Alejandro López - Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com
EDIFICIOS EMBLEMATICOS
Estadio Olímpico de Beijing - 'El Nido' |
En los últimos 50 años se ha venido desarrollando un tipo de
arquitectura que el crítico norteamericano Charles Jencks estudia en “Iconic
Buildings” (2005): los edificios que llama icónicos, o más bien emblemáticos. Estos
edificios se caracterizarían a grandes rasgos por destruir la caja, el ángulo
recto, lo cuadrado, revolver el contexto, derribar las convenciones, retar a
las jerarquías, hacer imposible la aplicación de las tipologías tradicionales,
eliminar las reglas convencionales. Se busca la espectacularidad máxima, se
promueve la paranoia, la diferenciación absoluta de todo lo existente es el fin
último.
Jencks marca el inicio en la capilla de Ronchamps de Le
Corbusier (1950-55) y sus dos grandes arquitectos son Frank Gehry, cuya obra
más conocida es el Museo Guggenheim de Bilbao, y Norman Foster, con tal vez el
Concejo Municipal de Londres (1999-2002).
Las ciudades más características son Las Vegas y Shangai.
Estos arquitectos, no sólo Gehry y Foster, sino también
Calatrava, Herzog, Hadid, Alsop, Piano, Eisenman y otros se han
internacionalizado. El descomunal Estadio Olímpico de Beijing, a la última
moda, fue diseñado por el suizo Herzog. Esos arquitectos disponen de gigantescas
oficinas y son llamados por las grandes corporaciones, los estados poderosos y
cuanto organismo logra reunir una buena cantidad de dólares o euros para que
hagan proyectos para sus países, ciudades y centros. Los clientes desean sobre
todo crear gigantescos emblemas de su existencia, llamativos e inconfundibles,
que atraigan la atención y también, en otros casos, el flujo de visitantes y
turistas, por ejemplo Bilbao se ha convertido en un centro turístico
importante. Jencks cree que toda escuela arquitectónica es producto de su
tiempo y de su espacio y encuentra en los edificios icónicos la máxima
expresión del marketing del capitalismo avanzado. Marketing entendido como
propaganda, publicidad, omnipresencia. En verdad se trata de una típica manifestación
del posmodernismo, caracterizado por Fredric Jameson, en un libro memorable,
como “La lógica cultural del capitalismo tardío”.
Es muy raro encontrar edificios de este tipo en los países
pobres, subdesarrollados, en vías de desarrollo, tercermundistas, del sur, o
como quieran llamarse. En Venezuela tal vez algún agudo crítico-historiador
encuentre algún ejemplo, pero es difícil que sea un arquetipo, tal vez sí un
híbrido con intenciones. Hace no mucho tiempo el maestro Abreu trajo a
Venezuela a Frank Gehry y lo llevó a Barquisimeto, para interesarlo en un
proyecto para una probable Escuela y Gran Sala de Conciertos. Con la cósmica
tenacidad del maestro Abreu tal vez logre que también esta idea se transforme
en realidad y tengamos un imperecedero icono de su Sistema de Orquestas.
Los tiempos están cambiando y la todavía vigente crisis
económica global ha hecho surgir la reflexión sobre este fenómeno
económico-cultural. El pasado 12 de junio se celebró en Pamplona un Simposio
sobre el futuro de la arquitectura donde más de 500 profesionales alzaron sus
voces para trasmitir su pensamiento sobre esta problemática. Hubo de todo. Los
pro icónicos Herzog y Piano defendieron sus dominios. Para ellos la sostenibilidad
es una premisa de oficio. Todos los arquitectos tienen que buscarla. Pero otra
cosa es la belleza, el nivel artístico. Esta debe ser la meta de todo verdadero
arquitecto. En el otro extremo los ultra minimalistas que colocan en la acción
y el efecto inmediato el objetivo fundamental. Un joven chileno, Alejandro
Aravena, fue todo un acontecimiento con sus proyectos para una desvastada
ciudad chilena víctima del terremoto. Aravena resuelve el problema del agua
potable en 1 día, el de la vivienda en 10 días y el de la ciudad en 100 días.
Habrá que esperar una documentación más completa para sacar conclusiones sobre
este importante evento.
VAYAN Y VEAN
Basta un poquito de sensibilidad para entusiasmarse por lo
que está reverberando en Sabana Grande. Incluyendo la antigua Calle Real
y todas las transversales que confluyen en ella desde las avenidas Solano al
Norte y la Casanova al Sur. Recorrer las obras que están en plena, rápida e
intensa actividad transformadora del extraordinario bulevar o espacio público o
centro comercial a cielo abierto, sea cual fuere su nombre, sacude las fibras
internas de quienes habíamos engavetado la esperanza de incidir en el rescate
urbano de Caracas.
Vayan y vean, como se ha iluminado. Como se eliminaron las
mamotréticas pérgolas, despejadas las visuales y liberado de obstáculos para
caminarlo. Como se amplió el ancho del bulevar con tan sólo igualar la
diferencia de nivel entre calle y aceras. La calle El Colegio ,
por ejemplo, parece una plaza más que una calle. Desde el bulevar ahora se ve la Iglesia El Recreo.
El callejón Asunción (alias La Puñalada) invita a gritos reinventarse. Las
salidas del Metro están ampliándose y facilitando que la alegre y esperanzadora
fuente humana emerja del subterráneo a toda hora.
Vayan y vean como se abre un mar infinito de oportunidades y
retos para rehacer la
ciudad. Por ejemplo, como reorientar los usos y densidades de
los terrenos y edificaciones subutilizados, para que el Estado que es el que
afronta esta inmensa inversión se beneficie de sus resultados y no sólo los privados.
Es el caso de la calle El Colegio
donde un terreno privado es usado para depósito de embargos judiciales y
estacionamiento, que pudiera ser una plaza y extensión de la calle con una
biblioteca pública, un cafetín, un espacio comunitario-cultural y hasta
residencias temporales, quien quita. Otro ejemplo, las vallas y avisos
comerciales, normalmente oxidados trastos de acero, que son fachadas de las
mezaninas o primeros pisos de edificios bajos, deben eliminarse y hacer allí
sabrosos cafés y restaurantes con terrazas y vistas al bulevar. Otra
oportunidad es la de rescatar las fachadas de los edificios que hoy están
ilegal y absurdamente tapiados por publicidad de pésima calidad y devolverles
sus arquitecturas, sus balcones, sus cornisas, sus ventanas, incluso sus
antiguos usos de vivienda. Otro ejemplo es como normar y racionalizar los
avisos, publicidades, vallas, letreros y mostrar que se puede anunciar con
sobriedad y equilibrio, sin abusos ni mal gusto.
Vayan, y vean lo que se hace mal y digan como mejorarlo con
sus novedosas ideas. Vayan y vean, la trascendencia de lo que se está haciendo,
y por que los errores y fallas son minucias al lado del bulevar que está
pariendo Caracas. Vayan, vean y disfruten caminar por lo que pronto será un
gran eslabón de la extensa cadena de espacios públicos que la Caracas Socialista
reinventa desde Catia hasta Petare. Vayan y vean como la Plaza Venezuela es
el siguiente paso hacia el Oeste y Chacaíto hacia el Este. Vayan y vean que lo
imposible es posible y mejor. Valoremos este hecho y dejemos de lado las
críticas chiquitas y primeras páginas llenas de mezquindades y distracciones
estériles. Vayan y vean como PDVSA La Estancia y la Alcaldía Libertador
forjan lo colectivo de Caracas.
Calle El Colegio ¿plaza? en plena remodelación junio 2010. Aceras y Brocales |
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