¡NOS MUDAMOS EN AGOSTO DE 2015!
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Esto es posible al tener por un lado la necesidad y por el otro, la tierra para
satisfacerla. Luego, dos puntos claves: consensuar con las comunidades, los
criterios y prioridades de adjudicación y un cronograma de construcción, por
ejemplo, a seis años o los requeridos, para iniciar, terminar y entregar, la
meta de tres millones de hogares. Pero, desde este momento, cada uno con nombre
y apellido.
4 El cronograma dependería de
los recursos anuales destinados a la GMVV. Complementado con los aportes comunitarios
(ahorros, trabajo), lo cual acortaría los plazos significativamente. También
inciden en tiempo y costos, las modalidades tecnológicas y procesos aplicados en
la producción y construcción de las viviendas.
5 Igual enfoque se podría adoptar
para las otras necesidades como las de mejorar, ampliar y sustituir las
viviendas actuales, en zonas seguras y con factibilidad razonable de acceso,
transporte, servicios, equipamientos y centros productivos, adecuados y
progresivamente de calidad.
6 Sería un cambio estructural
de la política urbana y habitacional. Un tsunami de eficiencia, transparencia y
credulidad. Las familias en refugios o en viviendas precarias o zonas
inestables o desatendidas de servicios y equipamientos, tendrían la esperanza
real y la convicción efectiva de resolver su techo, en un plazo y condiciones
en las que ha participado y decidido con el Estado.
7 La desesperanza, frustración,
impotencia y la protesta injusta, desaparecerían de las comunidades aún en
duras realidades en albergues, barrios, pueblos y ciudades.
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Los impactos en la actual realidad serían inmensurables. Se multiplicaría la confianza
y la motivación. Se desatarían los saberes y anhelos populares con ideas e
iniciativas para mejores urbanismos y viviendas. Perderían fuerza el
paternalismo y la espera pasiva que aún perduran. La GMVV daría un notable
salto cualitativo.
¿DESCENTRALIZACION? ¿ARTICULACION?
Desde hace años somos un país centralista. En el gobierno de
Andueza Palacios (1890-92), se gastaba en el centro del país el 70% del
presupuesto nacional. Luego se quitaron atribuciones a gobernaciones y
municipalidades para el cobro de impuestos y el manejo de servicios públicos.
El poder central capta todos los ingresos que percibe la
nación. Los municipios solo cobran por derecho de frente, patentes de
vehículos, ambos difíciles de recaudar e industria y comercio, de alguna
significación solo en centros urbanos importantes. Las gobernaciones y municipios
cuentan con el Situado Constitucional, cuota del ingreso nacional, del cual lo
correspondiente a obras e inversiones es controlada por el poder central
mediante el Coordinado. Solo tienen libre uso de la parte para sueldos y
salarios.
El poder central maneja los servicios de agua, cloacas,
electricidad, gas, teléfonos, educación, salud, parques, puertos, aeropuertos,
puentes, autopistas, carreteras, embalses, obras de riego. Hasta las
corporaciones de desarrollo con oficinas en el interior, son brazos del poder
central. No se transfieren recursos ni atribuciones a regiones y localidades,
hay restricción de autonomías.
Existen además: Áreas Bajo Régimen Especial y Autoridades de
Área, más brazos del poder central. En los estados fronterizos como Zulia,
Táchira, Apure, Amazonas, Bolívar, la situación se agrava. Gobernadores y
alcaldes no pueden hacer acuerdos de cooperación con sus homólogos vecinos,
dado que son de otro país. Es política exterior reservada al poder central.
Se avanzó con la elección directa de gobernadores, alcaldes
y concejales, pero su acción es restringida. Se habla de dispersión de los
brazos del poder central, que deben ser coordinados. Se forman Comunas, células
urbanas y rurales del pueblo organizado, para ejercer la participación y el
protagonismo previsto en la Constitución. Con formación, asistencia técnica y
recursos, diagnostican, resuelven sus problemas y ejercen la contraloría
social. Se les transfiere recursos y poder para planificar, ejecutar y
controlar. Se deben articular en municipios y éstos en gobernaciones, con los
mismos parámetros para el manejo del desarrollo.
Las Aéreas Bajo Régimen Especial, las Autoridades de Área y
los Distritos Motores, con niveles de gobiernos distintos y límites territoriales
diferentes, los manejarán comisiones de funcionarios de las entidades con
espacios territoriales en los mismos, estados y municipios, para articularlos a
ellos.
En los estados fronterizos ha de prosperar la delegación de
atribuciones que permita, a autoridades regionales y locales, resolver con
homólogos de otro país, asuntos cotidianos propios de la vecindad, elemento
importante en el proceso de integración.
Así han de ser los escenarios futuros, sin la presencia del
ahogante centralismo y sin atomización del poder en instancias sub-locales,
dependientes directamente del poder central. Deben existir instancias locales y
regionales, como niveles intermedios de gobierno. Son cambios fundamentales en
el manejo de los asuntos públicos, patrocinadores de la restitución de
atribuciones y de mayor autonomía relativa a gobernaciones y municipios,
estando siempre articulados al nivel central, para marchar juntos al todo nacional.
