domingo, 31 de marzo de 2013

AyB 182 - 30 Abril 2009

Ultimas Noticias | Jueves 30 de Abril de 2009



Los barrios

Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé


acerasybrocales@gmail.com

Chávez arquitecto ¡Sorprendente! Durante la inauguración de la fábrica de madera sintética en Guacara (Car), el Presidente criticó el movimiento de tierra para un conjunto de "petrocasas" cercano a la fábrica. Antes, junto con los ranchos, había allí una vegetación frondosa, la cual fue devastada para "limpiar" el terreno y construir en "orden cerrado" unas filas de casas sin ninguna gracia ni razón. Chávez resaltó lo grato que pudiera ser un conjunto de viviendas con calles sinuosas y arboladas. Una vez más el Presidente da ejemplo de racionalidad y sindéresis de la cual carecen, hasta el asombro, los que diseñan las urbanizaciones populares.

Sería útil que él les diera a los "petrodiseñadores" una clase de nivelación de conocimientos, por ejemplo, de diseño de conjuntos.

Pero no contento con ese detalle, les sugirió a los "petrocaseros" que construyeran un conjunto de edificios en Fuerte Tiuna (pudiera ser en otra parte, decimos), para trasladar provisionalmente a las familias de un sector de barrio cercano, por ejemplo de Los Jardines del Valle.

Una vez mudadas esas familias a las nuevas viviendas, el sector desocupado en el barrio se estabilizaría, se construirían los accesos, servicios y equipamientos y se edificarían nuevas viviendas, a las cuales regresarían las familias antes desplazadas. Los barrios tienen una naturaleza y un patrimonio que debe respetarse. No se debe pensar en "caída y mesa limpia". Hay que rehabilitarlos para generar los espacios necesarios para resolver sus carencias y reconstruir los lazos sociales establecidos. Y así iniciar un proceso continuo de mejoramiento de aquellos sectores urbanos deteriorados y sub utilizados, sean barrios informales o zonas decadentes. Segunda clase magistral. El que tenga oídos que...

Los barrios tienen sus propias soluciones. Caracas está conformada por extensas áreas de cerros donde habita cerca de la mitad de su población. Así que para planificarla e intervenirla, los barrios en pendiente son "un dato (importante) del problema". Cada vez que se recorren esos sectores se evidencia la proliferación permanente, sin parar, día tras día, año tras año, de nuevos asentamientos, de más ranchos, de nuevas familias invasoras, de nuevos problemas, de nuevas necesidades de servicios y equipamientos.

Cualquier gestión urbana local, regional o nacional, debe estudiar con profundidad qué y cómo actuar en los barrios. Por ejemplo, se podría pensar en adelantarse a las invasiones. Hacerlo mediante la construcción de viviendas y equipamientos en sectores que están siendo invadidos, por supuesto bajo las previsiones geológicas, económicas, sociales y físicas pertinentes. Ello con el fin de frenar o minimizar la invasión y ofrecer vivienda adecuada y oportuna a la demanda. Estas intervenciones tendrían dos metas claves. Acompañarlas de un diseño, adecuación y nuevas vías de circulación que conecten a las nuevas áreas desarrolladas con la ciudad y al mismo tiempo resuelvan las carencias de accesibilidad de los barrios circundantes. Así se iría conformando una red o malla de calles de "montaña" conformando circuitos viales para integrar los barrios entre si y a la ciudad. Lo segundo es construir equipamientos para servir a la nueva población a asentar y a la existente en las zonas cercanas.

Son acciones que requieren de grandes inversiones y tiempo, pero parecieran ser indispensables y acertadas. Otra posibilidad es ignorar el asunto. O también creer en "pajaritos preñados", perdón, en creer que la gente a motu propio se mudaría de las grandes ciudades a la provincia.

 

Pitiyanquismo


Los pitiyanquis utilizan la expresión "nou jau" en diferentes momentos y con diferentes fines. Era típico de la mentalidad capitalista salvaje el poner el "nou jau" como condición indispensable. Se exigía para dar empleo que el presunto trabajador conociera el "nou jau" del trabajo al cual aspiraba.

La lógica de clase era implacable. Los más preparados, con más sabiduría para hacer cosas, evidentemente provenían de las clases más altas y habían tenido oportunidad de educarse y aprender. El "perraje" por supuesto no tenía oportunidad de educarse y estaba condenado por adelantado a los trabajos más duros y peor pagados dentro de las escalas salariales, trabajos para lo que no se necesitaba ninguna habilidad y ninguna experiencia.

Con el socialismo esta situación cambia radicalmente. Cada individuo tiene la oportunidad de educarse y adquirir habilidades que le permiten efectuar un trabajo. Desaparece la antinomia entre trabajo manual y trabajo intelectual. Cualquier persona estaría en posibilidad de desempeñar cualquier función ya que tendría la oportunidad de aprender como hacerlo, en perfecta igualdad de oportunidades y derechos. Esta sería la situación en el socialismo socialista, es decir en el socialismo utópico. Pero históricamente lo que conocimos fue el "socialismo real". Las responsabilidades y los poderes para actuar que deberían ser asignados según los conocimientos y las capacidades de las personas en la práctica real eran asignados a las personas amigas, leales, fieles, sumisas, aunque carecieran de los conocimientos necesarios para ejercer los cargos.

En los diez años cumplidos por el proceso revolucionario el sector vivienda y hábitat no ha conocido las bendiciones del socialismo socialista sino las limitaciones del "socialismo real". El Comandante Chávez, máximo líder del proceso, no se cansa de repetir sus consignas contra la ineficiencia, contra la corrupción, de repetir su grandísima preocupación por la escasez de viviendas y el escasísimo éxito en el desarrollo urbano. Inclusive en su impaciencia por ver resultados sugiere programas y metas que no siempre son los más factibles ni los más adecuados. Pero la estructura del gobierno, en este sector, sigue sin responder. En diez años han debido formarse suficientes profesionales, con suficientes conocimientos y suficientes experiencias como para adelantar la acción del gobierno revolucionario por vías más eficaces, más productivas, que de una u otra manera, hay muchas maneras, contribuyan de manera importante a satisfacer las múltiples y crecientes necesidades de la población del país en esta materia. Tenemos dadas todas las condiciones y satisfechos todos los requerimientos, los ideales y las metas están claros ¿Será posible que esté llegando el momento anhelado de salida del marasmo y del inicio de una razonable era en la construcción de la ciudad y la vivienda socialistas?



© Copyright 2009.
Cadena Capriles C.A.
Todos los Derechos Reservados
 
AyB 181 - 23 Abril 2009

Ultimas Noticias | Jueves 23 de Abril de 2009




Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com




La ciudad de la oposición


Bulevar El Cementerio en construcción

Desde hace 10 años la oposición ha gobernado ininterrumpidamente una buena parte de Caracas. En Chacao, Baruta y El Hatillo, tres de los cinco municipios. Hoy, además, lo hace en Sucre y la Alcaldía Metropolitana. Así como en otras ciudades y regiones del país. Por ejemplo, ha controlado y gestionado sin interrupción al Zulia y Nueva Esparta. Parcialmente a Maracaibo, Carabobo y Valencia. En conclusión, al igual que el proceso revolucionario, tiene un tiempo suficiente para evaluar sus resultados, sus políticas, sus capacidades y hasta sus intenciones.
No sólo el proceso revolucionario ha gobernado, sino que la oposición lo ha hecho en estados y en ciudades muy importantes por su población, recursos y condiciones estratégicas ¿Y cuál ha sido el balance? ¿Hay una perspectiva mejor en la oposición? ¿Chacao, Baruta y El Hatillo son ejemplos de planificación, coordinación e innovación en gestión urbana? ¿Han alcanzado un pelín al menos, la calidad urbana de Medellín, Bogotá, Curitiba...? Ejemplos que quieren imitar tirios y troyanos. ¿Son más limpios esos tres municipios que Sucre y Libertador? ¿La policía está en las calles y es eficiente, las escuelas son ejemplo a seguir, la salud es gratis, atendida en centros de primera y a todos por igual, el transporte público es eficiente...? La respuesta a estas interrogantes es no. Al menos si ponderamos sus realidades.

