VIVIENDA EN ESCUELAS
La semana pasada pedimos la opinión a los lectores sobre
la construcción de viviendas para conserjes en centros educativos, de salud,
fábricas y demás instalaciones públicas (y privadas). Además de dotar de casa a
una familia, se logran otros fines como mantenimiento y vigilancia de esos
centros. Lo extendíamos sugiriendo, por ejemplo, viviendas para el Director o
un profesor, que podría estimular el uso de las escuelas para actividades
complementarias, culturales y deportivas. Médicos y paramédicos en hospitales,
empleados en fábricas, especialmente las que operan 24 horas los 365 días al
año. Para obreros que tengan sus viviendas cerca del empleo con escuelas,
abasto, etc. Sería una forma de integrar servicios y empleo con viviendas, lo
que sería un buen incentivo para su personal, mientras trabajen en esos sitios.
Pues bien, hemos recibido varias respuestas.
1. Alberto Urdaneta (profesor universitario) escribe que es perfectamente procedente y no es nueva. En
tiempos de Medina Angarita (años cuarenta del siglo XX), se hizo en los Grupos
Escolares. Ello es válido para otros servicios, no necesariamente todos. Habría
que considerar la accesibilidad, equipamientos y servicios requeridos para el
desarrollo pleno de la vida. La previsión de vivienda para conserjes en
edificios generalmente se toma; pero no es obligatoria, como debería, y en
número que corresponda al conjunto.
2. Francisco Torrealba (luchador social) discrepa,
por la experiencia en Valle de la Pascua (Guá), donde hace 17 años se inició un
plan para resguardar las escuelas ante el hampa, que consistía en la
construcción de viviendas para funcionarios policiales con sus familias. Se
aplicó en 17 centros educativos pero no funcionó nunca, porque se convirtió en un
problema más para la escuela y los muchachos. El señor llegaba bajo ingesta
alcohólica, peleas de las parejas, desperdicios que generaban y la falta de colaboración,
por carencia de cultura. Un docente vivió 30 años en el lugar de trabajo, nunca
adquirió casa y cuando le fue requerida no se quería salir y ni cuidaba, ni
limpiaba, además de tener todo tipo aves de corral. Igual ocurrió en el
hospital local, en el módulo de servicios, y pare de contar. Y para sacarlos hay
que acudir a tribunales. Eso no vale la pena analizarlo, exclama.
3. Nancy Martínez sobre la misma
experiencia dice que funcionó muy bien al principio, pero al pasar los años,
los funcionarios fueron jubilados, o cesanteados y no solo dejaron de cuidar
las escuelas, sino que incluso se apropiaron de las viviendas, las cercaron
para separarlas y no hubo manera de que fuesen devueltas a la comunidad, por
cuanto la constitución y otras leyes protegen a los ocupantes. Así que si bien
la iniciativa es plausible, los aspectos comentados deben tomarse en cuenta y
establecer normas específicas que eviten que se repitan en un futuro.
4.
A
Manuel II Rojas le parece muy bien
la idea pero le genera duda ¿Qué pasará con esas familias cuando se jubilen? ¿Se
quedarían viviendo en esas casas o les darían casa en otra parte? ¿Dónde vivirían
los nuevos conserjes?
Según
esos comentarios, es obvio que la idea tiene diversas ventajas y es viable.
Pero existen distorsiones que deben prevenirse. Es cuestión de establecer reglas
de juego jurídicas y éticas. Una buena idea mal ejecutada no la invalida, lo
que hay que hacer es prevenir y mitigar los riesgos envueltos en toda
experiencia. Dada la diversidad de opiniones habría que profundizar el tema.
CÍRCULOS ABIERTOS
Se están instalando en nosotros como “normales”,
proyectos sin concluir o sin definir. Cada día se inician propuestas y cada vez
más muchas de ellas se quedan en el camino. La Carlota es un caso insigne de
ir, venir y quedarse en un limbo ¿El Leander en el Parque del Este, zarpó y
naufragó? ¿El Parque del Oeste se ampliará, se terminará? Las expropiaciones de
edificios habitados se decretaron, no se cancelaron. Los buhoneros salieron de
Sabana Grande, el edificio INTIMAR donde se reubicarían allí está, esperando no
se sabe que. La lista es larga. Ese debería ser otro equipo interministerial
que revise y analice todos los proyectos en “el aire” y proceda a definir su
vigencia, modificación o los entierre de una vez.
¿DÓNDE ESTÁN LOS ARQUITECTOS?
¿Se pintaron de colores? En el aeropuerto de Maiquetía
deberían poner a uno que observe lo que tiene que hacer cualquier persona, con
o sin maletas, para moverse desde los estacionamientos al terminal o viceversa.
Y cuando llueva, que vuelva a observar. Quizás se le ocurra rediseñar esa parte
del aeropuerto y proyecte unos pasillos techados y un funcional
estacionamiento, para carros, pero que son manejados por personas, que son más
importantes que las máquinas. Hay otros detallitos, pero es muy indelicado
decirles a sus administradores que un solo escáner para todos los pasajeros
internacionales es absurdo e incomprensible. ¿Dónde está la mínima eficiencia y
respeto hacia los demás? Es como una pandemia. Los servicios a los ciudadanos: cédula,
licencias, RIF, IVSS, son papeleo, complejidades, tardanzas y repetición de datos,
que preguntamos si alguien mide el daño que causa tanta ineficiencia. Sería
provechoso poner atención a Luis Britto García y su obstinación al respecto.
EMERGENCIA HABITACIONAL
Pero con enfoque interdisciplinario, sólido liderazgo y
conocimiento del tema. Sin ocurrencias. Con planificación a cortísimo, mediano
y largo plazo. Con datos confiables. Sin que lo urgente postergue lo
importante. Un “Estado Mayor Habitacional” integrado por quienes saben y no por
quienes parece que saben. Coordinación rigurosa, visión y gestión a largo plazo
con respuestas inmediatas. Seguimiento y control constante. Acción ante la
urgencia y ante las necesidades acumuladas. Cultivar la esperanza con
soluciones modestas que crezcan con la gente y apoyo público. Sin paternalismo.
Con base a “los poderes creadores del pueblo” y de sus capacidades. Emergencia
ante el colapso visible pero planificación, y mucho más, ante el degradante
vivir de la mayoría silenciosa que grita ante las maquinitas de Smarmatic.
Emergencia ante las ciudades como asiento de la vida plena y colectiva, y no
por la vivienda per se y para algunos privilegiados. La vivienda es un proceso
que requiere tiempo, la emergencia debe ser una actitud constante y en el
tiempo para atender esa importante necesidad. No se logra en corto tiempo.
FUERTE TIUNA Y LOS RUSOS
¿Por qué? ¿Aquí no hay quienes sepan planificar y
construir una ciudad eficiente y de calidad integral? ¿Hasta cuándo nos
subestimamos? ¿Apoyo ruso y hasta de los marcianos, pero bajo liderazgo
venezolano, necesidades y cultura venezolana y creatividad venezolana?
Empecemos por analizar a la Gran Caracas, sus perspectivas, ello nos dará luces
sobre qué hacer en los terrenos como Fuerte Tiuna. Pero con estudios rigurosos
sin decisiones apuradas ante la emergencia. Cuidado con la obsesión
viviendista.
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