preguntaron qué opinaba y contestó: ¡esto es una maravilla!, dónde en el mundo Ud. le dice al conductor “déjeme aquí” o “donde pueda” ¡y allí se detiene el bus y Ud. se baja!