Son los tres municipios con menos población, con más recursos propios, donde hay menos barrios y menos pobreza, por ende, allí habitan las capas sociales privilegiadas de la ciudad y quizás del país. Aún así, estos municipios no se han puesto de acuerdo entre ellos para formular una estrategia más eficiente a la que tanto critican de los gobernantes urbanos de la revolución. Una estrategia para consolidar y lograr mejor calidad de vida de sus habitantes. De resolver con mayor eficiencia y para todos, las necesidades que tanto atribuyen que la otra ciudad no resuelve. Por el contrario, en esos municipios donde existen las mayores potencialidades de nuevas tierras urbanas, lo que se ha hecho es darle rienda suelta a una desaforada carrera mercantil de los promotores de viviendas y de centros financieros y comerciales, sin medir los efectos en la ciudad.
La ciudad hay que considerarla en su conjunto. Obvio. La ciudad requiere inversiones que sólo el Estado tiene capacidad. Obvio. La ciudad es una y se complementa con sus zonas de influencia. Sí, eso es obvio.

Pero, si en esos municipios se hiciera lo que está a su alcance, con sus recursos y capacidades, en aquello que les compete y tienen facultades, como recoger la basura, vigilar y atender la pequeña delincuencia, organizar y ordenar el transporte público, administrar el tráfico, entre otras atribuciones, pudieran marcar realmente una diferencia con los dos municipios complejos como son Libertador y Sucre. Pero no es así.
Hoy en El Hatillo, por ejemplo, Caracas está siendo impactada por una de las epidemias más feroces para una ciudad: la construcción masiva de viviendas con los mismos servicios, vialidades, transporte y equipamientos ya deficitarios que existen. Sin nuevas y mínimas previsiones de dotación de agua, cloacas y energía. Mucho menos de las necesidades de infraestructura en vialidad, salud, educación, parques y demás amenidades urbanas. Igual en Baruta. Y en Chacao prolifera la construcción de centros financieros y comerciales, con alta demanda de servicios básicos, contribuyendo irresponsablemente al incremento del déficit urbano que ya Caracas soporta a duras penas.
¿Es promisoria esta visión urbana de los opositores? ¿Es así como se "hace ciudad"? ¿Cómo y por qué se otorgan permisos para los desproporcionados desarrollos de viviendas, centros financieros y comerciales en esos municipios? ¿Qué previsiones existen o han considerado sus autoridades locales para acoger las nuevas densidades y usos? ¿Un municipio tiene el deber y el derecho de otorgar facilidades para nuevos desarrollos sin disponer de los servicios y equipamientos mínimos? ¿Es culpa del Gobierno central que los municipios actúen irresponsablemente en sus competencias urbanas? La ciudad opositora, la parte de ella administrada por alcaldes opositores al Gobierno nacional, hay que analizarla también. A pesar de disponer de mejores condiciones comparativas, antes señaladas, está siendo gestionada con idénticos criterios de los que ellos critican, criterios desligados del resto de la ciudad, sin planificación ni coordinación elemental entre los alcaldes locales. Con cambios arbitrarios y acomodaticios de las ordenanzas y regulaciones de desarrollo urbano para incrementar la plusvalía urbana y de los promotores inmobiliarios. En fin, esa parte de la ciudad, más rica, está creciendo y densificándose anárquicamente sin suficientes servicios y equipamientos y será causa fatal de enfrentamientos con la otra ciudad que se construye mediante la invasión de los pobres, y también sin servicios y equipamientos.
Caracas será un ejemplo de lo que no se debe hacer. De que será indispensable una gestión urbana coordinada y planificada. De que es imposible continuar su desarrollo y crecimiento bajo la visión y acción aislada en sus cinco municipios. ¿Será esto verdad? Porque es tan obvio y no se ven luces al final del túnel. La reciente Ley del Distrito Capital va por otro rumbo.

Caracas tiene que repensarse, es un mal ejemplo. Evidencia una debilidad estructural del proceso urbano. De seguir así, habrá que cambiar el Himno Nacional. Nos negamos. Es indispensable crear una forma que permita gestionar a Caracas integralmente y que cada una de sus partes cumpla con su rol dentro de un plan y una estrategia de expansión y desarrollo. Centralizada, descentralizada o como se quiera. Hay que encontrarla, y pronto.

Que así sea.


VIVIENDA PROGRESIVA El ministro de Obras Públicas y Vivienda dijo que aplicarán el enfoque de "vivienda semilla".

Ante la insistencia de su entrevistador, JV Rangel el pasado domingo 19 de abril, sobre el problema de la vivienda, Cabello explicó que construirán viviendas mínimas, y que la gente la vaya ampliando y mejorando según sus necesidades. Y según sus capacidades y posibilidades decimos nosotros. Interesante
postura. Esta página tiene 181 semanas planteando opciones de ese tipo, y por primera vez un alto funcionario lo declara como una próxima acción del Gobierno.

Bienvenida. Pero ese no es un camino fácil. Hay que madurar algunos componentes del proceso de producción y construcción de la vivienda. Entendida ésta como parte del proceso urbano, tecnológico, económico y de organización y capacitación
comunitaria y de pequeños productores, indispensables que se impulsen para que un esquema productivo como es el de la vivienda progresiva pueda tener éxito. Pero hay que empezar por algo. El reconocimiento del ministro es un primer paso. Ojalá continúe por esa opción entre otras hasta iniciar realmente un cambio radical de la visión de la producción habitacional y urbana en Venezuela.





AyB 180 - 16 Abril 2009

Ultimas Noticias | Jueves 16 de Abril de 2009


Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé

Pobreza: ¿eliminarla o esconderla?


Después de haber creado, directa o indirectamente la pobreza, nuestras clases dominantes han procurado ocultarla o más frecuentemente ignorarla. Con sus tráficos, manejos y manipulaciones tradicionales de burguesía dependiente y periférica, con su cortedad de visión que no ha ido más allá del enriquecimiento (sobre todo ilícito) inmediato, la masa crítica de pobreza que han producido o que han dejado producirse justo detrás de sus casas de ricos y nuevos ricos, nunca ha sido razón de reflexión y rectificación. Aún en el caso de la "erradicación del rancho" de Pérez Jiménez, la localización "redentora" se realiza siempre lejos de la vista de las clases que mandan política y económicamente.

Es inevitable: una sociedad capitalista, y más si es subdesarrollada y dependiente, difícilmente puede producir, organizar y mantener una ciudad justa y de espíritu igualitario. Por lo tanto, la pobreza a la periferia, a las colinas inaccesibles, donde no se produzca roce ni contacto. Las quebradas de ranchos son un mal de naturaleza topográfica. Para eso la fuga hacia el este, con la vista lejos de los problemas y con el alma cerca de Miami.

Resulta especialmente interesante, lo mencionábamos hace unas semanas, el caso de Barcelona de España y de las críticas que se han hecho a su aspiración a ser "modelo" universal. Desde las penurias de nuestra realidad, las circunstancias del urbanismo cívico de una ciudad como Barcelona, se destacan y brillan como una utopía de orden, decencia, seguridad y de planificación civilizadora. Sin embargo, sociólogos reconocidos, agudamente críticos de la sociedad moderna y ampliamente conocedores de la historia de la capital catalana, se han expresado de otra manera. Manuel Delgado, por ejemplo, ha lanzado, en su libro "La ciudad mentirosa", acusaciones sumamente graves.

Las clases dominantes, señala, "concibe la vida social como un colosal proscenio, de y para el consenso, en que ciudadanos libres
iguales acuerdan convivir amablemente cumpliendo un conjunto de preceptos abstractos de buena conducta". Y consideran el espacio público como un lugar "en que se desearía ver deslizarse una masa de seres libres e iguales, guapos, limpios y felices, seres inmaculados que emplean ese espacio para ir y venir de trabajar y consumir y que, en sus ratos libres, pasean despreocupados por un paraíso de cortesía, como si fueran figurantes de un spot publicitario".

