DESAFIOS DE LA VIVIENDA
1 La actual política de
vivienda, a través de la Gran Misión Vivienda tiene dos fases. La primera, abarcó
los años 2011-2012, en la cual se construyeron 347.000 nuevas viviendas, de la meta
de 350 mil. La segunda ya inició y abarca el ciclo 2013-2018, en la cual se
planifica edificar 2.650.000 nuevos hogares. Serían tres millones de viviendas en
ocho años. Según el Censo, eso es el 36% de las existentes en 2011 (edificadas
durante 300 años y más).
2 La primera fase fue para
arrancar y preparar la logística y procesos, requeridos para producir
masivamente. Por ello la meta fue muy ambiciosa. Sirvió para presionar al
sector constructor y a las estructuras internas del gobierno. Se cumplió la
meta cuantitativa en un 99% y se organizó el Estado para afrontar la siguiente
fase. El primer desafío fue cumplido y exitosamente.
ROL DE ALCALDES Y
CONCEJALES (1/2)
Alberto Urdaneta
Estos representantes directos del pueblo, elegidos por
votación, a ser renovados en el próximo mes de julio, deben tener una formación
que les permita entender lo que es la ciudad, sus problemas y la manera de
enfrentarlos a través de los planes el desarrollo y su debido cumplimiento.
Tener apreciable recorrido en cuanto a liderazgo social en trabajo con las
comunidades. No deben aceptarse paracaidistas o actores improvisados.
Personas por ley obligados a velar por el cumplimiento de
los planes urbanos, deberían comprometerse públicamente a velar por ello, a
oponerse a sus cambios, tan frecuentes, comunes y dañinos durante la Cuarta
República. Tener claro y practicar, conforme lo establece la Constitución la
participación protagónica, que significa en concreto repartir el poder,
compartirlo, donde las actuaciones del colectivo son definitivamente
vinculantes con las decisiones que se tomen respecto al quehacer urbano.
Este principio fundamental en el manejo de la cosa pública
es lo contrario a la práctica caricaturesca que se ejercía en la Cuarta, con
los Cabildos Abiertos, donde se convocaba al pueblo a exponer sus problemas
ante la Cámara Municipal, toda una catarsis colectiva. Después la Cámara
resolvía lo cuanto quisiera, sin tomar en cuenta lo expresado por el pueblo. No
había vinculación entre lo planteado por la población y lo resuelto por los concejales.
Eso tiene que acabarse, ahora es ilegal.
Serán electos para estar al servicio del pueblo, llevar a
cabo lo que este plantee en función del beneficio común, no lo que
personalmente se les ocurra, debe coincidir con el colectivo, en la búsqueda
del buen vivir, mediante el desarrollo correspondiente a las funciones de la
ciudad.
NUESTRO TRANSPORTE
PÚBLICO
En un artículo anterior (29/11/2012) utilicé los resultados
de una encuesta en hogares de 2005 para romper el mito de que en Caracas hay
demasiados carros. La encuesta señaló que sólo representan un 24% de los
viajes, 18% son a pie y el restante 58% en transporte público. Una encuesta
nacional realizada por Datanálisis (2005), revela que en el país los usuarios
de automóvil son menos del 20%. En síntesis, una amplia mayoría utiliza
transporte público, más que suficiente para ganar cualquier elección.
¿Qué quieren decir estas cifras? Que predominan las unidades
pequeñas y muy pequeñas, y que son muy viejas. La norma internacional establece
que la edad máxima no debe pasar los 8 años. En promedio, en Venezuela son tres
veces más viejas que la norma. El 62% son carros de 5 puestos.
Además son muchas, hay sobre oferta. Esto es claro de las
cifras presentadas, que por cierto no toman en cuenta miles de unidades
piratas, aún más pequeñas y más viejas y las flotas de las alcaldías y otros
entes. La norma internacional dice que debe haber un vehículo por cada mil
habitantes urbanos, lo cual significa que no deberían ser más de 26 mil. A
principios de diciembre conteos de ocupación en algunos corredores importantes
de Caracas, constataban que en las avenidas Sucre, Casanova, Libertador,
Miranda y otras, a las 7:00 am la ocupación media es del 50%, al tiempo que no
cabe una persona más en el metro.
Esta es la triste realidad del transporte público en el
país. En toda América Latina se están haciendo grandes esfuerzos para lograr
mejoras contundentes. Ya pasaron por lo mismo, y lo están superando. Nosotros
también debemos hacer lo nuestro. El transporte público urbano debe ser la otra
cara de la moneda de la Misión Vivienda. Necesitamos modernizar la flota, sin duda,
pero además hay que generar un cambio radical en las formas de gestión, las
instituciones, el marco legal, y sobre todo, la mentalidad, las actitudes, no
es posible que la gente se siga calando el patético sistema actual. Si los
usuarios de transporte público son mayoría absoluta, ¿por qué no generar el
cambio ya?
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