lunes, 25 de febrero de 2013

AyB 079 - 29 Marzo 2007

Ultimas Noticias | Jueves 29 de Marzo de 2007



¿Cómo decidir en vivienda?


Henrique Hernández / Alejandro López /Juan Pedro Posani / Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com


Como contribución, algunas ideas al voleo. Pero antes unas precisiones: 1 La vivienda es un medio más para la calidad de vida familiar. 2 La producción de urbanismos y viviendas estimula a otras industrias, genera empleos, exige tecnologías. 3 La vivienda requiere, además del Poder Central, la participación efectiva del Poder Popular y de instituciones públicas y privadas. Si hay acuerdo en esto, el Ministerio del Poder Popular para la Vivienda y Hábitat, Mipopo Vivienda y Hábitat, debe mover a diversos sectores para sustentar y ejecutar su gestión.

Primeras ideas. Mipopo Vivienda y Hábitat debe formular las líneas estratégicas de política para los próximos 10 años, en las cuales el Poder Central promueve, dicta pautas, orienta recursos, coordina, controla y evalúa, y el Poder Popular organizado, alcaldías y sectores productivos y de la construcción, ejecutan las obras.

Mipopo para la Planificación y Desarrollo, orientará al Mipopo Vivienda y Hábitat con las líneas, ejes, planes y prioridades nacionales.

Segundas. Es vital que algunos sectores, además del Instituto Nacional de Estadísticas, faciliten información para diagnosticar y planificar.

Por ejemplo: Lista detallada de proyectos, terrenos y edificaciones, disponibles en las instituciones públicas nacionales, estadales y municipales.

Las 335 alcaldías, además de lo anterior, un censo de necesidades de vivienda, servicios y equipamientos.

Los prestadores de servicios de agua, cloacas, electricidad, gas, teléfonos, su actual cobertura territorial e inversiones previstas.

Los Consejos Comunales, Cooperativas y Asociaciones de Vivienda, sus necesidades de vivienda, servicios y equipamientos, priorizando las familias según vulnerabilidad física, económica y social. Además, sus disponibilidades de terrenos, ahorros y mano de obra.

Las industrias de insumos, sus diversos productos, costos, volúmenes anuales y ubicación de sus plantas. Además, los requerimientos para aumentar la producción.

Las constructoras, públicas, privadas y comunitarias, su capacidad actual para construir urbanismos, viviendas e infraestructura, un plan para aumentar esa capacidad y posibles terrenos urbanizados y viviendas terminadas, vendibles al sector público.

Los centros de investigación y desarrollo tecnológico, sus tecnologías y productos comercializables de inmediato, así como aquellos disponibles en breve lapso, indicando plazos y requerimientos para ello.

Los entes financieros, públicos y privados, los recursos disponibles, y los tipos y características de créditos para producir, construir, adquirir, remodelar.

Finalmente. Así, Mipopo Vivienda y Hábitat puede saber con que cuenta el país y elaborar un plan factible de vivienda. Seguramente eso será mejor que sustituir 103 viviendas acá, iniciar 232 por allá, prometer 975 acullá. Sin duda, se pueden construir 200 mil y hasta más, viviendas por año.

El asunto está en cómo y cuándo se pueden producir sostenidamente. Esperemos que más pronto que tarde, se vea la complejidad de aspectos, participantes y decisiones, que convergen para hacer viable, sustentable y efectiva, la gestión pública en esta materia.

Cuando se va por buen camino, aún con errores se llega, pero por el errático, ni teniendo éxitos se alcanza el destino.

Ojala la Misión Villanueva tenga ojos y oídos.

Saber pedir, saber planificar

Sábado por la mañana. Por VIVE TV, un interesante programa de contacto con la realidad. En este caso con la comunidad de Chaparral, Ocumare del Tuy.

La discusión, adelantada por la sra. Marbelis Díaz, se centra en lo que desea la comunidad, organizada en Consejo Comunal.

Detrás de las mujeres y de los pocos hombres sentados en círculo, unas cuantas casas muy dignas, que les construyó Vivienda y Hábitat, pero también los ranchos de madera y láminas de cinc que todavía esperan por ser convertidos en viviendas de verdad. Las calles siguen de tierra, pero hay agua y un comienzo de cloacas. Los habitantes, urgidos por la sra. Marbelis, hablan. En sus expresiones se repiten con insistencia y energía algunas palabras: debemos exigir, debemos recibir ayuda, necesitamos colaboración, debe haber inspección. Lo que parece no han recibido suficientemente ni de la Gobernación ni de la Alcaldía.

Tan sólo Vivienda y Hábitat se movió y construyó las casas con baños, rejas y tejas que se perfilan en el fondo. Lo que se pide son cloacas, simoncito, calles asfaltadas, escuela. Y por supuesto más viviendas.

Algunas cosas están claras. Entre las diferentes instancias de gobierno no hay suficiente coordinación. La tipología de las viviendas es la más convencional e igualmente la organización urbanística del poblado. La participación de la comunidad en las decisiones que la afectan ha sido y es mínima. No ha habido control sobre treinta millones que recibieron. Pero más grave que todo lo anterior, y se trata de un rasgo sociopolítico que le pertenece a casi toda la población venezolana, es, antes que nada, la actitud pasiva, de espera que "alguien" regale, done o haga bajar del cielo lo que se necesita. Y lo afirmaba una de las participantes: "¿le vamos a seguir pidiendo siempre a papá Chávez? ¿Y el Alcalde y el Gobernador?". Surgen dos preguntas: una, el presidente debe ocuparse de todo, y ¿las demás instancias cuando actúan? Dos, el asunto central es pedir y cómo pedir. Por supuesto, si el presupuesto nacional deriva directamente de la propiedad común de todos los venezolanos que es el petróleo, a mí que me "den" una casa que buena falta me hace. El razonamiento tiene una lógica suya muy sólida.

Para quienes únicamente funciona la lógica del trabajo y del mercado capitalistas (esto es, gánate tu casa con tu trabajo, si puedes) todo esto es un escándalo. Claro, se saltan a la torera toda la acumulación histórica de explotación, de privilegios y de corrupción, con la cual se ha mal construido el país. Y se les olvida completamente lo que llaman la "deuda social".

Pero ahora, en la perspectiva del socialismo siglo XXI, las necesidades de la comunidad de Chaparral debemos aprender a solicitarlas con mejores métodos, con más precisión, con la autoridad y la competencia de quienes saben sus urgencias reales.

Porque: ¿cómo vamos a repartir los ingresos que son de todos? ¿Cómo se definen las prioridades? ¿Por qué a ellos y no a mí? ¿Cuáles son los instrumentos sociales de presión para que se haga justicia, esto es, para que el reparto sea justo y apropiado? ¿En Chaparral no hubiese sido más fructífero, menos casas completas y dignas de inmediato, y más autoconstrucción a partir de apoyos iniciales, y médicos, escuelas, calles, electricidad y cloacas, y sobre todo trabajo? Conclusión, con el socialismo del siglo XXI va a ser indispensable aprender a planificar. Y desde abajo.



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