Nada que ver con la realidad concreta en la cual la lucha por la supervivencia traducida en explotación violenta e inmisericorde es la trama angustiosa de la vida ciudadana. Nada que ver inclusive, con la realidad de una ciudad aparentemente "redimida" por el progresismo, como Barcelona. Delgado es incisivo: a pesar de las buenas intenciones siguen apareciendo "los signos externos de una sociedad cuya materia prima es la desigualdad y el fracaso".

Es por ello que rescatar la ciudad no puede concretarse tan sólo en un trabajo de lograr espacios "aseados y bien peinados", como ácidamente precisa Delgado. El problema es de fondo, porque la pobreza ­ o más bien, la injusticia- raíz, causa y efecto, es un monstruo profundamente incrustado en la estructura de esta sociedad que estamos heredando y que pretendemos cambiar. Y si ello es verdad en Barcelona, con mucha más razón lo es en nuestras ciudades.

Y ésa, también en el fondo, es la diferencia entre los intentos esporádicos de "rescate de la ciudad", excepcionales y efectistas, característicos de las administraciones oposicionistas del este de la capital, y por ejemplo, los programas en acción en la Alcaldía de Libertador, concebidos orgánicamente dentro de los planes nacionales más amplios de combate a la raíz de la pobreza y de la injusticia capitalista.


 

¿Qué pasa con Caracas?

La ciudad está desestructurada política, económica y socialmente. Los que en ella vivimos lo sentimos todos los días en muchos aspectos. Los que la administraron en el pasado lo reconocen; los de ahora, también. Todos dicen que falta planificación y un organismo rector, que es necesario coordinar a sus municipios, que hay que asignar funciones y responsabilidades a sus diferentes ámbitos de gobierno, que hay que discernirla y asumirla insertada en la región capital y central. En fin, pareciera entenderse el problema y las posibles soluciones estratégicas.

¿Pero, y
entonces? ¿Quién le pone el cascabel al gato? ¿La nueva ley del Distrito Capital será el instrumento eficiente y oportuno para hacerlo? Hay que recordar que los instrumentos para los ámbitos urbanos son manejados por los alcaldes en primer lugar. Dada la realidad política actual, ¿los cinco burgomaestres capitalinos seguirán desconociéndose y descoordinados entre sí? ¿Continuarán unos oponiéndose per se a los otros? ¿Será una estrategia deliberada fomentar la permanente polarización política para disimular la incapacidad ante los asuntos urbanos locales? ¿Qué dicen los arquitectos, ingenieros y urbanistas? Realmente, lo que a la larga importa es lo que hará el pueblo, y él, por ahora, sigue construyendo, solo, según sus posibilidades y esperanzas. Ésa es la Caracas que tendremos a menos que...?
¿CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE?


Sorprende el silencio de las nuevas autoridades de vivienda. Ni siquiera se conocen los que asumirán esas funciones dentro del MPP para las Obras Públicas y Vivienda. Menos aun, sus enfoques y estrategias.

Tampoco por qué se eliminó el Ministerio de Vivienda y Hábitat. ¿Cuál es la revisión, rectificación y reimpulso en el tema de las ciudades y de la vivienda? La discreción del inicio de un nuevo período debería acompañarse de un enfoque audaz y revolucionario en la planificación y desarrollo urbano y de la vivienda.



Es impostergable, a corto plazo, anunciar el nuevo enfoque del desarrollo territorial, urbano y de la vivienda. Precisar si la política es construir nuevas ciudades como Camino de los indios, o más bien planificar y desarrollar las ciudades actuales y sus sectores deprimidos, con bajas densidades y subutilizados. O ambas acciones, con prioridades diferentes.

Construir viviendas cada vez más costosas, pocas, en relación con la demanda, en lugares alejados de las fuentes de empleo y de los equipamientos urbanos; o en su lugar, crear las condiciones urbanas, técnicas y económicas adecuadas para que la gente construya sus viviendas con el apoyo público.



Es el momento de precisar si seguimos con los enfoques convencionales, sin progreso efectivo, o se cambian los paradigmas y se inicia una nueva concepción del problema. Es el momento de aceptar que en todo el país, ante la impotencia, se continúan invadiendo tierras y construyendo barrios, es decir, consolidando ciudades desiguales. Es el momento de seguirse equivocando, o de inventar. Es el momento de entender el problema sustantivo de la ciudad y de la vivienda. ¿Si no, cuándo será el momento?



© Copyright 2009.
Cadena Capriles C.A.
Todos los Derechos Reservados

AyB 179 - 02 Abril 2009

Ultimas Noticias | Jueves 02 de Abril de 2009


Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com

¿Barcelona es un modelo?

Barcelona de España es una ciudad cuyas autoridades, conjuntamente con las mal llamadas "fuerzas vivas", han logrado en las últimas décadas erigirla en un modelo urbano digno de envidia universal. Buen urbanismo renovador, buenos servicios públicos, modernidad a todo volumen, rescate del frente marítimo y de las zonas decaídas, excelente nueva arquitectura pública, admirable desarrollo de la infraestructura, protección cuidadosa y puesta en valor del patrimonio; todo esto se ha confirmado en una creciente intensidad de vida cultural y en una fuerte actividad de servicio y de turismo internacional.

Aquí también, en Venezuela y en tantos otros lugares, se señala a Barcelona como ejemplo a seguir. Aprender de Barcelona y de sus autoridades iluminadas, de sus planes urbanos sensatos y cargados de dosis de civilización progresista, es un reclamo que se escucha constantemente.

En verdad, Barcelona embelesa y encanta al visitante que viene del infierno del subdesarrollo. ¿Qué más puede pedir uno? Seguridad casi absoluta, limpieza total, servicios públicos altamente eficientes, crecimiento económico paralelo al crecimiento de instituciones responsables, inversionistas compitiendo por agregar valores a los ya abundantes de la ciudad; el panorama barcelonés en lo urbano, en lo económico, en lo democrático y en lo político no podría ser más atractivo.

Barcelona, modelo a seguir, pues. Sin embargo, si uno se detiene a escuchar y a revisar lo que hay detrás de tanta belleza, las cosas comienzan a presentar grietas, aparecen lunares inesperados y a ponerse en duda la posibilidad de considerar en términos de imitación y repetición el "modelo Barcelona". En primer lugar, no hay tal modelo: el caso Barcelona es único e irrepetible. Es el resultado de una historia que arranca de la arqueología, se asienta con las colonias romanas y sigue, sigue por siglos y siglos hasta hoy, empastada con la sangre, sudor y lágrimas de luchas encarnizadas, internas y externas, por lograr, como en efecto sus habitantes han logrado, una de las ciudades más encantadoras, vivas y atractivas del mundo.

En segundo lugar, el urbanismo barcelonés, pretendidamente dedicado a la actualización de un "modelo denso, compacto y dinámico", ya comienza a patinar. La exclusión de los menos favorecidos económicamente es evidente, especialmente en los sectores como el famoso "Distrito 22@", en los cuales se disfraza la entrega al capital especulador con la opción del rescate urbano. La propiedad pública del suelo, en lugar de ser dedicada a la infraestructura, es vendida a los inversionistas para que florezcan los negocios dedicados a un turismo cada vez más masivo, invasivo y agobiante. El rostro tremendamente atractivo de la ciudad, con su tradicional parquedad catalana, sus tradiciones estéticas y gastronómicas, y su dignidad viva y serena de pueblo trabajador, está siendo invadida y canjeada por un espíritu crecientemente maiamero. En ello no poca responsabilidad les toca a los arquitectos "estrellas", quienes intentan repetir mecánicamente el "efecto Bilbao".

En tercer lugar, entre una realidad urbana como la de Barcelona y la nuestra, pongamos por ejemplo la de Caracas, corren kilómetros de diferencias abismales; el simple hecho de que la mitad de los caraqueños viven en ranchos constituye una diferencia insalvable.

