REPRESENTACION Y PARTICIPACION
Con motivo del acto de rendición de cuentas en
1 Impermeabilización de azoteas en bloques y canalización de
aguas servidas, en Coche;
2 Construcción de torrentera y escalera, en
3 Construcción de muros de contención, en Antímano;
4 Sustitución de bajante para basura en un bloque, en
Caricuao;
5 Sustitución de bajantes para basura en varios edificios,
en Sarria;
6 Reparación de escalera en Calle Colombia, en Catedral;
7 Construcción de calzada KM 19, en El Junquito;
8 Reparación de calle principal de
9 Reparación de pasarela en Cota 905, en El Paraíso; y
10 Mejoras en la red de agua potable, en San José.
Las dos primeras tienen subsidios de Bs. 500.000, las otras,
subsidios menores, hay varios, los más bajos de Bs. 150.000. Tradicionalmente
este tipo de trabajo era realizado por los Departamentos de Mantenimiento de
los Institutos y Alcaldías. Salvo algunas como los muros de contención, son
obras menores, de poca complejidad técnica y que pueden ser proyectadas y
supervisadas por técnicos superiores, asistentes y hasta por auxiliares.
¿Cuentan las comunidades con esa asistencia técnica mínima?
¿Están en capacidad los institutos y alcaldías que otorgan los subsidios de garantizar
que los proyectos y obras, por elementales que sean, son ejecutados cumpliendo
con las normas mínimas que garanticen su funcionamiento, seguridad y
durabilidad? La gran ventaja que tiene la descentralización a nivel comunal es
que de alguna manera se establecen prioridades por consenso colectivo y no por
imposición desde arriba. Además se asegura hasta cierto punto la contraloría
social, la supervisión sobre el uso de los fondos y sobre la marcha y calidad
de las obras. El problema por resolver es que las prioridades se establecen en ámbitos bastante limitados, como lo son las áreas de influencia de los Consejos Comunales y no aparece claro como se resuelven las prioridades cuando los proyectos más locales entran en competencia por los recursos que necesariamente serán limitados y no se puedan atender todas las solicitudes.
¿Se ha previsto la asignación equitativa de los recursos?
Pareciera que no, o por lo menos no son de dominio público las formas de articulación
entre sí de estas obras de un nivel más local ni con el conjunto de obras de
mayor importancia y alcance, más allá de los límites espaciales de las
comunidades. En teoría este nivel superior debería manejarse a través de las
Leyes de Planificación y de los Consejos Locales de Planificación Pública pero
en la práctica no se han desarrollado sistemas operativos reglamentarios para
la puesta en práctica de estos instrumentos legales.
El proyecto de transformación de las estructuras políticas e
institucionales para pasar del nivel representativo al nivel participativo es
un hermoso proyecto pero las dificultades para su implementación concreta son
enormes. Las pocas experiencias que se han adelantado pueden suministrar amplia
materia para la reflexión crítica y la elaboración teórica del pensamiento
orientador sobre el tema. Es un trabajo urgente, prioritario, frente a las
urgencias del diario acontecer. TIPS URBANOS
Sobre el nuevo proyecto Parque Vargas, pregunta Alberto Urdaneta. ¿Dónde queda el plan de la ciudad, es que existe uno nuevo? Además de privatizar espacios públicos, se violan las ordenanzas que prohíben rezonificar dichos espacios, en especial los parques y se contraviene la supuesta previsión de servicios públicos que se prestan a través de redes. ¿A qué plan urbano corresponden estos hechos? De no existir un nuevo plan se contribuirá a acentuar el caos de Caracas.
Los terrenos libres tienen un uso asignado dentro del plan de
la ciudad, donde se establece la superestructura a construirse en ellos, en
correspondencia con la infraestructura establecida y construida al efecto.
Cambiar ese uso implica modificar el plan con todas sus consecuencias; entre
otras el variar la infraestructura para que pueda soportar la nueva
superestructura a construir. El costo de la nueva infraestructura, además de la
destrucción de lo hecho, puede significar enormes inversiones. Entonces, ¿cuál es
el nuevo plan para Caracas? ¿O vamos a seguir utilizando al boleo los terrenos
libres? Termina sus reflexiones afirmando que la Gran Misión Vivienda es
magnífica con los ajustes requeridos.
La Gran Misión Ciudades de Venezuela, propone Wladimir
Romero. La Gran Misión Vivienda es una excelente oportunidad para repensar los
modelos urbanos del país. Específicamente, las urbanizaciones, modelo según el
cual las zonas de viviendas se separan del resto de las funciones: comercio, poderes
públicos, industrial, oficinas, etc. Basadas en la utopía de vivir en una
“isla” de tranquilidad fuera del caos del centro urbano, y para funcionar es
imprescindible el automóvil y las autopistas (gasto excesivo de energía). Pareciera
que son modelos de fácil construcción y de alto rendimiento económico para las
inmobiliarias.
Lo contrario es renovar las ciudades en su interior. Las
zonas degradadas o subutilizadas. Repensar los espacios públicos como plazas,
parques, aceras, estacionamientos, además de construir nuevas escuelas, canchas,
dispensarios médicos, centros culturales y comunales. Esto si sería una
revolución urbanística dinamizadora no sólo de la economía, sino de la cultura
en su totalidad. Del modo de vivir en las ciudades, en verdaderas ciudades. Sin
segregación socio-económica, con dignidad. En eso pone sus esperanzas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario