miércoles, 13 de marzo de 2013

AyB 123 - 14 Febrero 2008

Ultimas Noticias | Jueves 14 de Febrero de 2008


Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com

Producción de vivienda y hábitat



Terrenos donde se construirá Ciudad Belén
Desde esta página siempre hemos sostenido que para llevar la producción de viviendas, infraestructura y equipamiento a niveles numéricos y cualitativos aceptables, tendrá que mantenerse por años con los aportes de las comunidades organizadas, el Estado y el sector privado. Durante años, pero con una tendencia a que la producción comunitaria vaya creciendo, y disminuyendo la estatal y la privada.

Hasta hoy, 50% de la producción de viviendas ha estado a cargo de iniciativas particulares populares, casi sin organización comunitaria y sin apoyo del Estado; esta proporción crece todos los años. El gran problema es la calidad del entorno, ya que carecen de equipamientos colectivos y servicios infraestructurales adecuados. También presentan fallas técnicas por falta de apoyo del Estado, que hacen esas viviendas vulnerables a las catástrofes sísmicas.

Un adecuado apoyo del Estado potenciaría la liberación de las fuerzas productivas populares, pero hasta la fecha este apoyo casi no existe. Por el contrario, el Estado parece encaminado a contratar empresas privadas. Esto es necesario pero no puede ser la solución del problema. Hay que abrir y expandir el frente de la producción comunitaria.

Siempre hemos insistido en que el aporte privado debería orientarse hacia la industrialización de la construcción, sobre todo de partes y componentes, sin descartar por ahora la de unidades completas de vivienda. La industrialización permitiría la producción en lapsos mucho más cortos y a precios más bajos. Pero el ministerio sigue empeñado en aplicar las viejas prácticas.

Ciudad Belén, Guarenas, por ejemplo. Se ha anunciado por la prensa que una sola empresa construirá todo el desarrollo que incluye 18.000 viviendas con sus servicios. Pero esta gran cantidad de viviendas costará cada una 165 millones (del 2007). Un precio altísimo, y por el ritmo que lleva la obra, probablemente tardará un bojote de años en terminarse.

Parece, además, que la obra no fue licitada. Creemos que este tipo de contrataciones puede ser conveniente siempre y cuando se ajuste a estrictas condiciones de precio, tiempo y calidad, lo cual puede ser logrado mediante procedimientos industrializados.

Un volumen de 18.000 viviendas concentradas en una urbanización es suficientemente grande para permitir el uso de avanzadas técnicas industriales. En este caso, el precio es muy alto y no se contemplan las variables de tiempo y calidad. Esto según la información disponible que, como siempre, es insuficiente y ambigua.

Una última pregunta ¿Por qué en un terreno tan desmesuradamente grande se prevén edificios de 5 pisos, costosos, incómodos y que impiden la flexibilidad estructural que requieren los grandes conjuntos para satisfacer las necesidades de cambios de su población?

¿Nueva política comunicacional?


Hace algunos días el Ministerio del P.P. para la Vivienda y el Hábitat publicó un aviso en este periódico que podría ser el síntoma de que algo está cambiando en su política comunicacional. Repetidas veces nos hemos quejado de la falta de información del ministerio y sus muchos entes adscritos sobre los programas de vivienda y hábitat, del completo velo que cubre sus actividades, de que es imposible conseguir cuadros estadísticos donde se den datos concretos sobre el número y tipo de vivienda o equipamiento que producen, sobre los costos e inversiones, sobre fechas de inicio y terminación, dónde están ubicadas. La dificultad o imposibilidad de conseguir los Presupuestos y Memorias.

De que en Internet, el más económico y eficaz instrumento de comunicación que existe, los sitios del ministerio y sus entes sólo tienen datos incompletos y con 2 o más años de atraso, pero sí abundante propagada directa o disfrazada de "noticias". En la citada página el ministerio da algunos datos sobre lo hecho en enero: 2.904 familias que disfrutan de una vivienda digna, 3.423 adquirieron sus hogares a través de subsidios y créditos del Banavi, 17.700 son propietarias de la tierra en que se alzan sus hogares, 25 nuevos módulos de Barrio Adentro y 20 escuelas recién terminadas. Está muy bien para comenzar. Pero el 95 % de la comunicación es propaganda.

Son cifras globales destinadas a producir impactos emocionales pero que no representan la realidad de lo que se hace. Por ejemplo, ¿son 2.904 viviendas adjudicadas aunque se terminaron hace meses, o son recién terminadas?, ¿esas 2.904 viviendas están incluidas en los 3.243 créditos y subsidios o éstos son aparte? ¿cuántos de esos 3.243 son del mercado secundario y no cuentan para reducir el déficit o son para viviendas nuevas y sí cuentan? ¿los 17.700 títulos de propiedad de la tierra son para hogares habitando en viviendas del Inavi y otros entes públicos construidas hace muchos años, cuántos corresponden a terrenos invadidos? ¿ cuáles viviendas nuevas corresponden al etéreo programa Suvi (Sustitución de viviendas por ranchos), y cuántas son casas o apartamentos?, ¿dónde están?.. Podríamos seguir preguntando. Por cierto, el Instituto Nacional de Estadística entiende por hogar las personas que habitan en la vivienda y no la edificación, por lo que el término hogar como se usa en el aviso también confunde. Pero de verdad felicitamos al ministerio y tal vez también al de Información, que estrena ministro, si ha colaborado en este comienzo de cambio, por todo lo que significa como nueva política comunicacional.

Aceras mortales


¿El contexto físico influye en el comportamiento de la gente? La realidad material de que está hecha la ciudad ¿determina la forma de comportamiento de sus habitantes? Desde hace siglos se discuten teorías y se elaboran criterios. De acuerdo a como se vea el asunto, el contexto se considera importante o secundario. Las ideas son independientes o son determinadas desde afuera: la discusión puede ser infinita.

Pero hay algo que podemos constatar fácilmente. Algo que se ha vuelto factor común de conversación. En la atmósfera diseñada y limpia del Metro, debajo de la superficie, la gente tiene otro comportamiento.

Arriba, en la mugre de la calle, es distinto. Caminemos una calle cualquiera de nuestra Caracas. Las aceras son el resultado asombroso de la superposición de eventos históricos. Cada época ha dejado sus huellas de desorden y de caos. Cada intento de arreglo ha resultado en empeorar las cosas. Entre la basura y los desperdicios, entre pedazos de cerámica de antiguos pisos y nuevos ladrillos endebles, costurones de cemento, árboles sobrevivientes, restos de postes de electricidad, misteriosos tornillos que afloran del piso, avisos destruidos o en proceso de renovación, innumerables kioscos de todo tipo, el caminante, el peatón, que ya de por sí, simplemente por serlo, es un ser inferior y vulnerable en nuestra sociedad automotriz, corre el riesgo de pisar lo indebido o de quebrarse un tobillo.

Pero sorteando peligros nuestros peatones caraqueños han desarrollado una capacidad extraordinaria para vivir incólumes o casi. Sobreviven.

Se desplazan. Hacen negocios.

Venden y compran. Realizan diligencias.

Si es cierto que el contexto físico determina el comportamiento del ser humano, ¿cómo se explica entonces que todavía haya sonrisas y sueños de emancipación? Queda por ver si no se tratará de una nueva mutación de gente superior, altamente resistente a un contexto mortal.


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