En síntesis, mientras no resolvamos el problema de la pobreza y la exclusión, no tiene el menor sentido hablar aquí del "modelo Barcelona" o de cualquier otro modelo del llamado mundo desarrollado, así de simple y contundente. Y esto es bueno recordárselo a nuestros urbanistas y arquitectos que están llamados en la academia o en las instituciones a reflexionar y a actuar sobre nuestra realidad. Una vez más, la imitación no sirve; lo que hace falta es inventar.



Es importante

que el Mopvi revise las actuales líneas de gestión en urbanismo y vivienda. Que se analice los impactos, en los últimos siete años, de la construcción de viviendas en la demanda de techo, en la economía, en el empleo, en desarrollo urbano; que se estudie qué pasaría en esos campos si se impulsara un audaz y masivo programa de urbanización de tierras, si se promoviera la industrialización de la vivienda popular mediante pequeñas unidades productivas, si se creara un sistema nacional de asistencia técnica y financiera para la producción y construcción de viviendas.

Qué conveniente sería que se estudiara el sector en profundidad y a corto plazo.

¿Será posible que se rectifique y se explore otras opciones?


Encomiable programa

de rehabilitación urbana en los bloques de Lomas de Urdaneta en Catia por la Alcaldía de Libertador. Desde 1999 se creó un programa del antiguo Conavi con ese fin, pero se interrumpió o se realiza intermitentemente.

Hace falta revisar esa experiencia. Desde sus inicios se ha sugerido que, al ejecutar esa rehabilitación, se debe acompañar con tres acciones fundamentales: traspasar a los residentes la propiedad de las áreas comunes (estacionamientos, parques, locales, caminerías, áreas libres en general); en segundo lugar, ejecutar todas las obras mayores y costosas (ascensores, por ejemplo) y tercero, apoyar la organización vecinal para que asuma la administración y mantenimiento de sus residencias. Era política, desde el Banco Obrero (BO), vender la vivienda y el Estado conservaba la administración y cuido de las áreas comunes. Esto es inoperante y costoso y es la comunidad que debe asumir esa responsabilidad. Es necesario que el Estado se deslastre de funciones que deben y pueden asumir sus propietarios. Y las comunidades deben identificarse con sus ámbitos residenciales, cumpliendo así
con la necesaria corresponsabilidad. No más dádivas públicas ni más "papá Estado".


Una piedrita en el zapato

La sección Superbarrio, que dirige la periodista Olga M. Navas en este matutino, expresa casi a diario la voz, las quejas, las necesidades, las frustraciones y hasta las esperanzas y agradecimientos de amplios sectores populares. Desde afuera vemos con preocupación la insatisfacción de tantos requerimientos para gozar de un mínimo de calidad de vida en muchos sectores de la ciudad. A pesar de los esfuerzos y recursos, pareciera que nunca se cumplen unas metas aceptables en cantidad de atendidos y en calidad de los servicios o programas públicos, y Superbarrio lo "machaca". A los funcionarios burócratas les debe molestar muchísimo. Sugerimos tomar muy en serio esa sección porque podría suministrar un eficaz medio para evaluar la política pública y sus alcances cuantitativos y cualitativos.
Más que quejarse de ella, se debería acompañar a Superbarrio en sus recorridos y compartir la dura realidad de tantos y tantos sitios.

Así quizás sería más eficiente el complejo proceso de aplicar programas, recibir y responder denuncias, revisar resultados, rectificar, aclarar responsabilidades, fijar plazos, etc.



© Copyright 2009.
Cadena Capriles C.A.
Todos los Derechos Reservados
AyB 178 - 26 Marzo 2009

Ultimas Noticias | Jueves 26 de Marzo de 2009


Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com

Calidad de vida

La calidad de vida y la disponibilidad de una vivienda adecuada son dos variables íntimamente relacionadas entre si. De la adolescencia a la madurez los seres humanos tienden de manera acentuada a formar parejas y tener descendencia. En la sociedad contemporánea esta necesidad existencial se traduce en tener una vivienda propia. El derecho a una vivienda adecuada en tamaño y calidad constructiva y de diseño está reconocido internacionalmente.

En Venezuela está recogido en el Artículo 82 de la Constitución: "Toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada, segura, cómoda, higiénica. Con servicios básicos esenciales que incluyan un hábitat que humanice las relaciones familiares, vecinales y comunitarias. La satisfacción progresiva de este derecho es obligación compartida entre los ciudadanos y ciudadanas y el Estado en todos sus ámbitos". Desde siempre los ciudadanos y ciudadanas hacen cuanto está a su alcance para ejercer este derecho, ¿pero qué hace el Estado?
La dotación de servicios básicos esenciales para un hábitat humanizante no está al alcance de la población. La dotación de agua potable, implica la construcción de represas, plantas de tratamiento, tanques de almacenamiento, redes matrices y redes de alimentación. Para la disposición de las aguas servidas, el suministro de electricidad, las vías de circulación, etc., las obras a construir son igualmente complejas, en lo que respecta a la infraestructura y en lo que respecta a los equipamientos la situación es igual. La construcción de escuelas y centros de salud no está al alcance de la población. Todas estas obras tienen que ser realizadas por el Estado o no se realizarán y la población sufrirá la carencia de esos servicios. Si se revisa la situación de los últimos 10 años, también ocurría antes, es evidente que el Estado está en grave deuda, especialmente con la población más pobre.
Por una parte, en los últimos 10 años la inversión se ha mantenido más o menos igual en términos de bolívares con un valor adquisitivo constante, según las estadísticas del Ministerio de Planificación y Desarrollo, pero además una inversión manejada cada vez con menos eficiencia, como lo demuestra que las 440 viviendas que el Presidente inauguró hace poco en La Rinconada tardaron más de 3 años en construirse.
Por la otra, tenemos que la población demandante de vivienda aumenta cada año. Esto significa que la inversión es cada vez menor de lo que debería ser. Si a esta situación se añade el déficit que había antes de 1999 en términos de infraestructura y equipamiento, la situación general de la vivienda en Venezuela es cada vez más grave. Porque la vivienda, por buena que sea no sirve sin un hábitat, infraestructura y equipamiento, adecuado.
Respecto a la vivienda en si la situación cambia cuantitativamente. La población que no puede acceder al mercado privado por los precios prohibitivos de las viviendas, y que logra conseguir una construida por el Gobierno, dado que la demanda es inmensamente superior a la oferta, opta por construirse, poco a poco, su vivienda. En pocos años, 3 a 4 en promedio, estas viviendas, improvisadas en un principio, se conforman con estructuras relativamente permanentes, y aceptables, según criterios del Instituto Nacional de Estadística. El problema es que se construyen en terrenos sin urbanizar y carecen de servicios y equipamientos. Es decir, sirven para muy poco. Los barrios proliferan aceleradamente y nuestras ciudades son cada vez más inhabitables, con gravísimos problemas que atentan contra la calidad de vida. Esta situación se refleja, por ejemplo, en otras perturbaciones sociales. La inseguridad terrible que azota al país es mucho más marcada en los barrios, en general se origina en los barrios, y afecta a toda la ciudad pero en forma acentuada en los barrios mismos.
Inclusive los estratos medios que antes podían en cierto grado recurrir al mercado privado, ya no puede. Cerca de un 20 % de la población que antes estaba en situación de resolver su problema, ya no puede hacerlo por los precios astronómicos de las viviendas construidas por el sector privado. No hay subsidio que valga, cualquier nuevo subsidio del Gobierno inmediatamente desaparece ante la inflación. Ningún joven profesional, pequeño comerciante, empleado especializado, maestro, puede adquirir una vivienda en el mercado privado. La situación para ellos es la de vivir hacinados, ya que ni siquiera tienen la tradición ni el coraje de las clases populares para construirse su propia vivienda en un cerro.

Aunque en cierta medida todavía son clases privilegiadas en comparación con los estratos populares, el grado de frustración que sienten es creciente y hasta justificado.

