martes, 12 de febrero de 2013

AyB 015 - 29 Diciembre 2005
Últimas Noticias | Jueves 29 de Diciembre de 2005

 

Ciudad y socialismo siglo XXI

 
Henrique Hernández / Alejandro López
Juan Pedro Posani / Alfredo Roffé

Ya entramos en la discusión del socialismo siglo XXI. Es tema que está en el tapete. Y conviene preguntarse si lo vamos a tomar en serio, o no.

Si es en serio, como debe ser, conviene también, paralelamente, que empecemos a vislumbrar alternativas, esbozar hipótesis, lanzar ideas, de cómo pensamos que debería ser una ciudad, la nuestra, concordante con una sociedad socialista. Pero también a tomar las primeras medidas para que poco a poco lleguemos a tener una ciudad organizada de tal manera que en ella puedan desarrollarse y florecer las cualidades humanas que deben ser privilegiadas en una sociedad socialista.

Está claro que puede afirmarse que previamente a ello debe definirse lo que es una sociedad socialista. Desde la razón y el corazón preferimos no embarcarnos en una discusión teórica que únicamente en la práctica puede tener satisfacción. En una coyuntura histórica como la actual, únicamente andando, ensayando, probando y equivocándonos es como podremos alcanzar los primeros éxitos.

Avanzando por un largo camino, por etapas riesgosas y vueltas y revueltas.

En todo caso, lo que es seguro es que el socialismo no se inventa elucubrando sentados alrededor de una mesa. Se hace en la práctica.Yesta práctica es realidad urbana, también.

Actuando desde ya sobre la realidad urbana actual, tal como es, tremenda, compleja, contradictoria, desesperante -pero también llena de oportunidades- es como podremos ir construyendo una experiencia que apunte hacia el horizonte de una ciudad socialista.

Algunas reflexiones, al rompe. Si partimos del criterio de que la igualdad y la eliminación de los mecanismos de exclusión son objetivos impepinables de la acción cívica dirigida a la emancipación popular, podríamos comenzar por señalar, caso por caso, sector funcional por sector funcional, algunos pasos concretos hacia esa meta. Pongamospor ejemplo, las escuelas públicas.

Bolivarianas todas, algún día, por supuesto. ¿Pero están ubicadas dónde corresponde?
¿Cubriendo cada una, especialmente las primarias, el área habitada según normas? Tantos habitantes: tantas escuelas; distancia peatonal prescrita, etc. ¿Podemos atrevernos a soñar con una educación sustentada en una distribución territorial justa? ¿Que eso no es todavía socialismo? ¿Que en la muy capitalista Dinamarca eso es pan de todos los días? De acuerdo. Pero simplemente cumplir con cartabones tan sencillos como éstos implica satisfacer metas democráticas fundamentales. Y avanzar.

Avanzar hacia la igualdad.

En la práctica. Paso a paso, hacia una sociedad y una ciudad nuevas.

No se está hablando de la propiedad privada de los grandes intereses.

No. Ese es otro asunto, a definir en otro terreno. El tema de las escuelas y su distribución territorial es uno más entre tantos otros. Pero que se encuentra de frente con la anarquía de la infraestructura, su realidad discriminatoria, y sobre todo su dureza legalista o leguleya.Tanto terreno o edificio sin uso: primero, impuestos progresivos, y luego pueden servir también para una escuela, ¿por qué no? Lo que hace falta es decisión y voluntad política.

Es decir: llegamos al llegadero.

El camino paciente pero perseverante hacia el socialismo en el ámbito urbano.


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En una coyuntura histórica como la actual, probando y equivocándonos podremos alcanzar los primeros éxitos

Llamando aMaría

Algunos avisos en Últimas Noticias a plena página y color publicados en diciembre de 2005.
  • Día 18. 'En Miranda el Gobierno anuncia que hasta el 16/12/05 se han entregado 728 viviendas', suponemos que en el año. En Miranda se forman al año 10.000 nuevas familias populares. Se han producido 728 viviendas. Las restantes 9.272 nuevas familias probablemente construyeron ranchos.
  • Día 17. 'En Vargas el Gobierno anuncia la demolición de 20 ranchos que serán suplantados por casas. En Vargas se contempla la sustitución futura de 500 ranchos'. En el 2001 habían 4.821 ranchos y en Vargas se forman cada año unas 500 nuevas familias populares. La información de prensa es muy vaga pero puede presumirse que en Vargas queden unos 3.000 ranchos viejos y se han construido unos 2.000 adicionales nuevos.
  • Día 8. 'El Gobierno anuncia un acuerdo con Irán para construir 10.000 viviendas en el 2006 a un precio de 87 millones cada una'. Con 20 millones de subsidio y 10% de inicial, los aspirantes tienen que ganar más de 1.700.000 Bs. mensuales para poder comprar, más de lo que gana un profesor universitario agregado a tiempo completo.
  • Llamando a María. El Gobierno no consigue producir suficientes viviendas para cubrir la necesidad de 100.000 nuevas viviendas por año en el país. La solución como que es llamar a María. María son China e Irán por ahora.
  • Moraleja. Pongamos atención: la ineptitud es uno de los enemigos monstruosos que pueden poner en peligro el éxito de este experimento social que por primera vez ha puesto a Venezuela en el mapa mundial de las utopías. En los ministerios y en todas las instituciones públicas, la lealtad es necesaria pero nunca suficiente.
     
    • También se requiere conocimiento y experiencia.
     

    Un amigo bombero

    Ángel Rodríguez nos envía una carta muy amable, con reflexiones muy oportunas. El lector Rodríguez es bombero. Y un ciudadano preocupado porque este país funcione. Además de señalar la importancia (el deber) de rescatar y cuidar el patrimonio arquitectónico de la ciudad, insiste en el tema del gran peligro que encierran tantos edificios en pésimas condiciones de seguridad.

    Él los llama, con toda razón, 'bombas de tiempo'. Recuerda el incendio de la Torre Este de Parque Central como ejemplo de lo que puede suceder. Con relación a este asunto de la seguridad pública, para casos de catástrofes de todo tipo, hay que insistir hasta el fastidio. Nunca se han tomado las medidas necesarias para que el público en general tome conciencia de las amenazas que encierran nuestras condiciones naturales.

    Éstas, aunadas a un descuido patológico que implica una perversa tradición de falta de mantenimiento, de carencia de educación para riesgos, etc, deberían llevarnos a considerar como absolutamente necesario preparar y poner en función un vasto y permanente programa nacional de educación y entrenamiento para adultos y para niños, en la prevención de desastres.

    Incendios, terremotos, inundaciones, deslaves... largo es el cuento de los enemigos públicos que nos amenazan desde siempre. Cuesta entender las razones que hacen que prospere nuestra típica indiferencia frente a estos problemas, especialmente urbanos, de sobra conocidos y experimentados.

    Nos negamos a echarle la culpa al eterno comodín de las condiciones culturales.

    Y con el amigo bombero reclamamos una política pública para las emergencias.

    Es verdad que hay buenas señales: en los últimos tiempos se han dado pasos importantes en el nivel gubernamental para enfrentar el asunto con toda se riedad. Pero todavía falta saber si se trata de un operativo más o de una política coherente y de largo aliento.


     

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