viernes, 14 de febrero de 2014

AyB 409 - 6 Febrero 2014





¡TRES MILLONES DE VIVIENDAS!

1 La Misión Vivienda habrá construido 600 mil viviendas desde abril 2010 hasta abril 2014. Serían 150 mil por año. Esto es insólito. Pero lo es más cuando el plan para los próximos cinco años es alcanzar 2.400.000 adicionales. Es decir 480 mil anuales, para un total de tres millones. Meta difícil pero no importa. Si tan sólo se produjeran la mitad, es decir 240 mil/año, es decir, un millón 200 mil, sería un hito de magnitudes heroicas en la historia urbana y de la vivienda del país.

2 Pero el tema no es la cantidad de viviendas. Sino los “efectos colaterales”. Sólo tres de ellos. Se atendería a 1/3 de la población actual. El impulso económico-industrial y su consecuencia empleadora, sería épico. La oportunidad para ordenar y equilibrar el territorio, así como para transformar las ciudades, sería única.

3 Tal política de urbanización y vivienda y su impacto en el territorio, la economía, en la industrialización, en la capacidad de formación técnica y profesional, en la organización comunitaria, exige sin demora, dos decisiones estratégicas en la política pública territorial, urbana y de vivienda.

4 Deben crearse dos centros de estudios y desarrollo, de alto nivel y con los recursos necesarios. Uno para el desarrollo territorial y urbano. Otro para la industrialización de la construcción y las edificaciones. Continuar con la transformación profunda requiere, en esta etapa, introducir una visión global, de conjunto, y racionalizar los procesos de planificación, diseño, construcción y seguimiento. Esto es vital.





GOBIERNO LOCAL Y PARTICIPACIÓN POPULAR
Alberto Urdaneta

El ámbito local de gobierno, como célula primaria, es aquella donde se encuentra el gobierno más directamente ligado a la población, el municipio. Sin embargo, no ha venido siendo así. Los representantes electos, alcaldes y concejales, se mantienen en oficinas, concediendo audiencias, y generalmente lejos del trajinar diario de la población, se burocratizan.

Hasta se ha llegado, en años anteriores, a realizar los llamados cabildos abiertos, para escuchar al pueblo, pero ni siquiera estos intentos han sido sinceros, en el sentido de tomar como vinculantes, para el ejercicio del poder, los planteamientos de la comunidad. Pasada la asamblea, especie de catarsis colectiva, se olvidaban de ello y hacían lo que les venía en gana.

Hoy, en esta transformación que estamos viviendo, se les reclama la permanente presencia en la calle, siempre al lado del pueblo, que en definitiva constituye la base del poder. En ese sentido se ha adelantado la organización de la población en Comunas y Consejos Comunales, pero unos cuantos de los electos se niegan a aceptar esta base fundamental, la participación, que significa repartir el poder y aspiran seguir como antes, electos por el pueblo, pero distantes del mismo.

Es preciso que entiendan los cambios habidos en la población y que la legitimidad del poder está en manos del pueblo, al cual se deben y con el cual han de actuar diariamente.

Un notable ejemplo, salto cualitativo que deben asimilar bien los gobernantes locales, es el Gobierno de Calle, emprendido y mantenido a toda máquina, por la Presidencia de la República. Tienen que ponerse las pilas, lanzarse a la calle y trabajar directamente con las comunas, con los consejos comunales, si quieren adquirir verdadera legitimidad en sus funciones y responder a la más pura democracia.

Plan San Antonio en El Hatillo. ¿Por qué tanto silencio sobre este proyecto que se las trae? Si se concreta, será una mortal estocada al municipio y a la ciudad. ¿Lo permitiremos?





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