EL MOVIMIENTO DE POBLADORES
Organizados y por autogestión, grupos comunitarios asumen el proyecto y construcción de sus urbanismos y viviendas, con apoyo del Estado. La construcción de hábitat y democratización del suelo han sido sus premisas. Es un ejemplo de materialización del poder popular incorporado al desarrollo del país.
Hoy ejecutan 13 urbanismos por Bs 292 MM. Once en Caracas
con 1.182 viviendas (desde Antímano hasta Petare). Uno en Lecherías (Anz) con
67 viviendas y otro con 160 viviendas en Carora (Lar). En total, 1.409 viviendas,
con avances físicos del 30%. En terrenos ociosos o subutilizados. Algunos
privados recuperados por el Estado y otros públicos que fueron transferidos.
Ocho de los proyectos estarán listos este año.
¿Cómo es el proceso?
El Estado garantiza el terreno, asistencia técnica e insumos.
Los recursos, provienen del Consejo Federal de Gobierno (CFG), desembolsados según
avance de obras.
Las comunidades organizadas toman en colectivo las
decisiones sobre el hábitat en el que vivirán.
Una sala técnica conformada por profesionales de la
construcción (arquitectos, ingenieros, administradores), orienta los proyectos.
La gente decide cómo quiere su urbanismo y bajo sus premisas, la sala elabora
el proyecto (diseño participativo).
Al seguimiento institucional (CFG y MPP Comunas) se suma la
contraloría permanente de las familias.
Los costos se han reducido casi a la mitad. Incorporan
trabajo voluntario de las familias. Cuentan con maquinarias de la Empresa
Nacional de Obras Públicas y materiales e insumos a través de los centros de
acopio de la Gran Misión Vivienda.
Esta
experiencia debe ser evaluada rigurosamente, ajustada y viabilizar su
masificación. La vivienda debe ser, de una vez por todas, ejecutada por la
comunidad organizada, competencia definitiva del poder popular. El Estado tiene
que ocuparse de habilitar la tierra, urbanizarla y equiparla, para que la gente
construya sus viviendas según sus aspiraciones, culturas y saberes. Este es uno
de los cambios radicales a alcanzar en los próximos seis años.
OBJETIVOS
HISTÓRICOS EN EL TRANSPORTE
Dados los
resultados electorales, entra en vigor el Plan 2013-2019 con sus grandes
objetivos históricos. Cada sector de la sociedad debe traducirlos y adaptarlos
desde su propia perspectiva. Veamos cuatro de los objetivos más relevantes para
el transporte público urbano.
Independencia
Nacional. El transporte, en sus diversas modalidades, mantiene un alto nivel de
dependencia extranjera, especialmente en la producción de vehículos y partes.
Las ensambladoras han avanzado poco en términos de integración. Se debe
repotenciar la producción nacional, normalizar los vehículos y evitar la
importación espasmódica y anárquica. La Independencia Nacional se refuerza con
el Mercosur y la CELAC, que permitirán grandes avances en la producción
nacional.
Socialismo
del Siglo XXI. Salvo el Metro de Caracas, este objetivo no se cumple en el
transporte urbano, que sigue modelos de gestión improvisados, obsoletos y muy
ineficientes, con gran padecimiento y pérdida de calidad de vida para los
usuarios. La actual Ley de Transporte Terrestre no contiene nada que pueda
definirse como socialista. En consecuencia, el transporte público debe ser
transformado radicalmente en redes eficientes con participación del gobierno,
empresas de producción socialistas y usuarios.
Venezuela
país potencia en lo social, económico y político. Para esto se requiere de una
infraestructura de primera y servicios de transporte con altos niveles de
eficiencia e inclusión social. Sin un sistema de transporte de estas
características, el desarrollo social, económico y político simplemente no son
factibles. Al igual que el anterior, este gran objetivo histórico llama a la
radical transformación del transporte público para que sea el motor de la
potencia en que se debe transformar Venezuela.
Preservación
de la vida en el planeta. El transporte público urbano tiene un papel clave en
lo que se refiere al ambiente, ya que es uno de los sectores que más contribuye
a la contaminación, con sus consecuencias sobre el calentamiento del planeta y
el peligro para la vida humana. Su adecuada planificación y gestión cooperan a
reducir los efectos negativos. El transporte público genera unas 20 veces menos
emisiones contaminantes por pasajero-kilómetro transportado en comparación con
el automóvil privado. Garantizar buenos sistemas de transporte público,
colaboran con la ‘preservación de la vida
en el planeta y la salvación de la especie humana’, como lo plantea el Plan
Patria. Tomás de la Barra.
Obituario
Ha muerto Margaret Thatcher, la ‘dama de hierro’. Fue una
de las impulsoras del neoliberalismo, junto a Ronald Reagan, de lo cual el
capitalismo no ha logrado recuperarse. En el tema del hábitat que nos ocupa en
esta página, su larga gestión representó una vuelta atrás casi irreversible
respecto a las avanzadas políticas del ‘Estado del Bienestar’ de las décadas
que le precedieron. Acabó con la vivienda de interés social y las nuevas
ciudades planificadas que fueron ejemplo mundial. Cambió el cobro de impuestos
municipales, que antes eran por área y pasaron a ser por persona (una familia
pobre con 10 personas en una vivienda hacinada paga cinco veces más que una
familia rica con sólo dos habitantes en una mansión). Privatizó el transporte
público urbano, con lo cual logró una muy importante reducción a favor del
automóvil y de la contaminación. Privatizó autopistas y ferrocarriles. En el
ámbito académico cerró al Centro de Estudios del Ambiente (CES), el más
avanzado en su época. Paz a su oscura alma. Tomás de la Barra.
CARACAS DE ANTIER
1 Cuando empezó a llegar agua directamente a las casas, se hacía por canales o
acequias abiertas. Éstas tenían una dimensión variable, según el estrato social
al cual servían. La mayor cantidad llegaba a la clase alta, las grandes casas,
mediante acequias que tenían la dimensión de una teja. A los artesanos, clase social de menor rango, les llegaba
el agua, pero por acequias más pequeñas, la de media teja. Al resto de la población, el populacho, naiboa, ni
siquiera las posteriores tomas. La exclusión social en nuestras ciudades es de
vieja data.
2 Cuando no había cloacas, existían los excusados de hoyo. Al
llenarse de excrementos, había que descargarlos, limpiarlos. Había un señor de
apellido Mayora a quien solían llamar para tales menesteres. Mayora tenía una
carreta, unas latas y algunos envases más pequeños que le permitían recoger y
botar lejos el contenido de los hoyos. Además tenía una vara con marcas para
saber la profundidad del mismo y así estimar el volumen a sacar, transportar y
botar. Cuando Mayora era solicitado, llegaba a la casa, metía la vara en el
hoyo, calculaba el volumen, establecía el monto de sus servicios y se lo decía
al dueño. Si éste le respondía que era muy caro y le regateaba, Mayora alzaba
la vara con la mano izquierda y con la derecha la agarraba con los dedos índice
y pulgar, y los deslizaba de arriba abajo y tiraba en el piso lo recolectado y exclamaba:
¡ahí le dejo su mierda! y se retiraba.
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