jueves, 11 de abril de 2013

AyB 227 - 24 Junio 2010

AyB 227 - 24 Junio 2010

Alejandro López - Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com

EDIFICIOS EMBLEMATICOS

Estadio Olímpico de Beijing - 'El Nido'
 
En los últimos 50 años se ha venido desarrollando un tipo de arquitectura que el crítico norteamericano Charles Jencks estudia en “Iconic Buildings” (2005): los edificios que llama icónicos, o más bien emblemáticos. Estos edificios se caracterizarían a grandes rasgos por destruir la caja, el ángulo recto, lo cuadrado, revolver el contexto, derribar las convenciones, retar a las jerarquías, hacer imposible la aplicación de las tipologías tradicionales, eliminar las reglas convencionales. Se busca la espectacularidad máxima, se promueve la paranoia, la diferenciación absoluta de todo lo existente es el fin último.
Jencks marca el inicio en la capilla de Ronchamps de Le Corbusier (1950-55) y sus dos grandes arquitectos son Frank Gehry, cuya obra más conocida es el Museo Guggenheim de Bilbao, y Norman Foster, con tal vez el Concejo Municipal de Londres (1999-2002).
Las ciudades más características son Las Vegas y Shangai.
Estos arquitectos, no sólo Gehry y Foster, sino también Calatrava, Herzog, Hadid, Alsop, Piano, Eisenman y otros se han internacionalizado. El descomunal Estadio Olímpico de Beijing, a la última moda, fue diseñado por el suizo Herzog. Esos arquitectos disponen de gigantescas oficinas y son llamados por las grandes corporaciones, los estados poderosos y cuanto organismo logra reunir una buena cantidad de dólares o euros para que hagan proyectos para sus países, ciudades y centros. Los clientes desean sobre todo crear gigantescos emblemas de su existencia, llamativos e inconfundibles, que atraigan la atención y también, en otros casos, el flujo de visitantes y turistas, por ejemplo Bilbao se ha convertido en un centro turístico importante. Jencks cree que toda escuela arquitectónica es producto de su tiempo y de su espacio y encuentra en los edificios icónicos la máxima expresión del marketing del capitalismo avanzado. Marketing entendido como propaganda, publicidad, omnipresencia. En verdad se trata de una típica manifestación del posmodernismo, caracterizado por Fredric Jameson, en un libro memorable, como “La lógica cultural del capitalismo tardío”.
Es muy raro encontrar edificios de este tipo en los países pobres, subdesarrollados, en vías de desarrollo, tercermundistas, del sur, o como quieran llamarse. En Venezuela tal vez algún agudo crítico-historiador encuentre algún ejemplo, pero es difícil que sea un arquetipo, tal vez sí un híbrido con intenciones. Hace no mucho tiempo el maestro Abreu trajo a Venezuela a Frank Gehry y lo llevó a Barquisimeto, para interesarlo en un proyecto para una probable Escuela y Gran Sala de Conciertos. Con la cósmica tenacidad del maestro Abreu tal vez logre que también esta idea se transforme en realidad y tengamos un imperecedero icono de su Sistema de Orquestas.
Los tiempos están cambiando y la todavía vigente crisis económica global ha hecho surgir la reflexión sobre este fenómeno económico-cultural. El pasado 12 de junio se celebró en Pamplona un Simposio sobre el futuro de la arquitectura donde más de 500 profesionales alzaron sus voces para trasmitir su pensamiento sobre esta problemática. Hubo de todo. Los pro icónicos Herzog y Piano defendieron sus dominios. Para ellos la sostenibilidad es una premisa de oficio. Todos los arquitectos tienen que buscarla. Pero otra cosa es la belleza, el nivel artístico. Esta debe ser la meta de todo verdadero arquitecto. En el otro extremo los ultra minimalistas que colocan en la acción y el efecto inmediato el objetivo fundamental. Un joven chileno, Alejandro Aravena, fue todo un acontecimiento con sus proyectos para una desvastada ciudad chilena víctima del terremoto. Aravena resuelve el problema del agua potable en 1 día, el de la vivienda en 10 días y el de la ciudad en 100 días. Habrá que esperar una documentación más completa para sacar conclusiones sobre este importante evento.
 

VAYAN Y VEAN

 
Basta un poquito de sensibilidad para entusiasmarse por lo que está reverberando en Sabana Grande. Incluyendo la antigua Calle Real y todas las transversales que confluyen en ella desde las avenidas Solano al Norte y la Casanova al Sur. Recorrer las obras que están en plena, rápida e intensa actividad transformadora del extraordinario bulevar o espacio público o centro comercial a cielo abierto, sea cual fuere su nombre, sacude las fibras internas de quienes habíamos engavetado la esperanza de incidir en el rescate urbano de Caracas.
Vayan y vean, como se ha iluminado. Como se eliminaron las mamotréticas pérgolas, despejadas las visuales y liberado de obstáculos para caminarlo. Como se amplió el ancho del bulevar con tan sólo igualar la diferencia de nivel entre calle y aceras. La calle El Colegio, por ejemplo, parece una plaza más que una calle. Desde el bulevar ahora se ve la Iglesia El Recreo. El callejón Asunción (alias La Puñalada) invita a gritos reinventarse. Las salidas del Metro están ampliándose y facilitando que la alegre y esperanzadora fuente humana emerja del subterráneo a toda hora.
Vayan y vean como se abre un mar infinito de oportunidades y retos para rehacer la ciudad. Por ejemplo, como reorientar los usos y densidades de los terrenos y edificaciones subutilizados, para que el Estado que es el que afronta esta inmensa inversión se beneficie de sus resultados y no sólo los privados. Es el caso de la calle El Colegio donde un terreno privado es usado para depósito de embargos judiciales y estacionamiento, que pudiera ser una plaza y extensión de la calle con una biblioteca pública, un cafetín, un espacio comunitario-cultural y hasta residencias temporales, quien quita. Otro ejemplo, las vallas y avisos comerciales, normalmente oxidados trastos de acero, que son fachadas de las mezaninas o primeros pisos de edificios bajos, deben eliminarse y hacer allí sabrosos cafés y restaurantes con terrazas y vistas al bulevar. Otra oportunidad es la de rescatar las fachadas de los edificios que hoy están ilegal y absurdamente tapiados por publicidad de pésima calidad y devolverles sus arquitecturas, sus balcones, sus cornisas, sus ventanas, incluso sus antiguos usos de vivienda. Otro ejemplo es como normar y racionalizar los avisos, publicidades, vallas, letreros y mostrar que se puede anunciar con sobriedad y equilibrio, sin abusos ni mal gusto.
Vayan, y vean lo que se hace mal y digan como mejorarlo con sus novedosas ideas. Vayan y vean, la trascendencia de lo que se está haciendo, y por que los errores y fallas son minucias al lado del bulevar que está pariendo Caracas. Vayan, vean y disfruten caminar por lo que pronto será un gran eslabón de la extensa cadena de espacios públicos que la Caracas Socialista reinventa desde Catia hasta Petare. Vayan y vean como la Plaza Venezuela es el siguiente paso hacia el Oeste y Chacaíto hacia el Este. Vayan y vean que lo imposible es posible y mejor. Valoremos este hecho y dejemos de lado las críticas chiquitas y primeras páginas llenas de mezquindades y distracciones estériles. Vayan y vean como PDVSA La Estancia y la Alcaldía Libertador forjan lo colectivo de Caracas.
Calle El Colegio ¿plaza? en plena remodelación junio 2010. Aceras y Brocales
 
 

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