El problema de la vivienda no aparece en las encuestas como importante. Pero es un problema de fondo, con efectos deletéreos a mediano plazo para cualquier sociedad civilizada. El Gobierno no parece darle la importancia que tiene. La desaparición del Ministerio para la Vivienda y el Hábitat así lo demuestra.

Buen ejemplo


A la calladita la Electricidad de Caracas viene alumbrando avenidas, bulevares y plazas de la ciudad, y zonas de barrios.

Avenidas como la Sucre, San Martín, Urdaneta, Principal de Maripérez, San José de Cotiza, Baralt, Lecuna, Av. La Playa en Vargas, entre otras, están culminadas. En proceso la Universidad y México.

Alumbraron los alrededores de los bloques de El Silencio, Cuartel San Carlos, museos y el Teresa Carreño, la Cruz Roja, la Biblioteca Nacional, el Ministerio de Educación, el mercado de Quinta Crespo, zonas del 23 de Enero. Igual, han terminado o están en proceso, en plazas como la Concordia, Caracas, Capuchinos, San Martín, O´leary, Las Mercedes, Parque Carabobo, Candelaria, Santa Teresa. Bulevares como Sabana Grande, Catia, Los Ilustres, Rubén Darío (San Bernardino). Es un esfuerzo por aumentar el nivel de iluminación, incorporar alumbrado peatonal y optimizar lo existente.

Pero donde es más notorio el impacto de este plan de alumbrado urbano es en los barrios.

Allí se han creado dos programas. La llamada "Luminaria Barrio Adentro". Es un bombillo de 100 W con un porta lámpara de porcelana, similar a los que usan los habitantes locales con fondos de botellas plásticas.

No requiere postes, se instala en el propio cableado, se adapta a las sinuosidades de escaleras y veredas, eleva al doble la calidad de iluminación y reduce 10 veces el consumo respecto a la práctica popular. Ya han instalado más de 415 Km, 22.000 luminarias, atendiendo a más de 100.000 familias. El otro programa es el "Cero Marañas".

El cual consiste en eliminar las conexiones informales de alto riesgo e instalar medidores. Esta acción de alumbrado público es de alto impacto por sus efectos en la calidad de vida urbana. Es una manera de incidir en la seguridad, la recreación y en el uso intensivo de los espacios públicos urbanos y los de escala comunitaria. Y casi no hacen propaganda. Así se debería actuar. Mucho hacer, con eficiencia y poca bulla.



© Copyright 2009.
Cadena Capriles C.A.
Todos los Derechos Reservados
AyB 177 - 19 Marzo 2009

Ultimas Noticias | Jueves 19 de Marzo de 2009




Alejandro López Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com


El nuevo MOP y la vivienda



 
Fusionaron el Ministerio de Vivienda con el de Infraestructura y al hijo se lo bautizó con el nombre del Ministerio de Obras Públicas del siglo antepasado. Nació el MPP de Obras Públicas y Vivienda en una extraña unión, entre gallos y medianoche, y sin explicaciones. Razones hubo, por supuesto, pero sin analizar, al menos públicamente, la política y la estrategia seguida y aplicada en los últimos 10 años en lo urbano y en vivienda ¿Qué se hizo? ¿Resultados? ¿Impactos? ¿Qué había que revisar, rectificar, reimpulsar? Lo ignoramos, pero crear el nuevo ministerio y eliminar el de Vivienda requiere claridad sobre la planificación territorial, el desarrollo urbano y el alojamiento de las mayorías pobres y de medianos ingresos, que no está explicitado en el anuncio de la reorganización ministerial, lo cual se agrava porque ninguno de los "padres" (Minfra y Vivienda) fue exitoso en esos campos. Las ciudades reflejan la salud ética, física, social y económica del país, y el diagnóstico es muy malo. Entonces, ¿cómo se atenderá al enfermo? El asunto no está en la fusión o no fusión, sino en la visión y capacidad del Estado. En sus enfoques, políticas, planes, en la continuidad, distribución de competencias y recursos; en fin, en la inteligencia, conocimiento y eficiencia.

Para aportar a un debate indispensable, veamos algunas líneas de acción.

1. Formular una política de desarrollo del territorio y de las ciudades (grandes y pequeñas), por medio del Ministerio de Vivienda o de Obras Públicas y Vivienda, junto con alcaldías y gobernaciones, que incluya la previsión y ejecución gradual de grandes obras de transporte (trenes, vías), de infraestructura (presas de agua, energía, tratamiento de aguas y desechos) y de las redes urbanas de servicios, de transporte público, de recolección de basura, de espacios públicos.

2. Diseñar y ejecutar ¡urgentemente!, en todo el país, un plan masivo de urbanización de amplios lotes de tierra (con vialidad, transporte, agua, luz, cloacas, ambulatorio, preescolar, parque, mercal) para que la gente ocupe con viviendas progresivas o incluso con ranchos, de forma ordenada y planificada. Sería una alternativa frente al fracaso de la IV, y ahora de la V República, de ver el problema de vivienda como un asunto de sólo construirlas (que nunca se cumplen las metas) y de mecanismos financieros.

3. Acompañar este proceso con un plan de asistencia técnica para que la población organizada y los pequeños constructores construyan y amplíen las viviendas iniciales y los equipamientos faltantes.

4. Una estrategia de incorporación de los barrios a las ciudades, sin "maquillaje", mediante lo que la gente no puede hacer: estabilización de los cerros, accesibilidad (vialidad y transporte), redes de agua, luz y cloacas, equipamientos (escuelas, parques, mercados, ambulatorios); y dejar que la comunidad, con la asistencia técnica referida, construya las viviendas (mejoras, ampliaciones y reforzamiento sísmico).

5. Industrializar la producción, comercialización y construcción de la vivienda popular. Aspecto con experiencia en el país, que habría que analizar, evaluar y adaptar a la nueva realidad; ¿no son eso las tres R? Finalmente, ¿cuántas viviendas se construyeron por año entre 1958 y 2008? ¿Por qué no fueron más? ¿Ese es el camino por repetir? ¿Cuántos ranchos se construyeron en el mismo lapso? ¿Por qué no fueron menos? ¿Se creó el ministerio adecuado para afrontar ese asunto? Si seguimos fallando, el pueblo ¡invadirá, construirá y, de paso, se abstendrá de votar!




A los menores de edad no se les puede decir todo

Ud. perdone, Presidente, pero no entendemos. Hay algo en los cambios recientes que no se entiende. La necesidad de integrar en un solo organismo, con una sola orientación, diferentes ministerios que se relacionan fuertemente entre sí, bueno, eso puede entenderse, más aún si las perspectivas de crisis inminente obligan a afinar instrumentos de trabajo; pero no parece ser ese el caso de la absorción del Ministerio de Vivienda y Hábitat en el nuevo Ministerio de Obras Públicas.

Justo cuando, a pesar del necesario debate de opiniones, por fin se podían dar las condiciones para comenzar a corregir el cerro de errores que se han cometido en el sector de la vivienda, justo en este momento se manda para su casa al ministro Farruco y se hunde en la incertidumbre y la perplejidad a todo el sector. ¿Vale la pena someter a todo el sector a esa incertidumbre y a ese trauma sólo para abrir un posible e incierto porvenir en busca de mayor coordinación? ¿Lo que se iba a hacer en términos de organización, planificación, y ejecución en Vivienda y Hábitat se va a hacer mejor ahora en Obras Públicas? ¿O tal vez se supone que sea así, con menos personal y mejores experiencias? No sólo estas son las preguntas más angustiosas, porque el nuevo ministerio está bajo la orientación y dirección jerárquica de un compañero altamente cuestionado desde múltiples puntos de vista. Y ello abre las compuertas para toda clase de suposiciones.

Ojalá que en el seno del partido se den suficientes explicaciones. Ojalá que la discusión democrática y bien informada permita aclarar y despejar las dudas acumuladas, porque explicaciones no ha habido.

Trabajando de esa manera se trata al pueblo como a una masa de menores de edad: inmaduros, de corta capacidad de reflexión y de comprensión.

