lunes, 5 de agosto de 2013

AyB 365 - 14 Marzo 2013

AyB 365 - 14 Marzo 2013





 
 

DESAFÍOS DEL DESPUÉS

Se ha sembrado, para multiplicarse en muchos, quien abrió el futuro y encendió la luz en Venezuela. Y en otras partes. Quien parió la esperanza real de cambiar ciudades y construir millones de hogares para las familias invisibilizadas, excluidas y necesitadas, de la historia venezolana.

Cuando creíamos que la desesperanza nos abrigaría durante los próximos tiempos, el arañero, sin academia, pero con instinto, solidaridad y la sabiduría de los que están en la entrañas de la humildad popular, hilvanó el horizonte a alcanzar.
Estimuló y apoyó a un inédito y sorprendente equipo de trabajo, que construyó la base, llevó a la práctica específica, a la realidad concreta de nuestra tierra, los criterios y los procesos necesarios para que la vivienda pasara a ser un bien social, colectivo, prioritario, alcanzable para quienes la carecen y para quienes jamás la tendrían si no fuera por esta revolución en plena fragua.

Se fue Chávez. Momento crucial aquí y en muchos allá. Pero momento vital. La semilla ha trascendido. La Misión Vivienda completó su arranque y organización básica e ideológica. Igual ocurre en los demás sectores culturales, sociales, económicos, políticos, productivos, y otros.
¿Qué viene hora? ¡Deslastrarse de los mitos y valores del pasado que aún perduran! La ciudad es el ámbito de vida, hoy y futura. Ineludible transformarla a una ciudad solidaria, eficiente, bella, grata, atractiva, deseada, disfrutada. Más calidad en la cantidad. Más mantenimiento y reciclaje. Menos desperdicio y cero ineficiencia. Más flexibilidad. Prioridad de la gente y sus actividades muy por encima del vehículo y sus “necesidades” de espacios exclusivos. Plazas y bulevares en lugar de templos para el consumo. Espacio público, colectivo, cultural, saludable, inteligente.

Vivienda solidaria, comunitaria, segura, flexible, transformadora, transformable, perdurable, sostenible, equipada, urbana, diversa, adaptable. Patrimonio cultural y social. Integrante fundamental de la ciudad pero sin los otros componentes no es hogar. La vivienda como instrumento de transformación. Herramienta política de enorme alcance para el cambio. Mucho más allá de cabillas y cemento.
La bitácora está completa. El plan trazado. Tremendo legado. Ahora toca continuar y profundizar, sin la brújula mágica que orientaba. Pero eso no basta. Necesario es hacerlo bien. Hay que usar más, rescatar, la intuición y valores populares, naturales, genuinos, sin los prejuicios que durante años fueron mediatizándolos.

Momento duro, complejo. Lleno de expectativas, retos. Momento de dar. El máximo. Lo mejor. Sin pedir. Momento de transformación contundente de poblados y ciudades, según la consciencia de un pueblo, que ha echado a andar. El desafío es retar al desafío y seguir hacia magnos horizontes. Con frenesí, coraje y talento. Y ojo avizor.

LAS GRANDES ALAMEDAS ESTÁN ABIERTAS

Antes de morir, Allende, consciente de que la revolución sería aplastada a sangre y fuego, se dirigió al pueblo en su último discurso para decirles “Sepan ustedes que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.”

La noche oscura de la dictadura chilena duró muchos años, y su superación tardó en el tiempo y en el dolor, si es que de verdad ha sido superada del todo. Chávez muere en circunstancias muy diferentes. Su decidida actuación política abrió las grandes alamedas por donde transitan los hombres cada vez más libres, que están construyendo una sociedad cada vez mejor. Parafraseando a Daniel Ortega, Chávez le dijo a Bolívar “Padre, tú no araste en el mar, araste en la tierra fértil del pueblo venezolano y en la tierra fértil de todo el pueblo latinoamericano”. Y demostró con hechos contundentes que la lucha del Libertador no fue en vano.
Pero el pasar del pueblo por las grandes alamedas, recién abiertas, no es un paseo. Es una trayectoria larga, dura, y llena de dificultades, trampas y desviaciones, proceso que está recién empezando. Todos debemos empujar ese arado en la misma dirección, y sobretodo pensar y estudiar antes de emprender nuestras actuaciones para asegurarnos que sí estamos en el sentido correcto y que es la manera más eficiente para llegar a la sociedad mejor.

Este es el propósito de esta modesta trinchera desde la cual analizamos lo que está ocurriendo en las áreas de urbanismo, vivienda, transporte y medio ambiente. Destacar los logros y señalar las desviaciones, sin temor a equivocarnos. Debatir, estar siempre dispuestos a pensar que se pudiera haberlo hecho mejor.
Por años Aceras y Brocales criticó con rigor la falta de acción y los errores en materia de vivienda. Abundó en propuestas y soluciones. La inactividad del sector en tanto tiempo acumuló una deuda gigantesca con la población. El problema y la solución parecían claros, pero no la forma de llevar a la práctica la inmensa tarea.

Luego de los desastres naturales de 2010 fue Chávez que repitió una frase suya de 1992: “Asumo personalmente la responsabilidad”. Así nació la Misión Vivienda, que se ha transformado en el mayor esfuerzo de renovación urbana en toda América Latina por décadas, gracias a un modelo de gestión audaz e innovador que concibió el compañero presidente.
Está recién iniciándose con ambiciosas metas cumplidas, pero falta mucho por hacer. Es necesario complementar la construcción de viviendas con transporte público eficiente, con espacios para disfrute de todos, con redes peatonales y ciclo vías, equipamientos y servicios equitativamente accesibles. Esta es la visión socialista del medio ambiente construido humano, igualitario y compartido, que para su materialización ahora debería llamarse la Misión Chávez en honor al gran urbanista. Tomás de la Barra.

 RETOS Y OPORTUNIDADES

Después de Chávez, oyendo las declaraciones de los máximos dirigentes del gobierno y de la oposición, se abre una gran oportunidad para reducir la extrema polarización que vive el país y comenzar seriamente a creer en que todos los venezolanos, sin distingos políticos, podemos trabajar juntos para atacar los grandes problemas que nos aquejan. Esto no significa claudicar en nuestras posiciones ideológicas, sino que aceptando las diferencias, debemos buscar puntos de coincidencia en los cuales podamos proponer soluciones concertadas.

Es el momento de pasar la página, dejar a un lado los odios y revanchismos políticos, de lado y lado, y comenzar por cambiar el mensaje político que se transmite día a día. Desde un punto de vista formal, esto significa usar un nuevo lenguaje de respeto y consideración en el tratamiento de los adversarios políticos, y el ejemplo debe venir desde nuestro máximo organismo de representación popular, la Asamblea Nacional. Desde un punto de vista más de fondo, que el nuevo mensaje se base en buscar la cooperación de todos los sectores y la búsqueda de alianzas estratégicas que permitan generar sinergia. José Luis López.

CRECERA EL ARBOL

La semilla fue bien sembrada. El suelo se removió, se abono, se regó y nació el árbol con buenas raíces en suelo saneado. La mano que lo sembró se ha ido, pero quedó la enseñanza, asentada en sólidos principios, bien captados por la masa rescatada de la exclusión y por aquellos quienes siempre han buscado la igualdad, la hermandad, la solidaridad, en función del bien común y buen vivir para todos. Las conquistas logradas permanecerán y se avanzará, profundizándolas, con la firmeza de todo un pueblo dispuesto a ello con todo vigor, dando ejemplo, de libertad y acción, como siempre lo ha hecho. Alberto Urdaneta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario