sábado, 16 de febrero de 2013

AyB 034 - 18 Mayo 2006
Últimas Noticias | Jueves 18 de Mayo de 2006


Buenas noticias: ¡Ahí viene el tren!




Venezuela cambia, y una prueba para quienes no sufren de ceguera ideológica, es esta foto. Uno de nuestros corresponsales nos la ha enviado: una de las estaciones del ferrocarril Charallave -Caracas. No conocemos autores, arquitectos, ingenieros y constructores.

Las grandes fallas que persisten en los sistemas públicos de información, hacen que lo que es realmente bueno y que debería estar todos los días en el flujo de imágenes de este país en transformación, nadie -o casi nadie- lo conozca. Puede que el conocimiento de esta hermosa estación, ya casi a punto de terminarse, así como el de las otras, esté reservado casi como un regalo de navidad fuera de tiempo para un estreno con todos los bombos y platillos el día de la inauguración por el Presidente.

No nos importa: buenas noticias son buenas noticias, y es realmente grato constatar que, cuando se habla de trenes, no se trata de mitos propagandísticos.

Especialmente cuando lo que se está construyendo -eso salta a la vista- es de la mejor calidad.

Una estación funcional, pero también una hermosa estación.

Que eleva nuestra autoestima.

Y es buenala ocasión para recordar que la belleza es parte esencial de la estética. Y que la ética y la estética, ambas construcciones culturales, son las dos únicas cosas que nos distinguen de nuestra naturaleza animal.

Cuando el Estado construye lo hace para todo el mundo. Con el dinero de todo el mundo. De ahí que es indispensable que la calidad de lo que se construye, en lo público, tenga la más alta calidad posible. Incluyendo la estética.

No se trata de frivolidades burguesas. Es un asunto de responsabilidad pública: es la medida de nuestra dimensión humana.

La verdadera dimensión que esta revolución quiere recobrar frente a la indiferencia, la incultura y la desidia.


¡Las ciudades primero!

La población en Venezuela, y en el mundo, tiende inexorablemente a ser urbana, es decir, a concentrarse en ciudades. Éstas son hoy y serán cada vez más en el futuro, el asentamiento de las diversas actividades del hombre. Por ello, requerirán instalaciones y equipamientos para servicios de aguas (potabley servidas), energía, comunicaciones, infraestructura para los sistemas de transporte, para los centros de salud, de educación, recreación, abastecimiento, para los centros de trabajo, entre muchas otras y amplia gama de espacios, edificaciones y estructuras para satisfacer las demandas y necesidades de las actividades que realizamos los habitantes de nuestras ciudades.

Por lo tanto, las ciudades deben tener una calidad urbana que promueva y facilite, además de permitir que sea placentera, la vida de sus habitantes.

Hoy, el deterioro urbano en Venezuela refleja, expresa, muestra, el tipo y la calidad del desarrollo del país. Las ciudades son, en lo físico, la expresión de la pobreza, la cultura y la visión que ha prevalecido durante décadas en nuestras dirigencias y élites dominantes.

Las ciudades han crecido anárquicamente, según la visión y capacidades de sus habitantes, llegando hoy a estar conformadas por retazos urbanos, unos de extrema pobreza y deterioro, como son los barrios llamadosinformales, las áreas céntricas o en decadencia por cambios del patrón de desarrollo de la ciudad, pero por otro lado las llamadas urbanizaciones, donde habita la población de mayores recursos y los centros de oficinas y de comercios para gente de ingresos medios y altos.

La planificación y el desarrollo urbano en Venezuela han sido unas cenicientas. Las reorganizaciones institucionales desde el antiguo Ministerio de Obras Públicas (MOP) hasta los ministerios de hoy, Infraestructura, Ambiente y Vivienda y Hábitat, han ido liquidando y excluyendo de la cultura política, institucional y profesional, la importancia de la planificación y el desarrollo urbano.

Todo ello ha contribuido con el creciente deterioro de las ciudades venezolanas. Pero qué hacer en estos tiempos de cambios. Obviamente rescatar el rol planificador y orientador del Estado para el territorio y los asentamientos urbanos, formular una política viable y sostenible para el desarrollo territorial y urbano, elaborar, ejecutar y hacerle seguimiento a los planes de desarrollo territorial y urbano, priorizar, anticipar y coordinar la construcción de las grandes obras de infraestructura urbana.

En fin, considerar a las ciudades como uno de los medios estratégicos para el desarrollo de una nueva visión socialista, revolucionaria del país.

¿Cómo empezar? Por la voluntad política: declarando la importancia de este campo, asignando responsabilidades institucionales, seleccionando profesionales competentes, evaluando la experiencia acumulada, formulando políticas urbanas, elaborando planes de desarrollo y coordinando todas las inversiones y obras actuales bajo esas políticas y esos planes maestros de desarrollo territorial y urbano. Esto sería un esfuerzo decisivo para consolidar el proceso de cambios que se viene realizando en otras áreas, y convertiría a nuestras ciudades en mejores ciudades y daría mucha mejor calidad de vida a sus habitantes, que en el fondo es lo que sustenta la urgencia de los procesos de cambios.


Problemas de ceguera

El amigo Marco Negrón, excelente profesional del urbanismo, se queja de la irreverencia (Tal Cual 17/4/06) con la cual, desde las más altas esferas del Gobierno, se ha tomado el colapso definitivo del viaducto.

Negrón recuerda con todo acierto la calidad estructural del puente, por la autoría del célebre ingeniero Eugene Freyssinet.

No debe reírse, señala, de las caídas de los grandes monumentos.

Muy bien, pero resulta insólito que ni siquiera se le ocurra mencionar la eficiencia con la cual se remedió en plazos cortísimos los problemas graves de las comunicaciones y los transportes. Es un fenómeno interesante: en este conflicto político, personas cultas e inteligentes, buenos profesionales, honestos a carta cabal, pierden la brújula. Renuncian a utilizar incluso los criterios progresistas que les habían acompañado durante toda la vida, y nublados los ojos por una obstrucción de naturaleza ideológica, ya no tienen las mínimas condiciones para entender la realidad.

 

El Metro de Caracas nos aclara


La semana pasada publicamos una nota sobre la nueva estación del Metro en Parque Central y su relación con ese conjunto habitacional. La Lic. Nadia Pérez, gerente de Relaciones Públicas del Metro, nos informa que “... no se colocarán escaleras mecánicas en esta salida porque la instalación de las mismas requiere de la afectación y demolición de importantes... vigas y columnas pertenecientes a los sótanos del estacionamiento de Parque Central. El acceso definitivo contará con una escalera fija de mayores dimensiones que la concebida originalmente...” .

No indica dónde.

Añade que hubo dificultades para negociar con los propietarios de ese centro urbanístico porque éstos “carecían de representación legítima y formal de la totalidad de los residentes y comerciantes de Parque Central, por no haberse podido realizar la elección establecida en el... documento de condominio”.

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