jueves, 7 de febrero de 2013

AyB 002  - 29 sep 2005
Últimas Noticias | Jueves 29 de Septiembre de 2005


Arquitectura como valla publicitaria


Desde hace unos cuantos años los edificios de la capital se han convertido en simples plataformas, bases y soportes para la publicidad de cuanto producto puédase imaginar. Fachadas y techos son superficies, lugares privilegiados, para que todos los deseos del consumismo se concreten en nalgas y rostros gigantescos, pelotas, globos, personajes a tamaño natural, tazas y botellas...

La arquitectura sustituye a las vallas. Las supera en superficie y visibilidad. Convertida en ocasión preferida para la propaganda de ropa, colonias, bebidas, refrescos, y cuanta cosa pueda producirse y venderse, la arquitectura se ha unido a la invasión omnímoda y procaz de la publicidad comercial.

No hay escape posible: desde las franelas a los rascacielos.

¡Unámonos todos en la exaltación del comercio y del consumo!
Que no quede un solo centímetro cuadrado sin su correspondiente eslogan y su correspondiente mirada o frase, llena de posibles pequeños o grandes paraísos...

Alguien podría afirmar que eso está bien: que por ahí va el mundo.

Que la arquitectura, diría RemKoolhaas, debe aceptar eso como un dictado de la historia.

Un tema importante a discutir, y volveremos sobre ello tal vez.

Pero por el momento levantemos la mirada a las torres de la Plaza Venezuela. ¡Qué mundo tan maravilloso para los arquitectos!
Ahora por fin se le está dando uso correcto y contemporáneo a las fachadas y a las azoteas de los edificios que ellos diseñaron hace unos años. Pobrecitos, no sabían entonces que en realidad el máximo destino de la arquitectura es servir para la publicidad de la cerveza.


Controlar al controlador


Todo parte de una gigantesca duda. Al señor K, funcionario de la organización gubernamental Larepa, se le encomienda la construcción de 100 viviendas.

Simplificando mucho se le presentan dos opciones. La primera es ejecutar la obra directamente bajo la fórmula de la administración delegada. La segunda es contratar a otra entidad para que construya. En ambos casos se requiere dinero y se corre el riesgo de que alguien se apropie de ese dinero, que lo use para fines distintos a los que está destinado, que se pague más de lo debido por las obras, que éstas se hagan con materiales de poca calidad y muchas otras posibilidades de irregularidades. Surge la duda.

El más dudoso de todos es el Sr. K; en segundo lugar, el contratista.

Hay que controlar al Sr.Ky al contratista. Para controlar al contratista se nombra como inspector al Sr. J; sin embargo, se corre el riesgo de que el Sr. J se ponga de acuerdo con el contratista para cometer una irregularidad. Resurge la duda. hay que vigilar al Sr. J y se nombra supervisor al Sr. H. Pero se corre el riesgo de que el Sr. H, el Sr. J y el contratista se pongan de acuerdo, y hay que nombrar otro supervisor y se escoge al Sr. G. Y así sucesivamente.

Para controlar al Sr. K están el jefe del Sr. K, el jefe del jefe del Sr. K, el jefe del jefe del jefe del Sr. K, y así sucesivamente.

A todos los jefes los vigila la Contraloría Interna, que es vigilada por la Contraloría Externa, que es vigilada por el Congreso, y así sucesivamente.

Aparte del control de gestión, generalmente se establece que el Sr. K no puede comprar un saco de cemento si no tiene la aprobación de su jefe, del jefe de su jefe, de la Controlaría y hasta del Congreso, lo que antes se llamaba control previo.

En un alarde de antiburocratismo se eliminó el control previo de la Contraloría, pero se estableció el control a posteriori.

Éste serviría para cazar las irregularidades y denunciarlas al Juzgado Primero. De allí, ante una apelación, pasa al Juzgado Segundo y así hasta arribar varias semanas después de que el caso ha prescrito porque han pasado los lapsos permitidos por la ley, o bien el irregular se ha mudado al Gran Ducado de Luxemburgo. Lo que no se eliminó fue la aprobación de los jefes del Sr. K. Eso pasa en todas partes. En Venezuela también. Hasta ahora a nadie se le ocurre otro tipo de acción. Así, por ejemplo, ante la aprobación de 145 proyectos en los gabinetes móviles y la asignación de 865 millardos para ejecutarlos, ya el ministro de la Defensa anunció que coordinará un equipo de 40 inspectores para evitar cualquier irregularidad.

Además de la Controlaría de la República, la de los estados, la de los municipios, la de los jefes del Sr.Ky de los inspectores y supervisores de los inspectores. Después de asignar un bojote de millardos a los hospitales del área metropolitana de Caracas para evitar una nueva crisis por despilfarro, robo y otros tipos de irregularidades, se creó una Controlaría Social. 100 contralores sociales recibieron un Taller de Formación y quizás ya estén controlando. Seguramente también la Controlaría General, la del área metropolitana, la del hospital X, los jefes de los jefes de K, y K también, siguen controlando como antes.

La vigilancia y los controles implican retardos graves y paralización.

Si no inventamos perecemos, dijo el gran Simón Rodríguez.



Nota
Otra vez el Ávila (pero por el lado de acá)

Se debate cómo planificar el desarrollo del estado Vargas y sus efectos en la conservación del Parque Nacional El Ávila. Una discusión pública que debe continuar, incluyendo la difusión del proyecto correspondiente.

Pero no estaban previstas, ni son aceptables, algunas declaraciones ministeriales que cortan la nota: Vallone no comprendió que no se puede estar anunciando nada sino hasta que esté listo (Últimas Noticias 16-8-2005). ¿Cómo es eso?
Lo democrático y la eficacia técnica (inextricablemente unidos) estriban justamente en el mayor debate público, cualquiera que sea la etapa de desarrollo de un proyecto.

La realidad aparente es que hasta a los mejores ministros les cuesta asumir la democracia participativa.



1 comentario:

  1. Esta es la mejor página que he visitado ultimamente, favor termínenla...

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