jueves, 22 de agosto de 2013

AyB 387 - 22 Agosto 2013







POBRE SURESTE RICO
Los alcaldes son el ámbito de gestión pública más cerca de la gente, por ahora. Tienen atribuciones esenciales en los temas urbanos cotidianos, que no tienen gobernadores ni entes nacionales. Esto parece ignorarse, supinamente, por demasiados alcaldes.

Además, se ha extendido la descabellada transferencia al gobierno central, y al presidente, de las funciones obvias y constitucionales de los gobernantes locales y regionales. De allí la reciente y popular expresión “por culpa e´ Chávez”. La basura, una acera rota y una rama caída en la calle, son “incumbencia” del gobierno nacional, así el alcalde evade su elemental función, sin pudor alguno.
Esto se agrava cuando el gobierno, regional y nacional, por ineptitud municipal, ha asumido directamente competencias locales como la basura. ¿Y los alcaldes irresponsables?, felices y buchones.

Un ejemplo de lo anterior, se evidencia en municipios del sureste caraqueño. Donde alcaldes(as), estimulados desde la malograda alcaldía metropolitana, le cargan al gobierno central la responsabilidad de sus fallas e incompetencias.
Pero eso sí, violando sus cacareados planes urbanos, y ordenanzas, arrasan colinas, quebradas y árboles de sus maravillosas tierras, para construir mediocres y aisladas aglomeraciones de viviendas, de alto dividendo mercantil, y sin servicios ni transporte. Creando hoy, graves y costosos problemas para el futuro capitalino.

El sureste es ya y lo será aún más, una zona “dormitorio”, con sus nefastos impactos, internos y para la capital. Con insuficientes empleos, transporte, equipamientos y servicios. En fin, una conurbación parasitaria de Caracas. Y para colmo, con la histórica anarquía urbana como se observa en el puente La Guairita vía el cementerio del este y la buhonería “chic” en la carretera entre El Cafetal y Macaracuay.
La mayoría de los habitantes del sureste, por ofuscación “contra el gobierno”, no comprenden que están facilitando un irresponsable e insensato despropósito urbano metropolitano, y perjudicándose a sí mismos, al elegir alcaldes(as) que están destruyendo, irreversiblemente, la mayor reserva de tierras que le queda a Caracas, con una fabulosa calidad ambiental. Dios no proveerá, en este caso. ¿Los votantes y alcaldes(as) del sureste entenderán su realidad? ¿Asumirán la trascendencia y responsabilidad de cambiar el rumbo actual? ¿Existen los milagros?

 





Ideología del neo-urbanismo del Sureste de Caracas
Mario Sanoja

Si algo está impregnado de ideología, es el urbanismo. La manera como los seres humanos conciben la producción del espacio social está directamente mediada por los valores culturales y sociales de aquellos sectores sociales que dominan la concreción de los espacios donde transcurre la vida cotidiana de las personas. Cada formación social desarrolló modelos urbanos que tenían como finalidad la reproducción de la ideología, de la cultura de la sociedad dada. La formación capitalista diseñó un patrón de ciudad donde los edificios que representan el poder, la religión y el poder político y económico, conforman el centro del todo urbano. Esa representación espacial del poder ha permeado hasta nuestros días, pero los símbolos que representan el poder y su representación misma, ha variado de manera sustancial. Donde vivo, municipio Baruta, el poder político representado por la alcaldía ocupa un no-centro. El modelo de urbanismo del sureste privilegió una forma espacial dominada por el centro o centros comerciales que simbolizan el poder local, área donde convergen cotidianamente los habitantes de cada sector dominado por el o los centros comerciales. Los mismos convierten la relación social en una relación mercantil que excluye la solidaridad social entre personas, más no así la solidaridad social con los dueños del centro comercial que en este caso son mayoritariamente descendientes de portugueses. ¡Con mis portugueses no te metas! parecieran decir los vecinos cuando de alguna manera los poderes extra-vecindario (nacionales) del Seniat cierran o multan a algún negocio del centro.




ALCALDES Y METRÓPOLIS (1/3)
Alberto Urdaneta

No es lo mismo ser alcalde de un núcleo urbano aislado, que de uno pegado a otros, dando lugar a una ciudad con varios municipios. Hay diferencias importantes entre municipios. Todos forman parte de la nación y deben seguir líneas nacionales de desarrollo. Hay un nivel intermedio, los estados, al cual están ligados y un nivel menor, las comunas, a tomarse en cuenta, por ser célula fundamental de la organización del pueblo y embrión esencial para el ejercicio del poder. Los municipios y sus centros poblados tienen especificidades, dependencias y ligazones con otros centros. Hay un sistema nacional de ciudades, con Caracas como centro y varios subsistemas, cada uno con su centro y sub centros dependientes. Ello establece líneas de acción y modos de funcionamiento a considerar al hacer planes para la gestión municipal. Cuando se trata de un centro poblado aislado, la infraestructura y los equipamientos corresponden a ese centro. En centros poblados vecinos, formando una ciudad o área metropolitana, con varios municipios, la infraestructura y equipamientos corresponden al conjunto, rebasando cuanto tocaría a cada municipio si los centros poblados estuvieran separados. Son elementos a respetarse en los ámbitos municipales, que influyen en su autonomía relativa, en razón del funcionamiento global. De allí la necesidad, de una instancia supramunicipal coordinadora.






BICICLETAS PÚBLICAS
Tomás de la Barra

En muchas ciudades del mundo se han puesto en operación lo que se conoce como Sistema de Bicicletas Públicas (SBP). En determinados puntos de la ciudad se ofrecen bicicletas. Los usuarios toman una, la utilizan, y la devuelven en otro ‘bicicletario’.
Existen diversas modalidades. Algunos son completamente libres, pero la mayoría exige que el usuario se registre. Algunos son gratuitos y otros cobran una cantidad mensual o anual muy accesible. La mayoría exigen que la bici sea devuelta dentro de una hora con intervalos de 15 minutos.

El más antiguo es el SBP de Amsterdam con más de 40 años de operación. Es totalmente libre, sin registro, sin límites. Recientemente fue modernizado con bicicletas eléctricas de tres ruedas (ver imagen abajo). El usuario compra opcionalmente un pequeño morral con una batería y un cargador. Cada quien carga su batería y la pone en la bici, o si no pedalea.
París opera con una tarjeta electrónica recargable. Con ella se libera una bici del bicicletario, y luego de usarla por hasta una hora, la devuelve en otro, utilizando la tarjeta. Nueva York es otra de las grandes ciudades que han instaurado este tipo de servicios.

En América Latina están proliferando. En Sao Paulo y Río opera un SBP que funciona con el celular para liberar y devolver las unidades. En Ciudad de México se utiliza un sistema similar al de París. En Buenos Aires el servicio es gratuito pero requiere un registro.
¿Y en Venezuela? Falta un poco para esto pero ya se puede comenzar a partir del exitoso programa Rueda Libre de los domingos de la alcaldía de Caracas. Podría ser todos los días y con un registro, comenzando, por ejemplo, con los estudiantes universitarios y extendiéndose en la medida que se construyen ciclo vías.


Bicicleta pública eléctrica de Amsterdam

Bike Rio
 
Santiago de Chile
 
Eco-bici en Ciudad de México
 
Eco-bici en Ciudad de México







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