Alberto Urdaneta. Tragedia y humor: mejor reirse
DOS MODELOS DE DESARROLLO URBANO
En el
desarrollo urbano capitalista la empresa privada impone las reglas, con dos
consecuencias importantes. La primera es que sólo trabaja con negocios
rentables, lo cual excluye a grandes masas de bajos ingresos. De allí que la
mitad del área urbana de Caracas sean urbanismos informales precarios y
riesgosos.
La segunda,
es que las empresas buscan terrenos grandes y ‘limpios’, donde no viva gente, o
que sean pocos y dispuestos a vender. ¿Dónde se da esto? En la periferia,
baldíos rurales con dueños legítimos sin servicios e inaccesibles. El Estado
resolverá después. También en lugares como La Castellana, en Caracas, con
parcelas grandes y dueños dispuestos.
En los 50 y
60 del siglo pasado gobiernos socialdemócratas impulsaron la vivienda de
interés social. Al igual que la empresa privada, buscaron terrenos sin
problemas, fáciles de desarrollar, de propiedad pública, y deshabitados para no
generar conflictos.
El resultado:
tanto la empresa privada como el gobierno desarrollaron en la periferia. La
empresa privada se llevó a los ricos bien lejos y el Estado se llevó a los
pobres bien lejos.
En los
comienzos del gobierno socialista, antes de entender claramente esta condición,
se cometieron algunos errores, especialmente urbanismos alejados de la
estructura urbana, del trabajo y de los servicios. El caso más conocido es
Ciudad Caribia, que debe ser reformulado de inmediato.
La Gran
Misión Vivienda (GMVV) representa un cambio radical, un modelo alternativo. Los
desarrollos están siendo ubicados en lugares céntricos, bien servidos por el
transporte y cercanos a fuentes de empleo y servicios. Rompe con las reglas del
mercado y logra la inclusión socialista. Este es el modelo a impulsar y mejorar
el equipamiento, el transporte y desarrollar espacios públicos.
Hasta ahora,
en Caracas, la GMVV ha utilizado terrenos que estaban disponibles. En el futuro
próximo se habrán agotado y será necesario crear nuevos espacios mediante
renovación urbana. Áreas ocupadas inadecuadamente deberán ser reemplazadas por
nuevos desarrollos con base en planes urbanísticos bien concebidos. Para ello
la participación de las comunidades será fundamental. Tomás de la Barra.
OPINIONES BREVES Y DENSAS
Diseño venezolano. Hay dos requisitos innegociables para las
obras públicas y de vivienda. Uno, que sean necesidades generadas por el país y
no por iniciativas de terceros o contratistas. Dos, que los proyectos sean
elaborados por equipos venezolanos y no por extranjeros ni contratistas. Esto
debe ser así sean obras o proyectos licitados o por adjudicación directa o por
convenios internacionales de cooperación. Sean metros, trenes, puentes, metro
cables, cable trenes, viviendas y un largo etcétera. Serían más económicos, eficientes
y responderían a nuestras exigencias. Los extranjeros pueden apoyar y colaborar
con los equipos venezolanos pero bajo lineamientos y visiones criollas. Así
evitaríamos puentes que obstruyen la navegación; modos de transporte, onerosos,
con infraestructuras sobre dimensionadas, trazados ineficientes, mal ubicados y
sub utilizados; urbanismos costosos, monótonos, ineficientes y sin reflejar nuestra
cultura, anhelos, valores y sentido comunitario.
“Diseños con visión ecológica”. Si vamos a la esencia de esa
expresión, los movimientos de tierra para obras públicas y urbanismos serían
respetuosos de la vegetación, de los desniveles topográficos, de los cursos de
agua, de los ciclos y reservorios de fauna. Vean cualquier movimiento para
construir cualquier cosa, ¿son concebidos con visión ecológica?
Micro misiones urbanas. Sería una herramienta de enormes
beneficios para el desarrollo regional. Consiste en crear equipos de planificación,
proyecto y construcción, con funcionarios, estudiantes y profesionales, para
mudarse a pueblos y pueblitos y desde allí, con la gente, sus saberes y
anhelos, planificar, diseñar y apoyar el desarrollo integral local bajo los
lineamientos del Plan de la Patria y en coordinación y armonización con las
inversiones previstas y los organismos actuantes. Los escribidores de Aceras y Brocales, estamos a la
disposición para sumarnos a una micro misión.
Dos lectores sobre
el Proyecto Guaire. Roberto Todd: “Hace 60 años se estaba construyendo
la Cota Mil, de pavos salimos en un carro prestado el 1º de enero (madrugada) y
de repente un venado nos salió corriendo y subiendo”. Mario Sanoja apoya la
idea de recuperar el rio Guaire. “Me vino a la memoria un recuerdo de mi infancia,
hacia inicios de la década de los años 40 del pasado siglo, cuando iba con mi
padre a la finca de un amigo, en Antímano, para bañarnos en el Guaire y por
supuesto, comernos un sancocho. ¿Será posible revivir ese rio?”
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