CARACAS, CRECIMIENTO Y COLAPSO
1 Comenzamos con una referencia al crecimiento de Caracas según los datos censales de 1990 y 2001. Las tendencias no han cambiado en la última década y las lecciones siguen siendo válidas. La intención es destacar algunas características de los movimientos migratorios. El método es simple, se toma la población de 1990 y con la tasa de crecimiento nacional se calcula la población que debió existir en 2001. Se compara con la cifra real de ese año y se determina si ha habido inmigración o emigración de población.
2 La población del Dto. Capital, Miranda y Vargas, Región Capital, en
1990 era de 4,0 millones. Si hubiera crecido igual al país en 2001, con una
tasa anual de 2,27, habría debido tener en 2001 5,1 millones de habitantes,
pero realmente llegó a solo 4,5 millones. Se deduce una emigración de 634.000
habitantes. De ese total 503.000 salieron del Dto. Capital, que coincide con el
Municipio Libertador. Otros 70.000 de Miranda y 62.000 de Vargas. Se concluye que
desde la Región Capital
sale una fuerte emigración ¿Por qué? Porque la vida, como vemos, se ha vuelto
infernal. Aunque sale mucha gente de la Región Capital de todos modos
hay un crecimiento pequeño, y la distribución de las corrientes migratorias no
es pareja en toda la Región.
3 El Sistema Metropolitano de Hidrocapital, que usaremos como base de
análisis, incluye los Municipios Libertador, Chacao, Sucre, Baruta y El
Hatillo. Pasó de 2,7 millones en 1990 a 2,8 millones en 2001. Creció 100.000
habitantes en 11 años, pero ha debido crecer 734.000 personas, por lo que se
puede afirmar que emigraron 634.000 personas. El Sistema Vargas cubre el Estado
Vargas, por lo que emigraron de él las 62.000 personas antes indicadas.
4 Miranda es mucho más complejo espacialmente. Hay 4 municipios que
funcionan con el Sistema Metropolitano. Chacao, Sucre, Baruta y El Hatillo, de
los cuales emigraron unas 131.000 personas, pero los restantes cuatro sistemas
que son Panamericano, Fajardo, Losada-Ocumare y Barlovento, tuvieron un crecimiento
superior de lo que debieron crecer, tuvieron una inmigración de unas 135.000
personas.
5 La síntesis de todos estos números es que el Área Metropolitana de
Caracas no aumenta su población residente, y que todo el crecimiento vegetativo
emigra hacia otros lares, especialmente hacia los sistemas Fajardo
(Guarenas-Guatire) y Losada-Ocumare (Valles del Tuy).
6 ¿Por qué entonces los problemas del Área Metropolitana se hacen cada
día más graves? Nos referimos por ejemplo al insoportable congestionamiento del
tránsito, el inmenso volumen de desechos sólidos a remover cada día, la escasez
y el costo creciente de los servicios de agua potable y electricidad, el hacinamiento
en el Metro y la contaminación atmosférica. La explicación está en que lo que
no crece es la población que está domiciliada, la que duerme en el Área
Metropolitana, su población nocturna.
7 Pero si crece, y mucho, la población que vive durante el día en el Área
Metropolitana por razones de trabajo, diligencias, salud, servicios, etc. Esa
está domiciliada sobre todo en Miranda, duermen en Guarenas, Ocumare, los Altos
Mirandinos y muchísimos viajan en la mañana, todos los días, a Caracas para
regresar por las tardes y noches a sus domicilios, tras pesadas horas de viaje.
8 La población diurna del Área Metropolitana seguirá creciendo mientras
no salgan de ella el excedente de fábricas, oficinas y sitios de trabajo y
prestación de servicios que se siguen localizando irracionalmente en este
territorio. Y seguirán creciendo sus problemas hasta el momento en que nos
agarre la entropía, el desorden total que se expresa en la paralización absoluta
y la lenta muerte. Suena melodramático pero es así. Sin contar con la amenaza
de los desastres naturales cada vez más frecuentes.
9 Apartando esas visiones terroríficas, aún en el nivel de los problemas
más cotidianos, hace falta una política nacional de distribución de la
población basada en una adecuada localización de los centros de trabajo, de
servicios y de utilización del tiempo libre, antes de que el colapso se
produzca en el AM de Caracas y comience a amenazar otras ciudades del país.
TRASCENDER LA GRAN MISIÓN
La Gran Misión Vivienda Venezuela debe trascender
su objetivo de atender las necesidades del país con la construcción de dos
millones de viviendas. La arista política y cualitativa de la Gran Misión va
mucho más allá. Significa aprovechar ese vigoroso impulso para repensar lo
territorial y urbano. Para revisar y cambiar la inercia desarrollista que aún impone
un enfoque y uso absurdo e insostenible del territorio, de la infraestructura y
de las ciudades degradadas que padecemos. Esa Gran Misión es la extraordinaria
ocasión para rehabilitar y habilitar según el caso, a las infraestructuras y poblaciones
grandes, medianas y pequeñas, y transformar gradualmente la calidad de vida de
las mayorías del país.
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