GESTIÓN DE ALCALDES Y CONCEJALES (2/2)
Alberto Urdaneta
Los que están: deberían presentar en asambleas públicas los
resultados de su gestión. Que hicieron y que no. Cuales problemas resolvieron y
cuales quedaron pendientes. Debilidades y fortalezas de sus Municipios. Principales
obstáculos encontrados. Cuales vencieron, cuales no y razones de ello.
Los aspirantes: su hoja de vida destacando las capacidades y
disposición para acometer la gestión municipal, resaltando el cumplimiento de
los planes de ordenamiento urbano, como corresponde al ordenamiento legal
vigente. Sus haberes, sus programas de gobierno con las características que
distinguirán su gestión.
Deben hacer una clara manifestación de cumplir con los
lineamientos y disposiciones correspondientes indicadas en los planes
nacionales y regionales de manera de asegurar coherencia y articulación en los
diferentes niveles de gobierno, en forma tal que pueda asegurarse su total
ejecución en beneficio del conjunto.
No es concebible ni legal que en un tercer nivel de gobierno
se deje de cumplir con lo pautado en los planes de mayor jerarquía, que se
contraríe y hasta se saboteen, violentando disposiciones de mayor nivel, y
causando perjuicios al conjunto de la población.
Tienen que entender la necesidad de marchar juntos por el
bienestar de todos. Aun aquellos que resultaren electos y militen en la
oposición, deben acatar las directrices de desarrollo que imponen otros
niveles. Otro cantar es que quieran mostrar alguna particularidad que destaque su
gestión, más allá de lo establecido, siempre en beneficio del colectivo.
DEVALUACIÓN Y MISIÓN VIVIENDA
Tomás de la Barra
Creo que todo el mundo está de acuerdo en que había que
devaluar, incluso la gente de la oposición, aunque sus líderes intentan hacer
un uso político o más bien politiquero
del tema. La tasa a 4,3 no se correspondía con la realidad, la de 6,3 tampoco
pero está algo más cerca. El mantener la tasa de cambio muy baja genera una
serie de distorsiones en la economía, entre otras una gran avidez por comprar
divisas por el medio que sea. Otra de las consecuencias negativas de una tasa
muy baja es que la producción nacional no compite con las importaciones. En
consecuencia vemos que casi todos los jugos que se consumen en Venezuela son de
pera y manzana importados, incluyendo los productores socialistas, y jamás
conseguimos mango, guayaba o guanábana. Alguien dijo que con esas tasas es más
fácil cosechar en los puertos que en el campo. El hecho es que con la nueva
tasa se deberían reducir las importaciones en muchos rubros y hasta incrementar
las escuálidas exportaciones.
Pero toda devaluación corre el riesgo de generar inflación.
Esto es porque los insumos importados necesarios para los productos o los
insumos a la producción incrementan de costo en bolívares. Esto es verdad, pero
a ello hay que agregar que los comerciantes subieron los precios en diciembre
porque “no se conseguían dólares de CADVI”, y ahora vuelven a subir los precios
“porque los dólares de CADIVI subieron 40%”, en una evidente falta de
coherencia. Pero presiones sobre la inflación habrá, sin dudas.
¿Cómo se combate esto? Todos los economistas y hasta los
arquitectos sabemos que la mejor manera es incrementando la producción.
(Excepto los europeos que ahora parecen desconocer la teoría que ellos mismo
inventaron). Desde la antigüedad se sabe esto: los faraones construían
pirámides. Milton Keynes, el genio inglés de la economía del bienestar, salvó
la depresión de 1920 con medidas de pleno empleo. Decía “Contrata unos hombres
para cavar huecos, y luego los vuelves a contratar para taparlos”. Esto genera
espirales positivas de crecimiento de la producción y la demanda.
Por supuesto que hay muchas mejores maneras de hacerlo que
cavar huecos y volverlos a tapar, o construir pirámides o la muralla China, o
el Canódromo de Margarita, todo más o menos lo mismo y por citar sólo algunos
ejemplos. Es aquí donde caemos al tema central de este artículo. ¿Cómo
neutralizar la inflación que genera la devaluación? Muy sencillo, construyendo
viviendas y los respectivos urbanismos, invirtiendo en infraestructura de
transporte, en transporte público, carreteras, ferrocarriles. De esta manera no
sólo se neutraliza la inflación, sino además se incrementa la calidad de vida
de todos. Es el mejor negocio que podemos hacer. La Misión Vivienda y la Misión
Transporte son los mejores antídotos contra la inflación. Agrego algo obvio:
esto sólo es posible en socialismo. LECTORES CRÍTICOS Y ANECDÓTICOS
La Caracas vieja. Mario Sanoja escribe: “se te olvidaron los
carretilleros, quienes hacían mudanzas en carretilla, vehículo de dos ruedas
con dos mangos para tirarla. El carretillero generalmente era un negro
gigantesco y musculoso, sin camisa pero con chaleco negro, alpargatas,
sombrerito de fieltro y pantalón arremangado. En la equina de mi casa, en La
Pastora, había una bodega-botillería donde los carretilleros entre viaje y
viaje se metían entre pecho y espalda un vaso de casquillo de caña blanca. Los
parihueleros caminaban a gran velocidad diciendo cagajón de burro a la
izquierda, pendejo parado a la derecha, conch'e mango a la izquierda, etc. En
la esquina de Solís, los parihueleros tenían una "parada" en la panadería”.
¿Promoción a la violencia? Alberto Montbrún envía fotos de
carteles y vallas en aceras perturbando el paso y promoviendo licores. Comenta
que “algo grave ocurre en los niveles tácticos y operacionales de nuestro
Estado. ¡Todo resulta permisible por la indolencia o corrupción! No hay un
funcionario que le ponga el cascabel al gato. Ni siquiera un juez, que por nudo
hecho, se aboque a investigar la propaganda perniciosa y la ilegalidad de los
obstáculos que llaman vallas peatonales”.
Amargo
sabor. Es lo que siente José Luciano Bucciarelli, “al leerlo me hizo recordar
esas reseñas antiguas de los diarios, en los que acusaban a los vehículos de
ser máquinas infernales, pues viajaban incluso a más de 15 Km/h. ¿De verdad
piensa que un afiche de película con dos tipos armados incita a la violencia?
¿Es peor eso que oír a un presidente decir que robaría si tuviera hambre? ¿O de
ver a diputados entrándose a golpes por asuntos que en teoría son para ser
tratados con verbo? No digo que usted no tenga algo de razón, pero si va a
criticar, critique para todos lados, jalando para un solo lado e ignorando realidades
peores, también me parece violento”.
El laberinto de mi general. Mario Sanoja, califica el estilo
de la casa de Pérez Jiménez en Madrid como un “exponente del peor gusto
adeco-decó”.
Moral y Cívica. Andrés Santos narra una conversación, hace
20 años, con un ex rector de “la Simón”: “Por qué no aprovechas la importancia
que han alcanzado los municipios y abres una cátedra o materia optativa sobre
derecho municipal y descentralización, y contestó: Tú insinúas algo como
aquella materia de bachillerato denominada Moral y Cívica. No le dije nada, al
darme cuenta que un rector no supiera la importancia fundamental del municipio”.
Municipio y monarquía. Cuenta Andrés Santos que, acompañado
del Dr. Rafael Alfonzo Guzmán, tratadista en material laboral, éste le presenta
como abogado municipalista, ante el Dr. García Pelayo, jurista y politólogo
español, quien respondió en el más puro gallego “Yo de eso no sé nada, yo soy
monárquico”.
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