EL URBANISMO FORMAL
Los planes urbanos municipales, llamados
“Pdules”, son cada vez más exitosos para erradicar la cualidad vecinal,
tradicional y patrimonial de las ciudades, para sustituirla por ajenos centros
financieros, comerciales y empresariales, con paradigmas de diseño de otras
culturas. Donde el vidrio es usado contra la racionalidad energética y con
consecuencias dramáticas durante un sismo, cuando millones de fragmentos estén
en calles y aceras. Además impulsan la disminución del carácter social de los
espacios públicos y la creación de templos cerrados para el consumismo e
individualismo. En cambio, para ordenar y transformar la ciudad, para
mejorarla, han sido “jarrones chinos”.
En Libertador, durante 70 años, sectores
como El Paraíso, El Conde, San Agustín, La Florida, San Bernardino, Sarría,
entre muchos otros, se desdibujaron, deterioraron y anarquizaron y otros fueron
sobre densificados por una visión urbana especulativa y desarticulada. En
sacrificio de enfoques de urbanismos y viviendas aunque convencionales pero con
relativa calidad para vivir en ellos.
En Chacao, único municipio de Caracas que
está perdiendo habitantes, se modifican cada día áreas residenciales y son
convertidas en bancos, comercios conformes o no y oficinas. Y urbanizaciones
diseñadas bajo criterios racionales, hoy son sobre densificadas y deficitarias en
movilidad, equipamientos y servicios.
En Baruta, se consolida el desorden por el
desbalance entre usos, transporte, equipamientos y servicios. Proliferan más y
más intervenciones descoordinadas, aisladas, puntuales, que obedecen más al
inmoderado beneficio de la tierra que al ordenamiento urbano integral y
colectivo. Las Mercedes y La Trinidad, son casos emblemáticos de ello.
En El Hatillo ni hablar, donde está la mayor
reserva de tierra libre para la expansión de Caracas, la fagocitosis
inmobiliaria está logrando en tiempo record, la conversión de los más extensos
y mejores lotes, con fabulosas condiciones ambientales, en modelos del
despropósito urbano como El Cigarral, y a partir de 2014, el Plan San Antonio
en los terrenos aledaños al seminario San José.
En Sucre la cosa es complicada. Ese
municipio es impotente ante las exigencias y carencias populares que abundan en
barrios intrincados, de grandes pendientes y densidades. Ni con la redoma de
Petare han podido. Y los sectores “formales” han sido anarquizados con “Pdules”
y sin ellos. Ejemplos son Los Chorros, Montecristo, Boleíta y pare de contar.
¿Qué hacer? ¿”Creer en Pdules preñados”? ¿O
inventar un plan a partir de la gente, de sus culturas, espacios y saberes, y
con ella como protagonista?
Cada vez menos vecindad y casitas
Cada vez más impersonales, desproporcionados
y cerrados “Malls”
CONCURSOS DE ARQUITECTURA
Toda obra emblemática es una extraordinaria
oportunidad para ir más allá de sí misma. Es ocasión para promover la arquitectura
para nuestro clima, culturas y saberes; para estimular el avance tecnológico en
diseño, tecnologías y materiales; para apoyar y desarrollar la capacidad
industrial venezolana. Para integrar naturaleza, arte, espacio, tecnología, ciencia,
organización comunal. Para conformar equipos transdisciplinarios. Por todo ello
deben estimularse concursos, bien dirigidos y controlados con lo que se llama “términos
de referencia” para garantizar sus objetivos.
El pabellón de Venezuela en Expo Sevilla en
1992 fue un extraordinario ejemplo para mostrar nuestras capacidades en diseño,
en la industria del aluminio y en tecnologías constructivas. Ese pabellón fue
diseñado por un equipo, por los Arqs. Henrique Hernández y Ralph Erminy, sus
respectivos hijos, ingenieros, artistas, técnicos.
Se pre armó en el país y fue trasladado a
España en partes y componentes para ensamblarlo y montarlo en Sevilla. Fue un
trabajo en equipo entre arquitectos, ingenieros, industriales, artistas,
trabajadores, transportistas, entre otros. Dada su importancia como ejemplo de
la visión integral de la arquitectura y del trabajo transdisciplinario y como
promoción de los adelantos del diseño, saberes y productividad, criollos, llama
la atención su casi olvido como experiencia y más aún, el mismo pabellón fue
regresado y aquí lo “desaparecieron”.
Este comentario viene a propósito de ideas
que se escuchan sobre un palacio de convenciones en Cumaná. Pero se podría
ampliar a las estaciones de los metros, metro cables, cable trenes, trenes,
estadios, terminales de buses, conjuntos de vivienda, edificaciones modulares y
repetibles como viviendas, centros de salud, educativos entre muchísimas otras
obras, necesarias en el desarrollo urbano del país.
Comentario
de Mario Sanoja
La llamada buhonería cubre la vida de un sector de la
población que no desea depender de un salario fijo. Una vez, cuando yo era
estudiante en Francia, uno de mis profesores que estaba haciendo investigación
de campo en Marruecos, nos contaba que durante varios días estuvo visitando a
un vendedor callejero de alfombras, regateando precios, hasta que finalmente
acordaron un precio correcto para ambos. Mi profesor le pregunto si no hubiese
sido más rentable que le diera la alfombra a ese precio el primer día. Y el hombre
le respondió: si se la hubiera vendido el primer día, no habríamos llegado a
ser amigos. Ser un asalariado no es atractivo para todo el mundo. Hay que
reconocer la diferencia y abrirle cauces.
Tiempos de cambios prorrogados
Caracas
necesita y con premura un golpe de timón en su planificación y gestión urbana
metropolitana. Son tiempos de poder popular protagónico de verdad, en la toma
de decisiones para elaborar el plan de desarrollo urbano inmediato y a largo
plazo, para aplicarlo y evaluar avances y etapas. Los resultados del domingo
pasado ¿presagian más de lo mismo? Durante demasiados años la coordinación
metropolitana ha estado ausente incluso entre Chacao, Baruta, Sucre y El
Hatillo, que comparten igual visión de ciudad. Promesas abundan sobre la planificación
y la visión metropolitana de Caracas, pero se quedó en repartir autobuses a dueños
de líneas de transporte conservando las ineficientes y anárquicas condiciones
en que operan. Se perdió la oportunidad de ampliar el poder popular urbano, de
nuevo queda en manos de “expertos” que consultarán sus planes con grupos “targets”
y el mito “Pdul” regirá por otros años ¿Habrá más anarquía menos articulación.
Más pragmatismo menos estrategia. Más privado menos público. Más “Malls” menos bulevares.
Más El Cigarral menos El Silencio. Más concreto y gigantes edificios menos áreas
productivas. Más desarrollismo con déficits de movilidad, equipamientos y
servicios. Más “alguien resolverá” menos asumir responsabilidad? Es tiempo de
reflexionar. Esa realidad no puede seguir. Se requiere un cambio de actitud en
beneficio del colectivo. ¡Tremendo reto!
Perdimos un escribidor de Aceras y Brocales
Fue electo alcalde de Los Teques, nuestro amigo y colaborador Francisco Garcés.
Muchos éxitos en sus nuevas responsabilidades que sabemos no serán fáciles.
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