domingo, 31 de marzo de 2013

AyB 165 - 11 Diciembre 2008

Ultimas Noticias | Jueves 11 de Diciembre de 2008


Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com

La realidad y el deseo


Este es el nombre de un libro extraordinario del poeta Luis Cernuda. Tal vez podría sugerir los extremos entre los que se mueve un proceso. La imagen del futuro por alcanzar y la materialidad del hecho consumado.

Entre esos extremos hay una infinidad de niveles, pero nos limitaremos a los seis niveles más usados en el proceso: política, plan, programa, proyecto, producción, producto. Una escuela es un producto, la construcción de la escuela es producción, los planos que permiten construir la escuela son un proyecto, esa escuela es una de las 200 que se aspira a construir en un año, es decir, es parte de un programa, los cinco programas anuales constituyen un plan quinquenal. El deseo de que todos los niños deben contar con una escuela donde estudiar es una política.

De esa política se deriva el plan que fija metas y otras características generales, que serían construir 200 escuelas por año durante 5 años. Y así sucesivamente. Es una visión muy simple, pero permite ubicar con la claridad propia de los esquemas lo que queremos decir.

En junio de 2002 se aprobó la Ley de los Consejos Locales de Planificación Pública, una notable iniciativa que "corresponde a la naturaleza propia del municipio". En abril de 2006, la Ley de los Consejos Comunales que profundiza la anterior ya que precisa muchos aspectos que habían quedado algo indeterminados. Con estas dos leyes deberían haber quedado bastante claros los modos por los cuales las comunidades organizadas participan en las acciones de planificación, programación y ejecución de proyectos. El 2 de octubre de 2008, el ministro El Troudi instaló el Primer Seminario sobre la Planificación Participativa y el Poder Popular. El presidente del Fides aclaró el porqué de ese seminario, "Una revisión del funcionamiento de diversas estructuras que conforman el sistema nacional de planificación", ya que "el diagnóstico preliminar nos dice que no están funcionando adecuadamente". Así que "muchos de los proyectos de los consejos comunales no se conocen a nivel de los consejos locales de planificación, y es posible que haya proyectos de los consejos comunales, de los gobiernos estadales, locales o el propiamente nacional que puedan ser contradictorios o que compitan entre sí (....). La idea es que en los consejos locales de planificación converjan todos los actores (....) y que de allí pueda salir una planificación regional con políticas comunes de desarrollo" y al mismo tiempo se garantice que todas las iniciativas estén inscritas en el Plan Socialista de Desarrollo Nacional Simón Bolívar 2007-2013.

De 2002 al 2008 ha pasado un buen trecho. Poco a poco se han ido enderezando las cargas, sin embargo todavía falta mucho por hacer y pareciera que pasar del deseo a la realidad toma demasiado tiempo.

El Plan de Desarrollo 2007-2013 es una formidable recopilación de deseos, pero de una generalidad tal que no debería llamarse plan sino política. A este plan de desarrollo le faltan las más mínimas condiciones para ser tal: metas, por globales que sean, y tiempos, por variables que sean. Es imposible pasar de un nivel de generalidad tan grande a un nivel de singularidad tan particular como el de la planificación local inmediata. En el Capítulo V del Plan "Nueva Geopolítica Nacional", hay numerosos ejemplos: "Proteger los sistemas ambientales para conservar el agua potable y la biodiversidad...", "Disminuir la vulnerabilidad de la población tomando en cuenta las zonas de riesgo...", "Rehabilitar áreas centrales deterioradas...", etc., etc., etc., Es evidente que para pasar del deseo a la realidad hay que definir niveles intermedios, un plan que sea un plan y no una colección de deseos; que sea una enumeración bien caracterizada de programas y proyectos.

En nuestros sistemas, estos niveles prácticamente no existen ni como orientaciones ni como instrumentos de seguimiento y control social. Esta es una de las mayores causas para la ineficiencia y la falta de efectividad en la gestión pública. Hay grandes ideales, muy bien, estupendo, pero es esencial saber cómo hacer para que lleguen al nivel de realidad.

Nuestros organismos de planificación están en deuda muy negativa con la revolución y con el país. No es suficiente corear las intuiciones, a veces extraordinarias, del comandante.

Los efectos de un sismo y las previsiones de hoy

Una buena experiencia en basura con la comunidad es la realizada en el municipio Girardot (Maracay), estado Aragua. La dirige Lesly Garboza (0414-477-6428). Se inició con un financiamiento del Min-PP para la Ciencia y la Tecnología hace pocos años. Contó con el apoyo de la alcaldía y de Fundacite Aragua. Consiste en una ruta ambiental en una zona de Maracay, en la que los vecinos y la escuela participan para recoger y clasificar los desechos sólidos con el fin de reciclarlos.

Tiene un galpón de clasificación, han inventado y construido dispositivos para almacenar y trasladar la basura. Hoy, con tanta importancia que tiene este tema, es recomendable conocer y evaluar la posibilidad de transferir esta experiencia a otros lugares. Aprovechemos las buenas prácticas.

La instrumentación sísmica de los edificios es una necesidad y es obligatoria (Covenin 1756:2001, capítulo 13). Nos escribe el Ing. Salvador Safina sobre el tema. La instrumentación sísmica, nos explica, consiste en la colocación de instrumentos -acelerógrafos- interconectados entre sí, que registran la respuesta estructural ante movimientos fuertes del terreno, lo cual es esencial para verificar los criterios de análisis, diseño y constructivos de una edificación. Son equipos que requieren un espacio menor de 1 m², con poco mantenimiento. Para edificaciones entre 6 y 10 niveles, son suficientes dos acelerógrafos, y tres para aquellas con más de 10 niveles. Asimismo es recomendable instrumentar al menos una edificación en desarrollos repetitivos con edificaciones de menos de 6 niveles, o con más de 40 viviendas unifamiliares, en los distintos perfiles geotécnicos.

Es fundamental exigir la instrumentación sísmica de edificaciones importantes como hospitales, escuelas, viviendas, universidades, puentes, túneles, estaciones del Metro, Metrocable y trenes, aeropuertos, torres de Parque Central, edificios gubernamentales, cuarteles, centros comerciales y deportivos, hoteles, oficinas, etc. Asombra saber cómo algo tan importante y obligatorio no es exigido en el país. Ante un sismo, el desempeño de cada edificación estará íntimamente ligado a sus particulares condiciones y allí adquiere importancia verificar las hipótesis de comportamiento estructural empleadas.

Así como la influencia de las condiciones locales en las características del movimiento, que permitan estimar razonablemente su vulnerabilidad sísmica -predisposición a sufrir daños estructurales y no estructurales- ante futuros eventos sísmicos, que sirva de fundamento para las intervenciones en la edificación.

Tanto en la ciudad formal como en la informal se requiere aplicar profesionalismo y tecnologías para atender y prevenir los efectos de un terremoto, que vendrá aunque se ignore cuándo. Lo que sí es seguro es que sus efectos dependerán de las previsiones que tomemos hoy. ¡Empecemos!



© Copyright 2008.
Cadena Capriles C.A.
Todos los Derechos Reservados

No hay comentarios:

Publicar un comentario