jueves, 4 de abril de 2013

AyB 200 - 19 Noviembre 2009

AyB 200 - 19 Noviembre 2009

Ultimas Noticias | Jueves 19 de Noviembre de 2009

Alejandro López - Alfredo Roffé


acerasybrocales@gmail.com


Una nueva ciudad, postcapitalista

José Luis Sampedro

¡Qué bueno sería si nuestros economistas leyeran más a José Luis Sampedro! En realidad sería bueno que todos leyéramos más a ese señor. Eminente economista español, republicano, irreverente y muy "libre pensador", desde la altura y sabiduría de sus noventa y pico de años, sigue analizando a la sociedad mundial y a sus tremendos problemas con la misma frescura e independencia de criterio. En lo esencial, nos viene repitiendo que el crecimiento infinito en un planeta finito constituye una utopía, o, más que una utopía, un disparate. Que el desarrollismo típico de la llamada "civilización occidental" está llegando a sus límites, que está agonizando.

Concebido como crecimiento perpetuo, es un cáncer cultural y social. La crisis estructural actual, la financiera, y las definitivas, la climática y la energética, así lo demuestran dramáticamente.

Sin embargo, insiste Sampedro, ese desarrollismo, dimensión patológica de la cultura occidental, nos ha sido vendido e inculcado eficazmente por los sistemas educativos, culturales, y por la maquinaria de los medios de comunicación de masa.

No cabe, entonces, si queremos de verdad ser racionales, sino asumir la inmediata necesidad de descolonizarnos de la peor colonización: la mental.

Es preciso inventar una nueva cultura con todas sus implicaciones, en lo científico, en lo económico, en lo productivo, y naturalmente en los hábitos y costumbres, en lo que en definitiva marca más nuestra forma de vida actual, en lo que él llama"la manera global de vivir una colectividad, desde los mitos hasta los instrumentos cotidianos". En la medida en que entendamos y concienticemos que "el planeta es el primer bien escaso", con límites bien precisos, comprenderemos entonces que es necesaria e inevitable una drástica ruptura cultural con el pasado y el presente. "Esos límites decretan el agotamiento de nuestra civilización industrial, tanto si la encarna un sistema capitalista, como si se vale de un socialismo al estilo soviético". Y esto significa, como rigurosa consecuencia lógica, emprender una verdadera "revolución cultural". Es de allí que se dispara la otra advertencia de enorme importancia para quienes se ocupan, en el poder institucional y en la actividad privada, de la construcción del espacio: la ciudad actual, desarrollista, desequilibrada e injusta, hija, en nuestro caso, de una perversa dependencia histórica (material y mental), debe cambiar.

No es posible que sigamos pensando, planificando, diseñando y construyendo la ciudad como si nada estuviese ocurriendo: afortunadamente las restricciones que derivan de nuestra estructura económica, no nos permiten imitar (según nuestra tradicional tendencia) a los delirios de grandeza tan de moda en el mundo "desarrollado", y en el que está en proceso de serlo, repitiendo sus errores (véase China y los países árabes). Pero imitamos en otros niveles: entre nosotros mismos, imitaciones de imitaciones,... ¡eso parece del primer mundo! Ahí está Medellín, por ejemplo, de que siempre se habla. Excelente decisión la de que lo que el Estado hace en los barrios debe ser de la máxima calidad, porque así lo exige la deuda social. Las mejores escuelas, las mejores bibliotecas, etc. Pero lo que han producido los arquitectos son en el fondo edificios con los que ellos quisieran aparecer en las revistas, en igualdad de condiciones estéticas con las obras de los grandes del "desarrollo". Trabajan para los barrios como si se tratara de la Quinta avenida de Nueva York. Grave error: la máxima calidad, en un medio histórico, social, económico y políticamente determinado como el nuestro, se mide de otra manera. La calidad es esencialmente calidad de vida, nueva modernidad ecológica, respeto y disfrute de la naturaleza, organicidad de los sistemas de vivienda, transporte y de producción, valor para romper cartabones importados y para ensayar un nuevo tipo de desarrollo postcapitalista. Allá Medellín, pero aquí también Caracas. Poner a funcionar funiculares y teleféricos, de buenas a primera, otro ejemplo, en lugar de examinar a fondo alternativas de sistemas de comunicación en la relación costo/rendimiento funcional, suena más a vitrina retórica que a verdadero mejoramiento de los barrios. Sin mencionar lo que implica la trampa de la dependencia tecnológica, ¡para nosotros que no logramos ni siquiera mantener funcionando los ascensores del Parque Central! Otras metas, otros valores.

Un cambio profundo que rompa la colonización mental.

Otra manera de relacionarnos con la cultura y de ser nosotros mismos cultura: hacer ciudad es hacer cultura, y de la mejor.

Valga la obra del maestro José Luis Sampedro, quien comprende nuestros atrevimientos y simpatiza con nuestras angustias, para replantearnos seriamente lo que queremos construir y cómo construirlo, en esta pelea ciclópica por un mundo mejor.

PREGUNTADERA

¿Debería impulsarse a las transnacionales a producir autobuses, camiones, "chivitas", motos urbanas, ambulancias, carros de bomberos, grúas, etc., en lugar de priorizar la de vehículos particulares y de lujo?

¿Se ha entendido a dónde llegará, y sus impredecibles consecuencias e impactos, la permisividad inaudita y extendida en la trasgresión de las normas de circulación por motorizados y conductores de todo tipo en el país?

¿Existe un registro nacional de beneficiarios de viviendas públicas que permita verificar la duplicidad, la propiedad y la ocupación actual?

¿Existe un registro nacional de las viviendas que se están construyendo, etapas de desarrollo, fechas reales de terminación, beneficiarios, ubicación, costos...?

¿Cómo se aplica una estrategia urbana y de la vivienda que además de la transformación física y la mejora de la calidad de vida, logre la formación de un nuevo individuo y de las comunidades?



VARIOS


El diseño y la arquitectura.
Son las cenicientas de estos tiempos. Ni el diseño de los conjuntos de vivienda se ve como ámbito impulsor del crecimiento colectivo, ni la arquitectura es valorada como expresión cultural del país que queremos construir.


¿Y las universidades qué?

¿Dónde están, dónde se formaron los arquitectos que diseñan los conjuntos públicos y privados de vivienda? ¿Las universidades estarán conscientes de que son sus pupilos los autores de las muchas monstruosidades que vemos a diario en las ciudades en todo el país, salvo excepciones extraordinarias?


Misterio de la ciencia
¿Por qué no es posible recoger la basura y mantener las calles limpias en toda la ciudad y siempre? La "ley Mugre" dice que mientras más contenedores menos recogemos y que mientras menos recogemos más promesas y excusas.




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