CARACAS: PARALISIS INMINENTE
Caracas es un área metropolitana colapsada. El tráfico rueda a
una velocidad de 15 Km/hora en promedio y se reduce a la mitad en las horas
pico. El único medio masivo de transporte público, el Metro, está en terapia
intensiva. Se pierden millones de horas de vida y de gasolina en las colas. Los
índices de delincuencia y de muertes violentas están entre los más altos del
país. Las emergencias de las clínicas y hospitales, privados y públicos, están
sobresaturadas. El racionamiento del agua potable existe unos 2 días a la
semana en las zonas ricas y mucho más en las pobres. Más del 50 % de la
población vive en barrios, muchos de ellos en zonas de alto riesgo geológico y
todos en alto riesgo sísmico por sus debilidades estructurales de construcción.
La lista podría continuar, pero el hecho real es que Caracas es una ciudad
hostil, peligrosa, contaminada, sin servicios, en síntesis un infiernito.
Los Censos de Población muestran cómo la
gente huye de Caracas.
Un simple ejercicio numérico lo demuestra. Se parte de la población existente
en el año del censo, se calcula cuál debería ser su población para el año del
censo siguiente, usando la tasa de crecimiento promedio del país, se compara
esa cifra con la que da el censo real y
si la cifra es positiva ha habido inmigración hacia Caracas pero si es negativa
ha habido emigración desde Caracas. Entre 1961 y 1971 la inmigración aportó
280.000 personas a Caracas, pero entre 1971 y 1981 se fueron de Caracas
275.000, entre 1981 y 1990 nada menos que 727.000 y entre 1991 y 2001 la
cantidad de caraqueños que emigraron llegó a 285.000. Desde 1971 la gente se va
de Caracas. ¿A dónde? Sobre todo a los Valles del Tuy y a Guarenas-Guatire.
Como curiosidad se puede comentar que entre las parroquias del Municipio
Libertador sólo Macarao, La Vega ,
Antímano y El Junquito tienen un cierto crecimiento, ya que son zonas de
invasión y formación de barrios nuevos. El resto de las parroquias tienen más
bien un descenso pequeño.
Este año ha sido trágico. Los deslizamientos
han provocado bastantes muertos y un número importante de damnificados. Las
tragedias son siempre noticias para los medios amarillistas y el impacto de
esta situación en la opinión pública ha sido fuerte y negativo para el
gobierno, que en respuesta se apresura a soluciones inmediatas y necesarias:
traslado a refugios, cuando estos se saturan ocupación de hoteles, compra
apresurada de desarrollo de vivienda privados, reubicaciones muy televisada,
pero obviamente insuficientes. Esta vez el gobierno también propone soluciones
a mediano plazo: 50.000 viviendas en Fuerte Tiuna. Pero estas también son
obviamente insuficientes. No ha habido tiempo para pensar. No hay tiempo para
pensar. No hay una estrategia, no hay una política. Cada día se inventa algo
distinto a lo del día anterior. El desorden, la entropía de los científicos,
crece y crece hasta que de pronto, instantáneamente todo se paraliza. Es
demasiado tarde. Todo muere.
¿Cómo distribuir equilibradamente en el país
las oportunidades de empleo? ¿La disponibilidad de equipamientos
sociales? ¿La calidad de vida? Son las variables básicas que hacen que la
población se mueva hacia donde los niveles son más elevados. ¿Cómo localizar
las grandes inversiones y las grandes determinantes sociales, culturales y
económicas? Caracas es un caso especial. Cada región es un caso especial. Pero
todas son componentes del mismo conjunto que funciona como un todo. ¿Qué hacer?
La sociedad es sabia. El cuerpo social
siente las enfermedades y trata de remediarlas. A veces con grandes
revoluciones. A veces con pequeñas medidas. Los caraqueños son un cuerpo social
enfermo y este cuerpo busca sus soluciones, pero estas no siempre son eficaces
para hacer desaparecer la enfermedad. La gente se va de Caracas. Pero no en
suficiente cantidad, no a suficiente distancia. Los movimientos espontáneos
tienen sus limitaciones. Se requieren grandes iniciativas, grandes recursos,
organización, planificación. La participación, sin estos componentes, es pura
ilusión. Es el gobierno que la gente se da quien tiene que impulsar los grandes
cambios. Caracas necesita grandes cambios. Todas las ciudades del país también.
Se necesita con urgencia una política
territorial
que reoriente el futuro del país. El socialismo se debe caracterizar por
grandes cambios reales. Por concepciones creativas e imaginativas para elevar
el nivel material y espiritual de los seres humanos en socialismo. Sobre todo
de realizaciones concretas que demuestren en la práctica, la famosa praxis, lo
justo de la teoría. Desde hace muchos años circulan las hipótesis de los
grandes ejes, de los corredores, de las zonas especiales, etc., cambiantes
según la corriente, inexistentes en la realidad. ¿Dónde está el Plan Nacional
de Desarrollo Territorial, con sus políticas y sus metas? El Plan Nacional
existente es una entelequia. Lleno de maravillosos deseos y de espléndidas
figuraciones de un futuro provisor. Pero sin una sola meta, un solo indicador
que permita evaluar su cumplimiento. Las 50.000 viviendas de Fuerte Tiuna no
son para los problemas de Caracas una respuesta justificada con prospecciones
serias y documentadas. El tiempo es infinito pero los procesos no.
VIVIENDA SOCIALISTA EN SANARE
Juan Carlos Parisca y Edgar Rodríguez nos envían la experiencia de la Comuna Argimiro Gabaldón en Lara con el sistema constructivo socialista tipo Yacambú. Son dos modelos de casa, una de 3 hab+1 baño con un área techada de 80 m2 (Bs 160.000) y otra con 2 hab+1 baño con un área techada de 58 m2 (Bs. 116.000).
ü La concepción, dirección
y ejecución es por la organización
comunera.
ü La tecnología es
propia y adaptada a las condiciones del sitio.
ü Aprovechan los recursos
endógenos como la arcilla
de la cual producen con la participación directa de los miembros de las
comunidades el ladrillo y
la teja.
ü
La
comunidad construyó y opera un horno que funciona con gasoil con capacidad para
producir cerca de 18.000 tejas o ladrillos por mes con unos 10 trabajadores.
ü
Las
casas tienen fundaciones y estructura de concreto, paredes de ladrillo obra
limpia y techo de fibrocemento cubierto con tejas.
Están
evaluando y sistematizando la experiencia para disponer de un paquete tecnológico
transferible a otros consejos comunales de la zona.
Este, como otros ejemplos, encaja perfectamente
en lo que insistimos permanentemente. Deben ser iniciativas que los gobiernos
(nacional, regional y municipal) apoyen en forma masiva y faciliten la
participación de las comunidades organizadas en sus propias viviendas. Pero
para ello deben crearse las condiciones de servicios y equipamientos, es decir,
urbanizar masivamente y detonar un proceso muy rico y creativo de producción y
de construcción de viviendas que se adapten progresivamente a la familia en
tamaño, calidad y costos. Superando, seguro estamos, los escandalosos e
ineficientes resultados de la construcción contratada que hoy prevalece.
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