miércoles, 10 de abril de 2013

AyB 222 - 20 Mayo 2010

AyB 222 - 20 Mayo 2010

Alejandro López - Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com

Colonizadores y conquistadores



 
Hay verdades grandes como el sol. Están ahí. No se pueden ocultar. La población venezolana crece. Anualmente aparecen, se forman, unas 130 mil nuevas familias. En el estado actual de la civilización humana, cada familia necesita una vivienda. Tal vez si en algunos siglos desaparece el individuo habrá gigantescas viviendas colectivas. Pero por unas cuantas décadas no será así. Para esa demanda de 130 mil viviendas hay una oferta del Estado y de las empresas privadas que anda, en el mejor de los casos, por 60 mil. Hay 70 mil familias que tienen que resolver el problema por sí mismas. Se vuelven invasores.
Un 90 % más o menos ocupa tierras públicas o privadas sin uso que andan por ahí, a la buena de Dios. Son los que llamamos colonizadores. Casi sin ningún tipo de violencia, desforestan, aplanan, levantan estructuras precarias. Luego, se van consolidando. Los materiales son estables, se instalan algunos servicios. Son los barrios que conocemos y que cada año son más y más extensos. Con sus grandes males. Pésima vialidad y accesibilidad, agua escasa, basura abundante, cero equipamiento (escuelas, centros de salud, de vida social, etc.).
El otro 10 % es el de los vivos y el de los muy desesperados. Son víctimas y beneficiarios de mafias bien organizadas e implacables en la explotación de la pobreza y se transforman en conquistadores. A la brava, por la fuerza, ocupan bienes que son propiedad social, propiedad colectiva, como los parques nacionales, o urbanizaciones a medio construir o construidas por el Estado. Cometen un grave delito contra el pueblo, contra la sociedad, están robando a todos y a los más necesitados. No hay atenuantes. A veces ocupan edificios de propiedad privada. Es el caso más publicitado por los medios de comunicación y constituyen un serio reto para el Estado y el Gobierno.
Cuando son edificios residenciales que se mantienen desocupados por períodos fuera de lógica, el Estado debería intervenir y expropiarlos, con las leyes que el mismo Estado ha establecido, para ser adjudicados a familias que tengan una real necesidad prioritaria, demostrada documentalmente.
Cuando se trate de remodelaciones, éstas deberían ser hechas rápidamente para devolver el edificio a su uso social. Esto podría ser lo deseable. En la práctica los conquistadores, aunque sean necesitados, han venido imponiendo la violencia y la injusticia social.
Un Estado socialista debe tener como una de sus bases ineludibles la justicia. La violencia y la fuerza de unos pocos para obtener privilegios no puede admitirse en una sociedad justa. Hay familias con prioridad y esas son las que deben ser atendidas.
 

Corporación de la Construcción Pública

Hace poco se mencionó la idea de crear un ente nacional y público para la construcción de las obras de infraestructura, y especialmente las viviendas del Estado. Haciendo memoria desde 1999 se han propuesto, en los momentos en que se estaba reformando al sector vivienda, la indispensable existencia de un ente público constructor, para el cual se sugirieron opciones: uno nuevo o uno reestructurando al INAVI y fundiéndolo con otros organismos existentes.
Cualquiera que sea la decisión es importante su creación para canalizar la construcción pública, pero quizás aún más importante, para disponer de una planificación de inversiones y volúmenes de obras públicas, que estimulen y permitan a la industria de insumos, de componentes y de servicios a la construcción, planificarse también y garantizar su producción y suministro a una regular y estable construcción de infraestructuras y viviendas.
Este organismo constructor pudiera operar simultáneamente de varias maneras.
  • Una, como constructor directo de las grandes y complejas obras, entre ellas los urbanismos.
  • Dos, apoyarse en una red nacional de constructores comunitarios para las viviendas y sus dotaciones de agua, luz, cloacas, etc., así como para los equipamientos de educación, salud, mercal, etc.
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  • Tres, suplirse de los insumos de las grandes empresas del acero, cemento, madera, piezas sanitarias, pero también de una red nacional de productores comunitarios de bloques, puertas, ventanas, muebles.
Sería una corporación pública que garantizaría, dada su planificación y recursos, la formación de nuevas industrias y desarrollo de las existentes, tanto de las grandes como de las pequeñas y comunitarias. Seguros estamos, que podría darse en el sector vivienda un cambio estructural si esta corporación se crea. ¡Adelante!
 
Es indispensable la administración urbana
Las ciudades necesitan obras para el tráfico (vías), pero a éste hay que administrarlo; no bastan los semáforos, ni por muy "inteligentes" que sean. Un sistema de desechos requiere camiones, pero además una red para barrer y recoger papeleras. Un sistema de transporte público exige una administración, seguimiento y decisiones, minuto a minuto. En la seguridad personal, otro tanto. Y así, todos los servicios urbanos. Por ello, al concebir obras deben estar incluidos los aspectos de su mantenimiento en el tiempo y su administración en el más amplio concepto. Si no lo hacemos, seguiremos con las inversiones espasmódicas ante la presión social o ante el colapso de un servicio o de una estructura.
A cada rato tenemos que participar en algún evento internacional y apoyar la estrategia internacional del proceso bolivariano. Viendo al actual pabellón en China, nos preguntamos: ¿sería conveniente que el diseño y la elaboración previa del mismo se haga en Venezuela con tecnología criolla, en nuestras plantas, con nuestros obreros y técnicos, y luego lo ensambláramos en el exterior y que su montaje sea parte de la promoción del país?
 
Pabellón de Venezuela en Shangai 2010
 
A cada rato tenemos que participar en algún evento internacional y apoyar la estrategia internacional del proceso bolivariano. Viendo al actual pabellón en China, nos preguntamos: ¿Sería conveniente que el diseño y pre-elaboración del mismo se haga en Venezuela con tecnología criolla, en nuestras plantas, con nuestros obreros y técnicos, y luego lo ensambláramos en el exterior y que su montaje sea parte de la promoción del país?
 
¿Qué pasaría?
  • …si la Misión Árbol sembrara árboles en todas las aceras de las ciudades.
  • …si se estableciera como norma obligatoria que el que tumbe un árbol debe sembrar 10 más en el mismo sitio o en otro lugar a definir por las autoridades, y garantizar su crecimiento durante unos 3 años hasta que sean adultos.
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  • …si se sembraran árboles en todos los estacionamientos superficiales existentes. Así como en los retiros de vías de carreteras y autopistas en todo el país.
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  • …si se aplicaran las ordenanzas que obligan a mantener limpios y desmontados todos los terrenos urbanos desocupados o vacíos.
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  • …si en cada inauguración de urbanismos la vegetación y los parques sean tan importantes como el servicio de agua o el simoncito o el ambulatorio.
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  • …si en los urbanismos construidos por el estado dejaran de “limpiar” –destruir y arrasar con toda la vegetación- y no “aplanaran” el terreno –eliminando las versátiles, armónicas y gratas diferencias de niveles- para construir monótonos bloques de viviendas.
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  • …si en su lugar, respetaran todos los árboles, hicieran el mínimo movimiento de tierra, respetaran la topografía y que los diseños de las viviendas, casas o edificios, se adaptaran a la topografía.
 

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