IMPORTANTE Y URGENTE
2 En el problema de la vivienda
hay realidades manifiestas que ameritan una respuesta acorde. Por ejemplo, los
damnificados son producto de causas sociales, pero hay que atenderlos con
acciones de emergencia. La solución definitiva está en reconocer, interpretar y
entender, aquellas situaciones y procesos que los llevan a su dramático
sufrimiento presente. Cuando los dirigentes del sector vivienda se dejan
arrastrar por lo urgente pierden la visión de conjunto y la emergencia pasa a
ser lo importante. Confunden causas con efectos. Se les desparece del horizonte
el largo y profundo camino de la solución definitiva.
3 ¿Qué hacer? Indiscutiblemente
hay que actuar en ambos sentidos. La burocracia pública, en el buen sentido de
la palabra, debe organizarse para atender lo urgente, que por un buen tiempo en
nuestro caso, será “normal”. Es lo que podríamos llamar el área bomberil de la
gestión, para atender emergencias. Pero impelablemente, esa organización debe
disponer en paralelo, de un área con otra visión y preparación, muy distinta a
la anterior, para la gestión de largo aliento que atienda los orígenes del
asunto urbano y de la vivienda. Es decir, sus raíces, lo importante, por sus
impactos y consecuencias en lo social, físico y económico del desarrollo.
4 Ambas piezas del mismo
engranaje burocrático deben estar estrechamente vinculadas y coordinadas. Así
como lo importante debe ser atendido y tiene plazos largos, lo coyuntural y
urgente, exige su atención debidamente en plazos cortos. A veces hay que
priorizar lo urgente pero jamás desatendiendo lo importante. Si no priorizamos
lo importante, diariamente, lo urgente nos devora.
5 En este momento, los refugios,
los traslados a urbanismos terminados, la intervención de las “ollas
inmobiliarias”, las salas situacionales, entre otras acciones, están justificadas
para atender lo urgente. Pero, ¿y lo importante, cómo se está atendiendo? ¿Se
tiene un plan de desarrollo de las ciudades y para la vivienda? Cuando hablamos
de un plan es en su sentido más riguroso, no de ideas, ocurrencias o listas de
proyectos puntuales. ¿Cuál es la estrategia? ¿Cómo se están enfocando asuntos
como la tierra para urbanizarla masivamente, la industrialización de la
vivienda popular, la renovación y densificación urbana, la administración
efectiva de los procesos urbanos y de vivienda por las comunidades, el
transporte público masivo, especialmente el superficial…?
Si algo hay que hacer con urgencia en vivienda, es
organizarse radicalmente distinto a como hoy está estructurado el sector, para
ocuparse con eficiencia y eficacia, de lo importante y urgente del desarrollo
urbano y de la vivienda.
6 Un caso emblemático es Fuerte
Tiuna. Debido a sus propiedades urbanas, desarrollar ese sector de Caracas con
visión de la urgencia sería un craso error. La ciudad exige dada su realidad
compleja y difícil, para decirlo suave, de una gestión urbana integral con
horizontes cortos y largos, que permita acciones y obras que contribuyan a su
calidad y eficiencia. Fuerte Tiuna amerita insertarse dentro de una estrategia
global de desarrollo sustentable de la Capital de la República y no como una
urbanización grandota, o como suele llamarse ahora, una “ciudad dentro de la
ciudad”. Requiere de sustentos y análisis más rigurosos para su aprovechamiento
que la sobre simplificación de construir 50 mil viviendas para “resolver el
problema de la vivienda”. El problema de la vivienda se resuelve con transporte
público, equipamientos, servicios y haciendo ciudades de calidad, con
administración comunitaria, más que construyendo viviendas “a donde haya un
hueco libre”.
7 Finalmente, con permiso y
modestia, el tema urbano y de la vivienda, amerita con “urgencia” debatir y
construir sus políticas, y por cierto, hacerlo colectivamente, para atender con
contundencia y éxitos, lo “importante”. Si no, lo urgente matará lo importante
y Dios ni confesado nos agarrará.
Pintura de Jean Francoise Frauzier (Francia 1952), tomada de INTERNET |
Reacciones sorprendentes. Cada vez que opinan los opositores al gobierno sobre las políticas de
vivienda, surgen algunas preguntas: ¿Cuáles son las exitosas políticas y
resultados de la gestión urbana y en vivienda de esos gobernadores y alcaldes
en 10 años? ¿Están resolviendo el problema de transporte, basura, mantenimiento
urbano, en Zulia, Táchira, Carabobo, Nueva Esparta? ¿Están disminuyendo la
necesidad de vivienda? ¿Cómo fue posible que en 40 años de “democracia”, libre
mercado y hegemonía privada, el problema urbano y de la vivienda se acentuara y
explotara? ¿Cuáles son las experiencias privadas de construcción de viviendas
que están reduciendo efectivamente las necesidades de las mayorías? ¿Son las
ollas inmobiliarias producto del rrrrégimen socialista y de las comunidades
organizadas? ¿La propiedad privada de la tierra y de las industrias de los
materiales ha sido el factor clave para “resolver” el problema de la vivienda
en estos 50 años? ¿Dónde está la gestión opositora en vivienda?
Pitazo irresponsable en
el Metro. Es inconcebible que dirigentes políticos inciten
a un pitazo para protestar cuando haya una falla en el Metro donde miles de
personas se movilizan al mismo tiempo. Es como si un avión se descompone en
pleno vuelo, los pasajeros protestan zapateando el piso y hacen una “ola”. O se
es irresponsable y se deben asumir las penas judiciales de tal acción o se es
un tremendo inconsciente que hay que encerrar en un siquiátrico. Eso no es simple
locura, es delirium tremens. ¿Qué puede pasar en una sociedad con “dirigentes
tremens”?
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