Tiempos de cambios en la ciudad. Es notorio que los espacios colectivos son
prioridad en la gestión del gobierno en Caracas. Las intervenciones en su
centro histórico, en el parque El Calvario, los bulevares de Sabana Grande,
Catia y El Cementerio, entre otros ejemplos, son una prueba contundente de
ello. Además vienen en camino otras obras de envergadura como la prolongación
del bulevar de Sabana Grande hasta Los Caobos, el rescate de Parque Carabobo, la
Zona Rental de la UCV en Plaza Venezuela, las nuevas estaciones del Metro, el
inicio del Bus Caracas y el Metro Cable de Petare.
Por otra parte, la Gran Misión Vivienda Venezuela, en pleno
nacimiento, tiene intrínseco en su concepción, la de ser un medio para
reordenar sectores de las ciudades grandes y pequeñas de todo el país. La
construcción de urbanizaciones y viviendas, y de sus equipamientos, en terrenos
libres o densificando áreas sub utilizadas y degradadas, necesariamente
obligará a un reacomodo urbano y a la necesaria dotación de nuevas redes de
servicios y de transporte, indispensables para las nuevas viviendas.
Es un momento de intensa actividad urbana. De creación de nuevas áreas y de
renovación de otras existentes. Son tiempos de trascendentales decisiones y de
producción de mejoras urbanas en sectores diversos de las ciudades. Son tiempos
de repensar la ciudad. Las que conocemos y la que vivimos, vienen de una visión
ideológica, cultural, social y económica, que deseamos transformar. Luego, las acciones
de hoy deben ser innovadoras en sus enfoques.
Sólo un ejemplo, el transporte ha sido privilegiado mediante el
uso de vehículos particulares y numerosas vías. Ello ha creado unas urbes donde
el carro y las calles dominan, y el peatón y lo colectivo están minimizados.
Esas ciudades solo tienen un futuro: el colapso y la degradación de la calidad
de vida de sus habitantes. No tienen límites. De una calle a una avenida. De
una avenida a una autopista. De una autopista al segundo piso de la autopista.
Del segundo piso al tercero. Luego a “tumbar sectores viejos” y a construir más
vías.
Eso es insostenible ética, ambiental, económica y físicamente. Las
nuevas ciudades deben reorientar su transformación. Sus habitantes tener
prioridad sobre las grandes intereses automotrices e inmobiliarios. Es el
momento de repensarlas radicalmente.
LABORATORIO URBANO
1 Una de las transformaciones importantes
en Caracas es la rehabilitación del bulevar de Sabana Grande. Esperando su
culminación para este año, esta intervención abarca una longitud cercana a
cuatro Kms. y una superficie de nueve Has. El bulevar en sentido Este-Oeste más
23 calles transversales. Es decir, el espacio público comprendido entre las
avenidas Solano López (Norte) y Casanova (Sur), la avenida Las Acacias al Oeste
y casi hasta la Quebrada Chacaíto al Este.
2 Sin duda, se ha optimizado el bulevar en
relación a su diseño en los años 80. Ahora hay más espacio público y claramente
definido, se eliminaron las “privatizadas” pérgolas, se actualizaron las torres
de ventilación del Metro, se priorizó al peatón sobre el vehículo, entre otras
muchas mejoras. Pero eso es poco. Rehacer el bulevar implicó dotar de redes de
servicios de alumbrado, acueducto, gas y electricidad a sectores que carecían
de estos servicios. También ha obligado a rediseñar las normativas municipales vigentes.
3 Se podría ahondar y ampliar sobre las
nuevas condiciones y los beneficios del rescate de este espacio, uno de los
nodos de intercambio de transporte más importantes de Caracas. Pero nos
interesa más resaltar las oportunidades que presenta para su renovación y como
ello podría ser una referencia para la ciudad. Podría servir para explorar
novedosos enfoques por ser un sitio limitado y propicio para validarlos ¿A qué
nos referimos? Veamos.
4 Renovación Urbana. A lo largo del bulevar
y de sus transversales abundan edificaciones bajas, degradadas, sub utilizadas,
calificadas de “blandas”. Esos inmuebles podrían ser reciclados con el fin de
reforzar y densificar el uso de vivienda, en los pisos superiores, por ejemplo
hasta 6 niveles, y las plantas bajas y mezaninas para núcleos educacionales y
de salud, espacios comunitarios, comercios, entre otros usos complementarios.
Se podría formular un plan especial de desarrollo que estimule el uso mixto de
viviendas con equipamientos vecinales y metropolitanos. Igualmente para propiciar
y reorientar nuevos usos y actividades que permita darle vida diurna y
nocturna.
5 Administración del tránsito. Caracas es
una anarquía. Carros, motos y transeúntes hacen lo que les viene en gana y el
orden está ausente. Por qué no probar en Sabana Grande que la aplicación diaria
de las normas de tránsito sea realizada por personas residentes en el lugar, de
la tercera edad o con algunas discapacidades, muy bien entrenadas, dignamente uniformadas
y constantemente supervisadas. Esto necesita de la organización local y un
acuerdo con las empresas de autobuses y motos para que sean aliados de la
“nueva autoridad”, más por las canas y el saber de la edad que por la represión
que ha mostrado magros efectos.
6 Hay más. Racionalizar los avisos y
publicidades y los puestos fijos y ambulantes de venta. El rescate y reciclaje
de los antiguos cines Las Acacias, Radio City, Broadway, así como de los
edificios patrimoniales, para talleres de artesanos, centros comunitarios y culturales.
Estimular la integración de las artes al espacio urbano peatonal. Explorar
acuerdos entre los entes públicos y los privados, dado el aumento del valor
social y económico del sector y por tanto de los inmuebles. Que sean orientados
a una mayor participación de los privados en beneficio de lo colectivo, en
cuanto a seguridad, sistema de desechos sólidos y mantenimiento general del
bulevar. Hay que repensar la ciudad y Sabana Grande podría ser un laboratorio
urbano.
Cortesía PDVSA La Estancia. Arq. Iris Espinoza 2010 |
Cortesía Aceras y Brocales 2011 |
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