Para la gente que
vive en las inmediaciones de Caracas, viajar cotidianamente a ésta por
trabajo, estudio o lo que sea, es un suplicio que tarda horas, que se podrían
dedicar a mejores fines. Salir de noche y regresar de noche, en casa no se ve
la luz del día. ¿Cuáles son las causas que generan este fenómeno que deteriora
dramáticamente la calidad de vida de miles de personas?
La causa originaria
es que Caracas creció muy por encima de la oferta de espacio disponible, al
menos con los patrones de ocupación existentes. En Caracas caben tres millones
de personas, pero son cinco. Los que no caben están obligados a ocupar los
satélites, con topografías complejas y difícil acceso. Las empresas y el gobierno
tienen mayores posibilidades de quedarse. El resultado es un desbalance entre
población y empleo. Veamos las cifras compiladas de diversas fuentes para el
año 2008:
Para que hubiera
equilibrio, a Caracas le falta más de medio millón de personas, que
provienen principalmente de los Valles del Tuy (267 mil). A futuro, el
desbalance será cada vez mayor. Los sistemas de transporte actuales no pueden
manejar estas cantidades y menos lo podrán hacer a futuro. ¿Qué hacer?
Por el lado del
transporte, se puede ampliar la capacidad del ferrocarril Caracas-Cúa y del
Metro Los Teques, y se puede poner en operación el tren Petare-Guatire. Pero
estas posibilidades son limitadas.
Una opción alterna es
mejorar el balance entre población, empleo y servicios. La construcción de
viviendas de alta densidad en Caracas como hace la Misión Vivienda, es un gran
paso en el sentido correcto. El capitalismo expulsó a la gente pobre hacia la
periferia en terrenos indeseables e inestables. El socialismo los debe traer de
vuelta, cercanos a los lugares de trabajo, bien servidos por el transporte.
Al mismo tiempo se
debe descentralizar el empleo, y sobre esto no se ha hecho lo suficiente.
Se pueden llevar ministerios completos a los Valles del Tuy y a Guarenas,
además de industrias y comercios. Es la mejor opción y puede ahorrarle la
pesadilla a mucha gente, más que cualquier ferrocarril o autopista. Tomás de la Barra.
MÁS PIEDRA Y MÁS
DISEÑOS DE MEZCLA
Debido a la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) y las
obras públicas en construcción, se tiene una de las demandas de materiales más
alta de la historia. Cemento, acero y agregados (arena y piedra) son productos
muy apreciados en estos momentos.
El concreto se hace con cemento, arena, piedra y agua. Las
características de cada uno de ellos son consideradas para realizar un diseño
de mezcla que cumpla con la resistencia y trabajabilidad (fluidez) requeridas
en obra.
En cuanto al diseño de mezclas hay tareas pendientes. Parece
que la utilización de recetas generales para las mezclas de concreto, obvian el
estudio previo de los agregados, su granulometría, tamaño máximo, entre otros
factores. La mayoría se decanta por buscar materiales que consideran de buena
calidad que aseguren una buena mezcla.
Es común escuchar en Caracas: “esta piedra viene de Guárico,
es la mejor”, o en Barquisimeto, “estoy trayendo los agregados de Portuguesa”.
Esto no parecería nada reprochable, con tal de asegurar buenas mezclas, pero la
ingeniería se basa en optimizar los recursos disponibles para lograr soluciones
lo más económicas posibles.
El acarreo de material en largas distancias encarece
enormemente los costos, congestiona y deteriora las carreteras. Esto es innecesario
en la mayoría de los casos. Alrededor del 30% de las obras de la Gmvv son casas,
que requieren concretos de resistencia 210 kgf/cm2, para el resto,
en general, de 250 kgf/cm2.
Estas resistencias no son extraordinarias y pueden ser
obtenidas con agregados locales, sin necesidad de tener en cada obra los
mejores del país independientemente de donde se encuentren ellos y las obras. A
lo sumo la utilización de algún aditivo completaría el diseño final. Los
mejores agregados se requieren para concretos de alta resistencia, pavimentos
de alto tráfico o balastro de ferrocarriles, no para resistencias bajas o
promedio.
Es allí donde la aplicación de los conceptos de ingeniería
toma valor, el dejar de lado las recetas y optimizar el uso de los agregados
regionales, con diseños de mezcla coherentes y controles de calidad adecuados.
La Gmvv no puede soportar el costo de estos acarreos, conspira contra las metas
de viviendas y su costo.
Aunque el diseño de mezcla es responsabilidad de los
constructores, podría el Órgano Superior de Vivienda establecer una
coordinación para el estudio de los diseños de mezcla y producción de
agregados, que estén asociados a los áridos de la región, y luego a cada
cantera. Acciones acertadas en torno al tema, permitirán disminuir costos,
aliviar algo el tráfico y daño a pavimentos, mejorar las prácticas
constructivas, control de calidad y hacer uso de los conceptos elementales de
ingeniería y optimización de los recursos. Francisco
Garcés.
INTEGRACIÓN EN
AMBITOS DE GOBIERNO (2/2)
En entrega anterior planteamos la desarticulación en los
niveles de gobierno nacional, gobernaciones y municipal. Ahora aparecen
Coordinadores de Regiones -espacios con varios estados- y se menciona la
dispersión entre los representantes del poder central en el interior del país.
Problema profundo. Cuatro niveles con las comunas. Se debe
articular los brazos del poder central que actúan en las regiones en:
acueductos, cloacas, electricidad, teléfonos, gas, educación, salud, vivienda,
vialidad, puertos, aeropuertos, parques. Parece fácil, al obedecer todos al
poder central, también el Coordinador. Hay que ponerlos a todos en sintonía con
gobernaciones, alcaldías y comunas, conservando autonomías relativas.
Los brazos del poder central han de someterse, articularse
a lo requerido por otros niveles de gobierno. Al Coordinador toca jugar
delicado papel, actuar con claros criterios y tener atribuciones para
compaginar intereses en función del mejor desarrollo del país.
Mirar desde el nivel nacional difiere hacerlo en niveles de
gobernación, alcaldía o comuna, vistas las especificidades, aspiraciones,
requerimientos, y disposiciones. Favorable es contar con 20 gobernaciones con
el mismo predicamento, esperando se acoplen las restantes. A nivel de
alcaldías, tener claro la función de cada núcleo urbano dentro del sistema de
ciudades. Las comunas, núcleo del poder básico popular, ser garante de la
organización, manejo y resolución de los problemas propios de su micro espacio
urbano o rural, con inclusión, igualdad y buen vivir para todos. Alberto Urdaneta.
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