jueves, 25 de abril de 2013

AyB 283 - 04 Agosto 2011

AyB 283 - 04 Agosto 2011








LA GRAN MISIÓN VIVIENDA COMO EXCUSA

Hoy nos encontramos en una interesante encrucijada. Por una parte venimos de un camino tortuoso, complejo, fallido. Por la otra, se ha iniciado un plan de vuelo, ambicioso, audaz, también complejo, lleno de expectativas. Se trata de la Gran Misión Vivienda Venezuela. ¿Por qué una encrucijada? Porque se presentan dos caminos. Uno conduce a la visión cuantitativa del tema, a cumplir con la meta de dos millones de viviendas en siete años. El otro es diferente. Además de buscar alcanzar las metas, es la oportunidad de usar ese colosal programa como una razón para conseguir otros objetivos de mayor trascendencia y extraordinarios logros, que podrían impactar decisivamente al país. Veamos algunas posibilidades para demostrar esta reflexión.

Rehacer el territorio y las ciudades

Identificar, adquirir y desarrollar terrenos, de diversas superficies y en las regiones prioritarias, abre las compuertas para aplicar un deseado y necesario reordenamiento y crecimiento equilibrado y racional de las metrópolis y de las ciudades intermedias y pequeñas. Sería una excusa para repensar las ciudades e impulsar un desarrollo urbano donde lo colectivo y público se privilegie sobre los intereses particulares. Donde el transporte público y de calidad prive sobre el carro privado. Donde los espacios públicos, diversos, peatonales, abiertos, seguros, socializadores, accesibles y de calidad, se impongan sobre los guetos comerciales, perdón sobre los centros comerciales, cerrados, consumistas, reiterativos, monótonos, frívolos. Es el momento de reemplazar las ordenanzas municipales, insólitos dinosaurios jurídicos tramposos e ineficientes, por unos planes dinámicos, consensuados, audaces, estimulantes y promotores, más que punitivos, y especialmente creativos y dirigidos al beneficio del colectivo y a la optimización y uso adecuado de la naturaleza. Es tiempo de planificar a las ciudades y de entenderlas como parte de un sistema territorial y urbano de grandes potencialidades y de indispensable funcionamiento para que toda la sociedad realmente alcance su equilibrio y satisfacción de servicios, equipamientos y amenidades.


Impulsar la industrialización

Producir  y disponer de los insumos necesarios para dos millones de viviendas, obliga a un profundo y sostenido esfuerzo de desarrollo de las capacidades y potencialidades de las pequeñas, medianas y grandes industrias nacionales. Una meta de esa magnitud, más lo necesario para las infraestructuras indispensables para la vivienda, el transporte, el agua, la energía, la salud, la educación, el abastecimiento, la recreación, deporte, y pare contar, exige un plan de desarrollo industrial y sería la oportunidad para reorientar y reconstruir la dispersa, descoordinada, aleatoria, espasmódica, atrasada e ineficiente industria de la construcción criolla. Esta estrategia industrial generaría el desarrollo y avances de otras áreas relacionadas estrechamente. Como son la investigación y el desarrollo tecnológico. Impulsaría el uso de lo existente y engavetado en centros de financiamiento y formación tecnológica. Lo desempolvaría. Pero además, apoyaría la creación de nuevos conocimientos y tecnologías apropiadas para nuestro país y necesidades.

Capacitación y formación

Un esfuerzo de esta naturaleza sin la gente preparada puede conducir a logros magros y frustraciones a muy corto plazo. La Gran Misión Vivienda implica una generación y oportunidades de trabajo, de tal diversidad de conocimientos y experticias, que son casi incalculables las necesidades de profesionales y técnicos que se necesitarán en este momento y en los próximos 10 años. ¿Estamos preparándolos? Este tema lo dejaremos así, en incertidumbre, para que los responsables de los diferentes grados y niveles de formación básica, media, técnica, universitaria y especializada, reflexionen sobre sus actuales resultados y sus planes y expectativas futuras. ¿Dónde están los arquitectos que diseñen conjuntos de vivienda diferentes a la harta y lamentablemente conocida “formación cerrada”? ¿Dónde están los ingenieros que garanticen la capacidad antisísmica de las estructuras? ¿Dónde están los planificadores de emergencias y sus planes para prevenir y limitar o suprimir efectos catastróficos en las barriadas y ciudades del país?

Masificación de la organización social

Una Misión con esta amplitud de alcances y efectos, requiere de una claridad, transparencia, consciencia, cultura, participación integral y continua, de la enorme mayoría de la población. En diferentes tipos de organizaciones y de múltiples grados de intervención. Una sociedad organizada, preparada, es el motor esencial de su supervivencia en situaciones extremas y de garantía para la superación sostenida de su calidad y formas de vida. Hay que ampliar y profundizar la capacidad para que la más amplia mayoría de la población actúe sobre los problemas y aspectos de sus ámbitos donde reside, estudia y trabaja. Debe estar preparada, organizada y sobre todo coordinada.

Hay mucho más

Por ejemplo, se presenta la excusa perfecta para reordenar y rehacer lo existente. Para reforzar estructuralmente todas las edificaciones que incumplan con los estándares sismorresistentes. De trasladar a todos los pobladores y sustituir estructuras y equipamientos, que estén en sectores de riesgo sísmico, derrumbe o inundación. De racionalizar y modular los componentes constructivos y las edificaciones, herramienta clave para la optimización y masificación del desarrollo industrial. De crear grandes empresas públicas para la asistencia técnica y para la habilitación de tierras para las más importantes y prioritarias urbanizaciones y equipamientos. Y todavía hay más, pero lo que parece obvio, es que la Gran Misión Vivienda Venezuela, debe enfocarse mucho más como un medio, un instrumento, una herramienta, un camino, que como un fin, un objetivo en sí misma. ¿Les parece?


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