Barrios caraqueños viajan a Venecia
Nuestros
corresponsales pro tempore en Italia informan que ayer miércoles 6 se inauguró en Venecia la Bienal Internacional de
Arquitectura. El Pabellón de Venezuela, monumento nacional para las dos
naciones, es una obra extraordinaria del arquitecto Carlo Scarpa. Nuestro país
presenta una exposición que denuncia y llama a distanciarse de la arquitectura y
del urbanismo, estrafalarios y espectaculares, que dominan la escena urbana de
los países desarrollados.
Dos escuetos textos
que acompañan las excelentes fotos de Nicola Rocco,
algunas del libro Caracas Cenital, hablan de nuestras ciudades, de nuestros
problemas y señalan las diferencias radicales que nos separan del mundo del
consumismo. Ellos son: "En esta hora dulce en la que
rompe el día, habiendo superado el tiempo nocturno, y en
medio de la multitud que despierta en la ciudad de todos, nosotros, arquitectos
de la Venezuela bolivariana, no concebimos otras arquitecturas posibles que las
que se rebelan contra la ignominia. Arquitecturas que perfilen, propongan y
consigan la creación de espacios para la inclusión, la libertad, la igualdad y
el establecimiento de una justicia esencial y absoluta que no puede seguir
esperando.
La ciudad está allí, con su
cuerpo lleno de cicatrices. Nos habla con la voz de
innumerables generaciones. Por ella y para ella trabajamos incansablemente con
esta nueva luz en la hora dulce en la que rompe el día". FARRUCO SEXTO
"Entiendan esto:
nuestras ciudades nacen de una sociedad distinta,no podemos imitarlos. Nuestro
mundo (el tercero) es diferente, tiene otras raíces y otro destino. Las recetas
de uds., que son las recetas del espectáculo, no nos sirven.
Déjennos corregir nuestros errores y las
consecuencias de vuestros atropellos, a nuestra manera. No nos juzguen sin
entendernos. En el futuro puede ser que podamos hasta enseñarles algo".
JUAN PEDRO POSANI
Pobre Caracas
Realismo mágico
En Caracas, como en Macondo, todo es posible. Hacer 25 mil viviendas en
90 Ha sin afectar el área verde sobre la que se construyen. Vender apartamentos
a un monto menor que el terreno. Sus alcaldes coordinan un plan urbano para la
Caracas que queremos. Priorizan el transporte y la vialidad para acabar las
trancas, habilitan los barrios para integrarlos a la ciudad, respetan las áreas
verdes para recuperarlas, reconquistan los espacios públicos para pasear por
plazas y caminar por aceras, recogen la basura, barren las calles. Pero el
realismo mágico no llega a tanto. En lugar de mariposas amarillas la ciudad
amaneció llena de dimes y diretes, descalificación y confrontación insulsa, lo
intrascendente sobre lo importante, lo fundamental de la ciudad, desvirtuado y
manipulado bajo una exacerbada demagogia política.
Expropiar espacios abiertos
Sin duda, la expropiación es un instrumento indispensable para la planificación
urbana. Sin duda, los espacios abiertos de la región metropolitana deben
preservarse y son estratégicos para su futuro. Pero, Aceras y Brocales ha
insistido en la necesidad de crear una instancia participativa, con poder
político, técnico y financiero, responsable de la planificación de la región
metropolitana. La cual, mediante un plan concertado, guíe los proyectos y obras
de alcaldías y entes públicos y privados. Deben evitarse propuestas de impacto
general para la ciudad, si no armonizan bajo una estrategia de desarrollo. La
expropiación de terrenos abiertos es demasiado importante como para ejecutarla
unilateral, descoordinada, débilmente argumentada y sin un plan integral.
El factor vivienda
La intención de atender a
la clase media es correcta. Pero proponer construir en las áreas libres es
absurdo. No responde al diagnóstico del problema ni de las soluciones.
Responde a un enfoque simplista: ante la
necesidad de vivienda hay que construirlas en La Carlota, Fuerte Tiuna y los
campos de golf, que por su ubicación sirven para la clase media, manipulándola
políticamente. Por ser áreas que se deberían respetar como parques, en el futuro
deben ser de uso público, justificando así su
expropiación, pero no para el disfrute de pocos. Estos espacios son muy valiosos
para la ciudad, su futuro debe ser estudiado con sumo cuidado y decidido con
amplia participación.
Las matemáticas
Se habla de 25 mil viviendas para Caracas, lo que
requiere entre 400 y 500 Ha para un urbanismo de densidad media. Los campos de
golf suman cerca de 90 Ha, permitiendo de 4 mil a 6 mil familias, pero dice el
Arq. Menéndez que "por cada metro construido habrá diez metros de vegetación"
(EN 3008-06), se supone de parque, luego disminuiría el
número de familias privilegiadas a mil, 4% de las viviendas que aspira la
Alcaldía Metropolitana. Menéndez ofrece que estas familias podrán adquirir las
viviendas a un monto entre 100 y 150 millones de bolívares (EN 2508-06). El
costo de estos terrenos estaría cerca de 500 millardos, incidiendo entre 85 y
125 millones por apartamento, si éste es el costo del terreno ¿cual será el de
los apartamentos?, ¿quién pagará la diferencia?, ¿cuál es el empeño de construir
en terrenos tan costosos?
Otras opciones
1) Evaluar los terrenos factibles de desarrollo de la Gran Caracas. El
Ministerio de la Vivienda contrató ese inventario al Instituto de Urbanismo de
la UCV. ¿Se utiliza? Por ejemplo, ¿se conoce el caso de La Montañuela? propiedad
del Inavi, 500 Ha cerca de Macarao, donde se pueden construir de 10 a 12 mil
viviendas.
2) Hay sectores de Caracas subutilizados, con bajas densidades y en
decadencia, aptos para planes de renovación urbana, con alto impacto político,
económico y de mejoramiento de calidad de vida de la ciudad. El Silencio y El
Valle, con sus diferencias, son extraordinarias experiencias y referencias para
un plan audaz de transformación de la capital.
3) En las urbanizaciones
existentes, en muchos casos, la vivienda inicial se ha convertido en dos o tres
viviendas, es un proceso que se debería legalizar, facilitar y apoyar técnica y
financieramente. Allí las alcaldías tienen la batuta.
Finalmente
Ojalá
la medida de Barreto sea el "gol de oro" para crear ya
la oficina de planificación urbana de la región metropolitana. Y para avergonzar
a los alcaldes por su insólito, insensato e irresponsable uso de la
confrontación, descalificación, demandadera y descoordinación como forma de
gobernar Caracas, en perjuicio de sus reales funciones y competencias para las
cuales los eligieron. Pensemos en Caracas, la que perdió sus techos rojos, dejó
de ser sultana y hasta la pava le llegó.
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