NUMEROLOGÍA ESOTÉRICA
La causa fue vital.
La prioridad estuvo en reconstruir al país. Reorganizar el sistema político. Refundar
la nación. Recomponer la economía y evitar la fuga de capitales. Crear el
sistema de educación y de salud más impactante de todos los tiempos, para
atender la injusta exclusión y pobreza de las mayorías. Buscar la soberanía alimentaria
colectiva. Rescatar el instrumento político y económico más poderoso del país (por
ahora): la industria petrolera. Construir un andamiaje internacional para
protegerse del “tiburón” que anda por el Caribe y por todos los mares. Y otras “pequeñezas”
como esas.
En vivienda se hicieron
muchos esfuerzos, pero insuficientes por ser similares a los de la Cuarta.
Algo tenía que pifiar ante tantas otras prioridades. Por lo tanto, si, es verdad,
los datos en vivienda son algo exiguos en analogía simple con tiempos pasados. Pero
eso fue hasta hace 22 meses.
Jamás reconocerán
esos mismos opinantes, el salto cualitativo y cuantitativo de los últimos
22 meses, en vivienda, y el desarrollo en todos los aspectos vinculados a este
sector. Más que un salto, ha sido una sacudida de titánica proporción y
profundidad. Ahora Venezuela si está en capacidad probada y requeteprobada, de
resolver con calidad y equidad, las necesidades de techo, servicios y
equipamientos, que durante la Cuarta, con sus “mejores” cifras, no pudieron
atender ni podrán nunca hacerlo por el camino que defienden: dejar en los
privados tal responsabilidad y prioridad.
No admitirán jamás,
que ni durante Caldera II, se lograron las “100 mil casitas”. Que las metas
que muestran incluyen las eufemísticas “soluciones habitacionales”, que iban
desde una casa hasta un crédito para remodelar un baño. Tampoco que la vivienda
fue durante 40 años, el gran negocio de banqueros, promotores y constructores. Época
de insolentes fortunas a costa de la vivienda de “interés social”. Pocos lo señalaron
entonces, y hoy, lo “olvidaron”.
El asunto es
ideológico. La vivienda es una cuestión de Estado o de Mercado. Cuando el
primero la asume, comete errores, pero avanza inexorablemente hacia la
solución, con el aporte activo y decisivo de la población. Cuando domina el
Mercado, hay peores errores y metas incumplidas, pero lo grave es que se
multiplican las ganancias de poquitos, mientras se agiganta la
ilusión-frustración de las mayorías por alcanzar un techo.
Sería conveniente
empezar a cotejar viviendas con viviendas. No con soluciones
habitacionales. Respetar las cifras comprobadas, no inventarlas. Comparar los
mejores años de los 40 con los excelentes meses de los 12. Medir los impactos
en empleo, en la industria y en la calidad de las viviendas, durante los 40 con
los de los 12. Y sobre todo, contraponer la esperanza de los 12 de la Quinta con
el naufragio de los 40 de la Cuarta. Finalmente, sería inteligente y útil
aportar ideas, soluciones, hacer, y no tal “descalificadera” manipulada, trivial
y ociosa.
PROTECCIÓN DE CARACAS
CONTRA DESLAVES
José Luis López
1 Los barrios y urbanizaciones de Caracas ubicados entre las
faldas del Ávila y el río Guaire, están asentados sobre las planicies fluviales
conformadas por enormes cantidades de sedimentos erosionados de la montaña y
transportados aguas abajo por los deslaves y aludes torrenciales ocurridos durante
miles de años. En el inventario nacional de riesgos geológicos, elaborado en FUNVISIS,
se registran 20 eventos torrenciales destructivos, documentados históricamente,
que han afectado el valle de Caracas entre 1781 y 1979, al cual habría que
añadir el de 1999.
2 También existen
evidencias geológicas y arqueológicas de deslaves ocurridos en época prehispánica
(entre 1100 y 1500 DC) que sepultaron el valle de Caracas bajo un manto de
escombros rocosos, en un volumen estimado de 30 millones de metros cúbicos.
Esta cantidad de sedimentos es mayor que los volúmenes depositados por el
evento de 1999 en Vargas (20 millones).
3 Los cambios
climáticos que están sucediendo a nivel mundial como consecuencia del
calentamiento global, indican que se incrementarán la frecuencia e intensidad de las lluvias torrenciales y
por ende la probabilidad de ocurrencia de deslaves.
4 Para proteger a las
comunidades se deben construir presas de retención de sedimentos en las
quebradas, en los tramos ubicados aguas arriba de la Cota Mil. Las presas deben
ser del tipo abierto (con ventanas o ranuras) para retener las grandes rocas y
arrastres vegetales y dejar pasar los sedimentos más finos, y deben ir
acompañadas de vías de acceso para la limpieza y mantenimiento de las mismas.
5 Al presente el Ministerio
del Ambiente ha construido seis presas en las quebradas de Catuche, Anauco y
Cotiza. Sin embargo, esto no es suficiente. Se necesita implementar un programa
masivo de diseño y construcción de presas de retención de sedimentos en las
quebradas del Ávila. Se requieren al menos 80 presas distribuidas en unas 20
quebradas para garantizar un margen adecuado de seguridad a las comunidades.
6 Un proyecto de esta
magnitud exige de: a) la elaboración de un plan estratégico que defina
prioridades, metas y acciones a corto, mediano y largo plazo; b) la asignación
de recursos financieros extraordinarios; y c) la definición de los entes
responsables de ejecutarlo.
Presa abierta en la
quebrada Cotiza, Caracas, colmatada por sedimentos y arrastres vegetales
(2010).
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