No todo se le puede decir... problemas demasiado complejos... situaciones que no se pueden explicar a todo el mundo... El pueblo es considerado un ser inferior al cual hay que conducir con los medios que son típicos de los formatos paternalistas y autoritarios.

Algo parecido con lo que ha ocurrido con los cambios recientes en el Gobierno cubano.

Se trata de un estilo de hacer política profundamente equivocado, que arrastra viejos modelos "revolucionarios" que han demostrado ampliamente su ineficacia y su negación de las más elementales virtudes democráticas, lo cual también contradice radicalmente el esfuerzo que debe hacerse para erradicar viejas malezas y abrirle camino a los vientos de la razón, de la transparencia y de la igualdad democrática.

Hay que entender que lo que ocurre en la isla es importante también para todo revolucionario honesto en el mundo. Se produce un extraño descabezamiento de dirigentes que siempre habían recibido confianza y admiración general; de repente y luego de unas insólitas declaraciones de Fidel, hay una asombrosa declaración de mea culpa que recuerda demasiado de cerca a los procesos soviéticos, cuando todos los acusados se reconocían inmediatamente culpables en el marco de un manejo vergonzoso e inmoral de la justicia.

No es así como a estas alturas de la evolución política del mundo es que se deben manejar estas cosas. En todo caso, o antes no había información, claridad y discusión democrática o ahora el procedimiento peca de arbitrario y oscuro en sus razones. Algo así pasa con los cambios recientes de aquí. No se sabe por qué, ni las razones, fuera de generalidades que nada dicen de los factores reales de poder. No le conviene a la revolución considerar al pueblo como a un menor de edad.

© Copyright 2009.
Cadena Capriles C.A.
Todos los Derechos Reservados


AyB 176 - 12 Marzo 2009

Ultimas Noticias | Jueves 12 de Marzo de 2009



 
Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé


acerasybrocales@gmail.com

Henrique Hernández


Todo el mundo muere de algo. Es inevitable. Pero la lucha de Henrique contra las tenazas del mal que lo acosó durante casi dos décadas ha sido ejemplar. Con la pertinaz tozudez que siempre lo ha acompañado y que lo caracterizaba de manera tan evidente para todos, peleó contra la enfermedad con uñas y dientes y una voluntad de acero, con la inteligencia y la paciencia del estratega que sabe retrasar su destino irremediable. Ejemplar como ha sido ejemplar toda su vida. Con una coherencia admirable, vida y obra, pensamiento y acción, HH estuvo siempre donde creía que debía estar, siempre del lado de lo honesto, de lo justo, de lo recto, del futuro, de la calidad, de la esperanza. Revolucionario sin vacilaciones. Su crítica fue un mensaje de defensa ­y de alerta­ de los cambios de estos tiempos.

Una vida de trabajo incansable, de incansable puesta en discusión de lo que pareciese obvio, una búsqueda permanente, obsesiva por la racionalidad, es el ejemplo que nos ha dejado.

Esta página queda ahora con dos escribidores. Ya su nombre no estará en el encabezado, pero hemos decidido, en su honor, que permanezca su foto.

HH ha sido un soporte, una guía, una referencia en todo lo que se ha escrito durante los años que tenemos peleando por un mundo mejor. Sus análisis críticos, hacia fuera y hacia dentro, han guiado nuestras palabras; sus argumentos señalándonos el único camino: el de la coherencia, el de la firmeza de principios, el de la fe en que es posible una sociedad más justa a pesar de todas las derrotas y de todos los tropiezos; y de todas las pequeñas miserables miserias que ensucian y entristecen los días.

HH ha realizado una labor de décadas a favor de una mayor racionalidad en el ejercicio de la construcción del espacio. La vivienda popular ha sido el centro de su trabajo, de su atención, de sus investigaciones, de sus obras. Los resultados que pudo lograr, durante varios períodos políticos ajenos a sus ideales, dieron la medida de su inteligencia y fortaleza de carácter. En la historia del Banco Obrero (BO), el equipo de Diseño en Avance, así como en muchas de sus obras realizadas, ha quedado una experiencia invalorable. Impulsó el desarrollo tecnológico, la vinculación entre la vivienda y la ciudad, la industrialización de la vivienda popular y la participación de las comunidades en la producción y construcción de la vivienda. Siempre conformando equipos y con la visión de priorizar a los pobres, sin asistencialismo, con respeto y rescate de sus saberes y capacidades, incorporándolos al proceso productivo de la vivienda y de la ciudad.

Hasta en las dos pequeñas casas, bien diferentes, que pudo construir para sí y su familia, ha quedado una enseñanza admirable de inventiva, de pasión por encontrar caminos nuevos, valiosos no por su novedad sino por la manera extraordinaria de replantear temas comunes.

Su último sueño, convertido en una bella y sensible experiencia, fue en Galipán, donde desde las desesperanzas y tragedias de un deslave infundió y templó en parte de sus vecinos una tenaz voluntad de reconstruir sus hogares con el orgullo de quienes son capaces de superar lo que creían que era un destino incierto. Allí logró que renacieran las esperanzas de sus pobladores, quienes con sus propios esfuerzos y decisiones levantaron sus nuevos hogares, no viviendas, no, sus hogares, expresiones de sus costumbres y vidas, de sus familias, de sus niños, del ambiente de ese extraordinario lugar, donde entregó sus últimos alientos de solidaridad y de amor a la vida, pero con la racionalidad y la inteligencia de quien estuvo adelantado a sus tiempos.

No lo olvidaremos nunca. Su voz y sus protestas, firmes pero llenas de cariño y densas de justicia y honestidad y respeto por las ideas ajenas, permanecerán para siempre en nosotros, en los recuerdos de todos sus amigos, colegas y discípulos.

Hace cuatro días, nuestro compañero, amigo, camarada entrañable, ha fallecido y ayer sus cenizas fueron devueltas a donde quiso estar para siempre, en el Picacho en Galipán, desde donde podrá observar Catia, donde nació. Hasta luego, amigo, seguiremos.

Biografía

Nació en Catia (Caracas, 25/10/1930) y se despidió en Galipán (Vargas, 8/3/2009). Estudió en el Liceo Andrés Bello. Se graduó de arquitecto en la UCV (1958). Hizo posgrado de Urbanismo en Londres (1959-60).



Realizó sus primeros pasos en una innovadora experiencia en desarrollo urbano y vivienda, el llamado Programa Experimental de Vivienda y la Sección de Diseño en Avance, en el antiguo Banco Obrero (BO 1960-70).

Coordinó el Taller de Diseño en la Facultad de Arquitectura de la UCV, dirigido por el maestro Carlos Raúl Villanueva (1961-69). En esa universidad, además de docente, miembro del Consejo de Facultad y perder el decanato por un voto, fundó y dirigió el Instituto Experimental de la Construcción (IDEC) y fue jefe del taller de la Maestría en Desarrollo Tecnológico.

Se jubiló como profesor titular y recibió el honoris causa (2007).



Además, recibió el Premio Nacional de Arquitectura en 1988, el Premio Nacional del Hábitat (Conavi-1994); Investigador Emérito por el Observatorio Nacional de CT e I del MPP para Ciencia y Tecnología (2008); las condecoraciones Francisco de Miranda (BO-1968), Carlos Raúl Villanueva (CAV1986), Vargas, Andrés Bello, Ciudad de Coro (1997).

Formó parte de la Fundación UCV (1982-98), fue cofundador de la Asociación para la Investigación en Vivienda (Alemo, 19832005), vicepresidente de la Corporación Mariano de Talavera (Coro 1996-98), miembro de la junta directiva del Inavi (19982004).



Entre sus obras, se destacan innumerables proyectos en colaboración.

Creyó firmemente en el trabajo en equipo, en los cuales había una alta dosis de investigación, innovación, desarrollo de conceptos y de tecnologías. El esfuerzo mayor fue en el campo de la vivienda y el urbanismo, en el desarrollo de formas de agrupar y construir conjuntos urbanos, en la innovación para usar los materiales existentes y nuevas tecnologías constructivas.

