¿Dos mil superprivilegiados?
Barreto, a
pesar de los regaños de sus superiores, insiste en expropiar casi todo el Country Club para construir allí dos mil viviendas para
clase media. Su principal colaborador, el arquitecto Menéndez, explica cómo es
el proyecto. Town-houses (en español, casas contínuas) de 88 m2. y apartamentos
de 94 m2. Calculando el precio de venta de Bs. 3.100.000 por m2., que es lo más
bajo que hay en Caracas, sus precios serían de 273 y 291 millones
respectivamente. Pero como el Country Club es un área privilegiada en Caracas,
por su ubicación, las facilidades de acceso, la vista sobre las áreas verdes,
los servicios, etc. el precio debería estar en 352 y 376 millones
respectivamente. Pero Barreto los va a rematar a 150 millones. Cada beneficiario
se gana más de 200 millones en la operación. De
lo que no habla Barreto, ni nadie, es de cómo van a ser
asignadas estas viviendas. Si se abriera al público la posibilidad de aspirar a
una de esas viviendas, con toda seguridad habría más 200.000 inscritos, o sea
100 por cada vivienda en oferta. Resultarían por cada vivienda un
superprivilegiado y 99 frustrados que acumularían su rabia. ¿Pero como se
escogen los superprivilegiados? No se sabe. La
explicación está abierta a todas las hipótesis. Desde acusar al Alcalde de hacer
clientelismo político y formar su propia lista de incondicionales, hasta el
sorteo en presencia de 3 notarios y un arzobispo, que a pesar de eso siempre se
calificará de fraude. Esperemos que nunca se haga realidad el sueño de Barreto.
Primero por que esta construcción podría ofrecer un
impulso colosal a la injusticia social y a la corrupción. Segundo porque es un
atentado salvaje contra cualquier mejoramiento de la calidad de vida de los
caraqueños. Si los terrenos fueran dedicados en su totalidad a parques sería
perfecto. Pero no es así, parece que se pensará sólo en el negocio.
Qué pasaría si...
1 Los alcaldes
recogen la basura, barren las calles, limpian los drenajes, tapan los huecos, pintan las rayas de la vialidad, ponen nombres
o números a las calles, hacen aceras caminables, logran que la policía patrulle
y dirija el tráfico donde y cuando se necesita. ¿Serían las ciudades mejores?,
¿se viviría mejor?
2 Si el Colegio de
Ingenieros, el de Arquitectos y las universidades hicieran seguimiento, control y evaluación al ejercicio profesional. ¿Las
urbanizaciones populares serían tan mal diseñadas?, ¿se rescatarían la ética y
la capacidad profesional?, ¿tendríamos mejores obras de construcción?, ¿una
autopista cruzaría por el medio de Yaritagua?, ¿se otorgarían permisos
municipales sobredensificados y sin servicios?
3 Si se reglamentara
la actividad de los buhoneros: que se ubiquen sólo en
sitios acordados, nunca en las esquinas, a distancia adecuada entre ellos, que
permitan el paso de peatones, que limpien sus alrededores, etc. ¿Las aceras y
calles cumplirían sus funciones?, ¿habría orden y limpieza?, ¿se disfrutaría
caminar por el centro de las ciudades?, ¿se lograría la convivencia ciudadana?
Lectores 0pinan
Aceras y Brocales tiene
sesgo hacia el tema Caracas: "reduce la consideración
de la política territorial, que si bien no niega la importancia de Caracas y la
zona nortecostera, persigue fomentar un desarrollo económico, social,
institucional y territorial, ambientalmente sustentable en zonas que presentan
menos ventajas competitivas, como el Eje Norte Llanero, donde los costos de
urbanización presentan ventajas comparativas a los de Caracas y el
norte-costero, y ofrece mejores oportunidades de desarrollo para el país y para
las próximas generaciones". Así escribe la Arq. Elisenda Vila. De acuerdo, pero
decisiones recientes en materia urbana en Caracas, nos obligó a tratar el tema.
Es indispensable una política territorial que planifique y equilibre el
desarrollo territorial y urbano. Se evitarían muchas de las causas de los
ingentes problemas de nuestras ciudades.
Sobre el artículo ¿Las Viviendas Dignas? del 3-8-06, escribe
Guillermo Leiva de la empresa chilena que suministró el kit para la construcción
de las viviendas en Capaya, nos informa sobre el sistema constructivo empleado
tanto en Venezuela como en Cuba. Gracias por la información, además plantea:
"Para asumir la necesidad de viviendas que existe es necesario aplicar modernos
sistemas constructivos que permitan no sólo la rápida ejecución de las obras
sino también la versatilidad en los diseños arquitectónicos. Sin importar la
procedencia del sistema constructivo siempre hay que garantizar la calidad en
cuanto a la resistencia y estética de las viviendas"..... Estamos de acuerdo, lo
que no compartimos es poner como buen ejemplo las viviendas construidas en el
NUDE Fundo Zamorano Miguel José Sanz donde el diseño arquitectónico y el
urbanístico, son muy deficientes. Las construcciones hechas en Cuba demuestran
que sí es posible un buen diseño con el sistema.
Sobre la asesoría
de la alcaldía de Londres
para ayudar al problema del tránsito en Caracas, Eduardo Casella tiene dudas:
"...antes se deberían hacer cosas de sentido común: cumplir las paradas de los
autobuses, respetar los semáforos, quitar los tarantines y camiones fruteros de
las esquinas, que los peatones crucen por el rayado de las esquinas (no es un
elemento decorativo) y otras que son básicas para la convivencia en grandes
ciudades. Luego de implementar esto y esperar sus
resultados si se pueden traer asesores para que profundicen y aporten detalles
especializados". El intercambio de experiencias es siempre útil. Para traer
asesores hay que tener claro el problema, demostrar la ausencia en el país de
expertos y experticias para resolverlo, integrar un equipo de nivel que coordine
la asesoría, transferir la experiencia, formar gente local, hacer seguimiento a
la experiencia y terminar tan pronto sea posible con la dependencia de la
experticia. José R Solana,
refiere que el artículo de
esta página No me planifiquen nada, para eso está el mercado (14-09-06),
explica "por que desapareció el planeamiento urbano en Venezuela después de los
años sesenta. Sería interesante seguir la pista a la penetración que intereses
comerciales dentro de las oficinas de planeamiento urbano hicieron de Caracas un
infierno. Hay un ministerio de Hábitat y Vivienda, pero no se habla de hábitat,
solo de vivienda. En la Misión Villanueva se obvia el urbanismo y se cae en el
problema vivienda, resulta increíble que la visión de
conjunto que representa el hábitat o el urbanismo no se vea y solo se mira la
vivienda, el hábitat es lo colectivo, la vivienda es lo individualista". A pesar
de discrepar de algunos aspectos, el debate sobre la planificación urbana es
fundamental. Así mismo sobre el enfoque reduccionista de la vivienda obviando su
dependencia con los demás componentes urbanos. En el caso de la Misión
Villanueva, es necesario insertarla dentro de un plan nacional de desarrollo de
nuestras ciudades, que desconocemos si existe.
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