PLAN MAESTRO PARA LA GRAN CARACAS
Alberto Urdaneta
Nos referimos a la Ciudad de Ciudades: Área Metropolitana de
Caracas, con cinco municipios: Libertador, Chacao, Sucre, Baruta y El Hatillo,
más 12 municipios adicionales: Plaza, Zamora, Los Salias, Carrizal,
Guaicaipuro, Cristóbal Rojas, Paz Castillo, Independencia, Lander, Simón
Bolívar, Urdaneta y Vargas.
Con una extensión total de 117.849 hectáreas, una población
de unos cuatro millones de habitantes y estrecha relación de dependencia y de
funcionamiento de los 12 con los anteriores cinco. Integrando un conjunto o
sistema metropolitano: la gran ciudad de los cinco municipios o Caracas y las
otras ciudades de Carrizal, San Antonio de Los Altos, Los Teques, Guarenas,
Guatire, Charallave, Santa Teresa, Ocumare del Tuy, Santa Lucía, San Antonio de
Yare, Cúa y Maiquetía-La Guaire-Macuto. Es la aproximación que se tiene sujeta
a revisión en cuanto a los grados de dependencia.
Hay un plan para los cinco municipios, vistos como área
metropolitana y otros planes para el resto, pero no un plan maestro para el
conjunto, sin desconocer la realización de obras propiciadoras del mismo. El
Plan de la Nación no establece lo requerido para el funcionamiento del
conjunto.
Para tratar al espacio territorial de los 17 municipios,
apoyándose en lineamientos del Plan de la Patria, en planes sectoriales
nacionales y en el de los cinco municipios, debe elaborarse un plan maestro.
Tenemos un conjunto integrado por un centro muy dinámico, donde está la
capitalidad y una periferia dependiente. Deben verse y manejarse como un todo,
tomando en cuenta las necesidades locales de cada núcleo urbano y las generadas
por las dependencias de la periferia con el centro.
Aparece como organismo llamado a elaborar ese plan maestro
el Ministro para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas. Para ello
ha de estructurar un equipo especial, de alto nivel, que lleve a cabo tan
trascendental y delicada tarea, de fundamental importancia en el proceso de
transformación social, política, económica y de ordenación territorial, que
estamos viviendo y toca llevar adelante.
Una síntesis general plantea, pasearse por su población,
sitios de asentamiento, distribución por edades, proyecciones a mediano y largo
plazo; por la base económica, actividades productivas y de servicio, su
localización y cantidad de empleos que generan; por los servicios y equipamientos,
calidad y alcance de los mismos, conforme a su eficiencia y distribución por
jerarquía, con análisis de cada uno; por el transporte urbano e interurbano,
capacidades y eficiencia de los mismos, su estado y funcionamiento; por el
estado y funcionamiento de las actividades en deporte, cultura y recreación.
Todo enmarcado en el Plan de la Nación, fundamentado en el Plan de la Patria,
Ley Nacional.
Una vez tenido lo anterior, diagnóstico de la situación del
conjunto, proceder a atacar la deficiencias existentes y plantear e
instrumentar la satisfacción de las necesidades futuras. En lo económico,
visualizar que actividades económicas patrocinar y desarrollar y donde
localizarlas, así como revisar cuales, incluyendo cuales de las
gubernamentales, de las localizadas en el centro, son factibles de relocalizar.
En deporte, en recreación, en cultura, lo concerniente a instalaciones y
programas que respondan a las características y requerimientos del conjunto.
En síntesis, definir qué hacer, cuando y como, para garantizar
el buen funcionamiento, presente y futuro, de la Ciudad de Ciudades, conjunto o
sistema metropolitano.
Discriminación
en el acceso a la cultura; aunque usted no lo crea
Oscar
A López
ü La
constitución y las leyes de la república prohíben la discriminación en el
acceso de los venezolanos a la cultura y al esparcimiento. Recordemos como hace
algunos años la acción efectiva del gobierno nacional logró revertir la
vergonzosa práctica prevaleciente en algunos locales de diversión del este de
Caracas en los cuales se discriminaba el acceso a las personas que no fuesen
suficientemente blancas, a buen juicio de los dueños del negocio. Pero la
discriminación no sólo se ha ejercido por el color de la piel, también se ha
discriminado con base a la apariencia física, vestimenta, etc. Pero aunque
usted no lo crea, no es cosa del pasado;
es cosa del presente, al menos en los espacios de BOD Centro Cultural,
La Castellana.
ü El pasado
viernes le fue impedido el acceso a una familia al teatro citado porque la
vestimenta del joven no estaba permitida en su reglamento. La vestimenta
consistía en pantalón bermuda largo y camisa manga larga, vestimenta propia de
un joven de 18 años que en todo caso no puede ser considerada ofensiva por
nadie. Los boletos habían sido comprados
una semana antes en el portal del banco.
ü Tal como
se acostumbraba hace algunos años en las discotecas de Las Mercedes para
impedir el ingreso de personas no blancas, estas políticas de discriminación se
aplican pero no se escriben, no se dejan huellas. En el caso que nos ocupa, ni en el portal web del Centro Cultural ni en las
taquillas del mismo se indica que la empresa tiene estas restricciones de
ingreso. Es una sorpresilla reservada para los inocentes visitantes al teatro.
ü Cualquier
empresa que ofrece un servicio público, debe informar con claridad las reglas
del juego. Al no hacerlo, está haciendo una oferta engañosa. Además, ¿No es una modalidad de estafa el cobrar los
boletos y luego impedir su uso sin ofrecer de inmediato el reintegro del
dinero? ¿Cuántos venezolanos han sido afectados?
ü El impedir
el acceso a la cultura es una acción discriminatoria que viola principios
establecidos en la constitución. Pongamos un ejemplo: Sea un joven estudiante
de un barrio que hizo el esfuerzo de comprar una costosa entrada y que fue
entusiasmado con su pantalón de todos los días. ¿Puede el dueño del Teatro
impedir su ingreso? Sin duda que estas políticas de discriminación que aún
persisten atentan contra el libre acceso a la cultura de muchos venezolanos.
PELONES DEL
ESPIONAJE
Alberto Urdaneta
En la segunda mitad de la década de
los cuarenta del siglo pasado, durante el gobierno de Acción Democrática, era
Presidente del Estado Zulia, hoy son gobernadores, Felipe Hernández, líder de ese
partido, hombre honesto, conocido y conocedor del Zulia, de rectos y ponderados
procederes.
A Felipe le llegó la onda de que existía
un parque de armas para intentar derrocar al gobierno. Dicho parque lo estaban
enterrando en el patio de la casa de Armando Yépez Baralt, zuliano de honestos
procederes, muy conocido en Maracaibo.
Felipe llamó a su Despacho a Yépez y
le manifestó la información que tenía. Armando le contestó, si Felipe, estoy
haciendo un hueco en el patio de mi casa para un pozo séptico, así que iré a
enterrar un parque, pero será de mierda.
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