Como lo muestran los proyectos de San Blas y La Isabélica en Valencia.

También su participación en muchos proyectos de desarrollo de sistemas constructivos, de organización y racionalización de la industria de la producción de viviendas, son un aporte invalorable al sector urbano y de la vivienda en Venezuela. Ojalá se tome la iniciativa de rescatarlo.



También deja proyectos emblemáticos como el Pabellón de Venezuela en Sevilla (1992), diseñado con un colega y sus respectivos hijos. Y muchos más, como la revitalización de Coro, el Instituto de Ingeniería, el Banco del Libro, siempre en colaboración y aplicando innovaciones de diseño y optimización tecnológica.

Para finalizar su ciclo de vida, se entregó al rescate de Galipán, devastada en 1999.

Allí se hizo galipanero y con respeto, solidaridad y amor fundió una vez más el saber y las capacidades populares con su modesta experiencia.



En paralelo al combate contra el inexorable destino, fue coescritor de la página Aceras y Brocales, la cual pierde a uno de sus "Mosqueteros", como algunos lectores nos tildan con amabilidad y cariño.

Ese fue Henrique Rafael Hernández Osuna.


© Copyright 2009.
Cadena Capriles C.A.
Todos los Derechos Reservados
AyB 175 - 05 Marzo 2009

Ultimas Noticias | Jueves 05 de Marzo de 2009


Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com


Vía libre al retroceso y al efectismo

La Alcaldía Metropolitana no ha parado de hacer anuncios desde diciembre, dos programas urbanos de gran importancia por los problemas que intentan atender: el tráfico y los barrios.

Ambos programas muestran clarito la visión cosmética, superficial, banal, de pasarelas pues, que la mejor representación de la cuarta República, tiene del desarrollo urbano y de la pobreza.

El programa Vía Libre, reedición del Día de Parada y del Pico y Placa, el cual, una vez más, dirige sus proyectiles contra aquellos propietarios de un carro, que tendrán que inventar o piratear para superar la prohibición de circular un día a la semana (imaginen a los que vienen de las afueras de Caracas).

Porque otra buena parte de propietarios puede usar otro carro familiar y resolver la incomodidad. Pero en cuanto a la inmensa mayoría de la población, ni pendiente, ésta seguirá usando el transporte público, manejado por privados y algunas roscas, soportando el pésimo servicio de transporte, ignorados en el plan metropolitano. El Plan Vía Libre afronta el asunto por la vía limitativa, punitiva, a minorías, en lugar de hacerlo a través de medidas de estímulo y mejora, del transporte público para las mayorías. Por ejemplo, ya lo hemos dicho hasta el cansancio, ordenar, regular y optimizar rutas y líneas (lo que se obvia porque afecta intereses de mafias del transporte privado caraqueño).

Otras medidas claves son, impedir estacionar carros en aquellas calles y avenidas de intenso flujo vehicular y el uso obligatorio de paradas por el transporte público. Pero no, se escoge el atajo, el facilismo, el impacto efectista para desconocedores del tema, y se invierten recursos en paliativos inoportunos e inútiles, copiados de experiencias extranjeras, sin analizar las circunstancias en las cuales se aplican en otras ciudades del mundo.

Autoconstrucción con la comunidad en los barrios, es el otro programa, cuyo fin es "... recolección de basura y escombros, pintura de fachadas, demarcación y bacheo de las vías, construcción de caminerías, tala y poda de árboles... con una inversión de más de BsF 100 mil... En estas jornadas participan más de 10 brigadas..., conformadas por unos 100 hombres y mujeres... niños, quienes se están formando en planes ecológicos, pintando murales y mejorando las fachadas de sus escuelas. ... se están construyendo algunas escaleras, mejorando algunas aceras, rescatando el barrio de la presencia de tantos cachivaches, un trabajo envolvente que apunta hacia la consolidación de la calidad de vida de todas estas familias...". (ÚN 01-0309). Esto es la reedición de las campañas de maquillaje en los barrios de los años 60, 70, 80 y 90. Comprobadamente "despriorizadas", consolidadoras de la pobreza, costosas, ineficientes y evasoras de las grandes acciones preeminentes en los barrios como serían la vialidad, para permitir el pleno acceso a todos sus sectores (muchos tiene que subir hasta el equivalente a 40 pisos y en caso de emergencias ­ terremoto - no hay como atenderlos), dotación de servicios de agua potable, alumbrado público y cloacas, y construcción de los equipamientos de ambulatorios, escuelas, pre escolares, bibliotecas, parques, mercales.... También reiterado en esta página.

Conclusión, regresa lo superficial, lo efectista, se olvidan la experiencia y las prácticas exitosas, y especialmente, retorna la burda demagogia e ineficiencia.

Todo está en venta, todo se alquila


El fenómeno comercial de alquilar las fachadas de los edificios para recubrirlas con publicidad, se estávolviendo universal. Edificios pequeños, medianos o grandes, mejor si están bien a la vista de autopistas o plazas, sus dueños se desviven ­ ¡hagan su publicidad aquí, pongan sus avisos aquí, anuncien aquí...! - no importa si se trata de buena arquitectura, de obras reconocidas, poco vale que hayan recibido premios o que sean hitos visuales de nuestra urbanidad atormentada.

Todas las fachadas están a la orden del mercado y de su instrumento principal: la publicidad. Omnívora, ubicua, implacable, escandalosa, impúdica, todo lo envuelve, empaqueta, disfraza, oculta, convierte. Un lienzo interminable de colores, imágenes y mensajes, ¡compre, compre, compre!, va posesionándose de la ciudad. Insospechado es el daño que se le está haciendo al ciudadano con un mecanismo obsesivo, que va adueñándose de la memoria de la gente.

El umbral de aceptación va bajando paulatinamente. Todo es posible, tazas gigantescas, desnudos provocadores, muñecos patéticos, figuras que se desparraman por techos, ventanas y balcones... cualquier cosa que se les ocurra a los genios creativos de la publicidad en la competencia por quien grita y se agita con más fuerza.

Las víctimas, todos nosotros los ciudadanos, vamos acostumbrándonos a que eso, el omnipresente minestrón de la publicidad, es la normalidad. Lo conveniente. Lo que corresponde a la posmodernidad urbana.

Al ritmo endiablado de la metrópolis.

Grave error.

Serio perjuicio para el "sentido común" de vivir en comunidad dentro del ámbito estrecho y compacto de la ciudad.

¿Será posible que lleguemos, a pesar de este mar de consumismo que en Venezuela parece coexistir cómodamente con el naciente socialismo del siglo XXI, a tomar medidas en contra ­ simplemente control - de este atropello visual al cual estamos sometidos como ciudadanos? Otra tarea más para las alcaldías. En la ciudad de Sao Paulo, en Brasil, han tomado medidas enérgicas para evitar la invasión de las vallas.

¿Imposible en Venezuela?

Reflexiones de un lector


Nos escribe el Ing. Alberto Urdaneta sobre los cambios de usos en los municipios, indicando la oportunidad de procedimientos para la contraloría social, en el manejo del desarrollo, crecimiento y mantenimiento de las ciudades. Señala que un recuento de las anormalidades en el manejo de usos y zonificación de la tierra urbana, demuestra evidentes violaciones de los planes urbanos. Como es el recurrente cambio de zonificación en el Este y su contribución al caos y daños al conjunto urbano, fundamentado en negocios, corrupción y hasta en tontos útiles.

Dice que en Chacao, al posesionarse las nuevas autoridades electas, cerraron más de 70 negocios que operaban en zonas residenciales. Se hablaba de cambiar la ordenanza para legalizar las violaciones habidas de uso de la tierra. Ya han vuelto a funcionar algunos de los negocios cerrados ¿Con base a qué? No se sabe. Lo sustancial es que se viola la ordenanza, el plan urbano y en lo que se piensa es en modificarlo para legalizar las violaciones. No importan el caos y el daño causado ¿Para qué entonces se hacen planes? En Chacao son muchas las viviendas multifamiliares que se han hecho, y se hacen, donde había residencias aisladas. Hasta qué punto, donde se manejan montañas de dinero, se actúa ajustado a los planes urbanos o se han violado los mismos.

