jueves, 13 de febrero de 2014

AyB 407 - 23 Enero 2014







MÁS SILENCIOS

En estos momentos se reavivan oportunidades para contribuir con el desarrollo armónico de las ciudades. Cada vez más se evidencian síntomas de entender programas y proyectos como partes tributarias del contexto urbano y regional dentro del cual se ejecutan.

Así se observa en la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv) y su nueva fase a partir de 2014. También en la recién reformulada Gran Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor. Dos de las decisiones de alto impacto urbano jamás realizadas en la historia urbana del país. Tanto por su extensión en todo el territorio como en la intensidad y volúmenes de construcción y densificación que han representado más de 540.000 viviendas en tres años.

Hasta ahora se ha continuado con la práctica tradicional de seleccionar terrenos e implantarles edificios o casas, consolidando el régimen privado y aislado de la propiedad de la tierra. Expresión perfecta para el negocio inmobiliario más que para la transformación urbana con visión colectiva y comunal.

Caracas, desde los años 40 del siglo pasado, tiene el ejemplo de cómo entender la ciudad desde la perspectiva pública, colectiva y comunal. Se trata de la urbanización El Silencio, concebida por el Arq. Carlos Raúl Villanueva y ejecutada durante el gobierno de Medina Angarita.

Es insólito, que tan ejemplar enfoque de transformación urbana y de arquitectura tropical, hasta hoy, haya sido soslayado por arquitectos y urbanistas. Allí siguen vigentes, con algunos ajustes, los principios esenciales de cómo concebir, dentro de un plan maestro de Caracas, planes de transformación urbana en diferentes sectores de la ciudad. En páginas anteriores hemos señalado muchos.

Caracas tiene zonas extraordinarias para hacerle “cirugías” mayores y menores que al hacerlo irían configurando y materializando la real transformación urbana de la ciudad. Donde las áreas para vivir compartan con sus equipamientos y servicios, se mezclen, se integren.

El Silencio debe ser la referencia fundamental para tales cirugías. Llenemos de “Silencios” a San Agustín, La Yaguara, Catia, Antímano, Baruta, Chacao, Sucre. Evitemos Urbinas, Terrazas del Ávila, Los Palos Grandes, Parques Centrales y un extenso etcétera. Más sobrios silencios, patios y corredores urbanos, menos arrogantes e impersonales torres y cristales, el sismo nos la cobrará.


LEYES, PLANES Y DESCONOCIMIENTOS
Alberto Urdaneta

Son temas sobre la mesa, cuyo tratamiento por algunos no es entendible dentro de la lógica democrática y del funcionamiento de las instituciones del Estado. El que un diputado, gobernador o alcalde desconozca al presidente de la República, legítimamente electo, no cabe en este contexto. Se pueden tener diferencias ideológicas, políticas y de procedimientos, pero no cabe el desconocimiento, la investidura no lo permite.

No es entendible el desconocimiento de los niveles de gobierno, de las prevalencias y de las autonomías relativas por los niveles regionales y locales. Existe un nivel constitucional, legal de obligatorio cumplimiento por todos. Un marco nacional, con líneas matrices, todo un Plan Nacional, que debe cumplirse en los diferentes niveles, con las correspondientes cuotas, para  lograr un desarrollo coherente, articulado, coordinado, que responda al conjunto que conllevan los planes nacionales. A los gobernadores y a los alcaldes, no les está dado contraponer lo planificado a nivel nacional sino contribuir, realizando lo correspondiente, para lograr lo  buscado con el plan.

Eso es la autonomía relativa. Se tiene una autoridad, unas atribuciones acordes al ámbito, pero también se tienen unas obligaciones con las leyes y planes nacionales. Cabe señalar, en específico, el Plan de la Patria, aprobado en dos oportunidades por el pueblo, al elegir a los presidentes que lo presentaron. Convertido por la Asamblea Nacional en Ley. Mal puede ser desatendido o contrariado por gobernadores y alcaldes.

El Plan de la Patria, además de los planteamientos generales que deben ser desagregados por estado y por municipio, establece Distritos Motores con obras especiales para el beneficio local, regional y nacional. Por tanto, son de obligatoria atención por gobernadores y alcaldes. No se trata de bozalear a nadie, sino de exigir el cumplimiento de obligaciones legales, por el bienestar de todos, independientemente de diferencias ideológicas o del quehacer político. Por encima está el país, el conjunto, la patria, el futuro de todos según lo ha determinado la mayoría.


LECTORES OPINAN

Entuertos en la ocupación del territorio. Jorge Daza, asiduo lector, señala como ejemplo de un entuerto el caso de la refinería El Palito y su peligro potencial en la zona en que se encuentra con una autopista al lado y con mucha población cercana. “Da terror quedarse en una cola frente a una refinería a solo metros de esta y pensar en Tacoa, Paraguaná. Creo que los gobiernos han conocido del problema y han resuelto como el caso de Jose en Anzoátegui, al desviar la autopista y dejar la carretera como vía interna. En el caso de El Palito es más complicado por la topografía, pero no difícil, si se desvía la autopista Valencia antes de llegar a El Palito, unos kilómetros antes y se sigue por la montaña hasta salir cerca de Morón o Planta Centro. Por supuesto aquí habrán muchos problemas ambientales por lo intricado de la montaña que tendrá que ser intervenida”. Añade el caso de la ampliación y nueva Petroquímica de Morón, “que no dejó un espacio suficiente de seguridad al atravesar a ambos lados de la petroquímica la carretera”. Termina expresando su angustia por no obtener respuesta, de sus sugerencias y denuncias al respecto, en diversos organismos, con las siguientes palabras: “Nuestra misión es advertir y buscar soluciones que con la experiencia de muchos camaradas podemos aportar. No nos interesan cargos, ya estamos curados de eso, nuestra mayor satisfacción es que todo lo que se haga, se realice con calidad y eficiencia. También que esto contribuya al triunfo de la revolución, esto no significa que por ello vamos a callar desviaciones y burocratismos”.

Teoría de la Revolución Urbana. “Apreciado Alejandro: es necesario entender que la GMVV no es solamente una especie de gran empresa constructora, es uno de los factores más importantes del cambio sociocultural que impulsará la Revolución. Hasta ahora, tengo la impresión que ello no ha sido asimilado ni planteado por quienes han estado al frente de la GMVV. Esta es una reforma urbana tan importante como la reforma agraria, o la revolución productiva. Yo no sé si existe algo así como una teoría sobre esta Revolución Urbana, si no existe, habría que construirla. Saludos. Mario Sanoja”.


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