Habría que constatarlo.

Pero lo cierto es que se colapsa todo. Hay que discutir la necesidad de una contraloría social en el manejo de las cuestiones urbanas.

© Copyright 2009.
Cadena Capriles C.A.
Todos los Derechos Reservados

AyB 174 - 26 Febrero 2009

Ultimas Noticias | Jueves 26 de Febrero de 2009



La cenicienta



En los últimos meses, especialmente durante la campaña para las elecciones de las autoridades municipales de Caracas, se habló muchísimo de la recuperación de los espacios públicos del Distrito Metropolitano (DM).

La recuperación del Bulevar de Catia, plazas por doquiera, discursos ampulosos, retórica a mil. El patrimonio se volvió una obsesión de ciertos organismos y de ciertos sectores nostalgiosos. Cualquier clase de rehabilitación o restauración es buena y productiva, si no que lo digan los centenares de avisos publicados por el ex alcalde Barreto, gran rehabilitador de edificios privados.

Pero en la práctica el esfuerzo ha sido ínfimo. El único ejemplo ambicioso en marcha es la recuperación de Sabana Grande, que avanza coordinada por el Centro de Arte La Estancia y con el apoyo de PDVSA. Por lo demás, puras ideas y bocetos, el Taller de la Magna Eleusis de Farruco seguramente aportará centenares, más las decenas que saldrán de las oficinas municipales y de los grupos privados, siempre preocupados por el máximo progreso y la máxima lucrativa densidad.

Lo que resulta un silencio extraño, un vacío casi estruendoso, el hueco negro que faltaba, es que por ninguna parte aparece el centro de Caracas y mucho menos lo que se concibió como su médula espinal: el Parque Vargas.

Alguien dijo: "Ninguna capital del mundo tenía un centro urbano más absurdamente suburbano: el tejido de las calles y avenidas de su casco central estaba seccionado implacablemente a lo largo de 1.600 metros.

Por una autopista que atravesaba terrenos baldíos, sin aceras, llenos de basura.

Una desubicada autopista con todos sus elementos: viaductos, incorporaciones tangenciales,... protecciones, túneles, isla central, rampas, vallas.

Ninguna capital tenía un centro hecho de desolada tierra de nadie".

Algunas cosas pasaron, en 1984, la monstruosa segunda parte de Parque Central a ser construida al norte de la autopista, se descartó. Se creó en 1985 una Comisión Presidencial con Antonio Cruz, Tomás Sanabria, Juan Andrés Vegas, Fruto Vivas y funcionarios de alto nivel que aprobaron un Plan Maestro donde la autopista se volvía avenida.

La Hoyada sería la Gran Plaza Cívica de Caracas. El nuevo paseo tendría un ancho de 90 metros, con amplísimas aceras y jardines y se uniría el norte con el sur haciendo que todas las transversales pasaran por debajo de la avenida. Un sistema de movilidad peatonal uniendo plazas. En 1985 se aprobó la Ordenanza del Parque Vargas ¿Qué se hizo en los 25 años siguientes? Un proyecto del arquitecto Gómez de Llerena preveía la construcción de un corredor techado a todo lo largo del cual hoy sólo existen los tramos del Metro Bellas Artes a Parque Central y frente a la Escuela de Artes Plásticas.

Ésta fue construida a lo largo de 8 años.

En 1987 se hicieron las aceras y se sembraron algunos chaguaramos, nunca regados debidamente, ya muchos desaparecidos. Se inició la efímera Plaza de Próceres Civiles, también desaparecida, la nueva sede de la GAN, recién terminada después de 18 años, y el Museo de Grabado. Se comenzó la fachada-telón del Palacio de Justicia.

Comenzó el abandono y el deterioro. La aparición de mendigos y delincuencia.

La Hoyada se llenó de buhoneros y autobuses, que aparecen, desaparecen y vuelven a aparecer. Los terrenos sin dueño y casi sin uso empiezan a ser apetecidos por la peste inmobiliaria. Se propone la derogación de la ordenanza. El proyecto de PDUL propone eliminar el Parque Vargas para redensificar.

Para La Hoyada específicamente se hacen todo tipo de proyectos que se van hundiendo en el pantano del olvido, pero todo el mundo se olvida del resto, del verdadero Parque Vargas.

No hay ni proyectos y ni siquiera se menciona. Es el espacio público más grande y más importante del DM, pero por alguna extraña enfermedad parece haberse borrado de la historia y de la memoria colectiva, de la mente de los responsables de gerenciar nuestra ciudad. Muy bien por el Metro-Cable de La Charneca, maravillosa concepción para Sabana Grande, bonita limpieza del Bulevar de Catia, un etcétera cortico. Pero ¿qué pasa con el espacio más importante de la ciudad?


Las citas y muchos de los datos utilizados provienen de un artículo excelente de Hannia Gómez reproducido en www.analítica.com

Pequeñas grandes cosas


Nuevos tiempos. Necesarísimos. Las 3R reaparecen. Se valora el rol de los alcaldes. Se reconoce el acierto de las políticas y estrategias, y de su débil ejecución. Qué ineficiencia, corrupción e inseguridad vulneran la continuidad del proceso.

Llegó la hora de lo pequeño. Renacen esperanzas: el "proyecto Caracas Socialista" mediante importantes obras ¡Muy bien! Para ello, dos ideítas detonantes para estimular y canalizar el potencial popular.
Redefinir el espacio urbano y finalizar la creación de los consejos comunales (CC).

Unidad básica territorial de hasta 400 familias con lazos sociales y espaciales. La suma de varios CC sería una Comuna (C). Varias comunas la parroquia comunal (PC) y éstas el municipio.
Transferir poder a los CC, C y PC, mediante compromisos, competencias, organización, recursos, sede, controles, decisiones y capacidades para dirigir programas y proyectos, coordinados y enmarcados en las políticas y planes nacionales y municipales.

Además, cuatro pequeñas grandes acciones impactantes:


1. Tráfico. Hacer ingeniería de tráfico que aún se ignora (pico y placa y la endemia de "burritis" - policías acostados.- lo prueban). Hay que observar, mediante tecnologías apropiadas y en sitio, a la red de movilidad urbana y, hora tras hora, aplicar las medidas oportunas y adecuadas. Además es esencial: la señalización y demarcación vial y peatonal, ordenar el transporte de buses y motos (colores, numeración y tipos de unidades según rutas y horarios), normar y obligar el uso de las paradas, regular estacionamiento en calles (en algunas prohibirlo), normar horarios y sitios de carga y aseo urbano, agilizar procedimientos de tránsito, aplicar sanciones según falta y reincidencia.

2. Espacios públicos. Acondicionarlos y sostener su cuido. Con alumbrado, vigilancia, adaptados a variados usos, edades y clima. Llenos de detalles para atraer y recrear (juegos de agua, esculturas, laberintos, pistas). Vincularlos con bibliotecas, infocentros, ludotecas, exposiciones, deportes. Y algo básico, dispersarlos en la ciudad.

3. Policía comunal. La seguridad es, primero, un asunto vecinal. En la calle, vereda, escalera, hay un enorme potencial preventivo y de resolución de problemas. La comunidad garantiza precisión, justicia, uso eficiente de recursos, oportuna y adecuada intervención, contribuye contra la corrupción y los abusos. Además estimula el voluntariado en la vigilancia de espacios públicos, prevención, información, tráfico local.

4. Trámites. Lograr que se realicen cerca de la casa o del trabajo, y simplificarlos, todos toditos, para hacerlos en máximo una hora. Sería una macro revolución. Basta de "calvarios verdes" o mafias.

Créanlo, los cambios dependen, en mucho, de alcaldes y de las pequeñas grandes cosas.



© Copyright 2009.
Cadena Capriles C.A.
Todos los Derechos Reservados