Ultimas Noticias | Jueves 10 de Julio de 2008 | |
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¿Podrá el compañero Chávez con tantos monstruos?
En nuestro caso, por ejemplo, se recibe información sobre proyectos sin licitación y con sobreprecio. Al no licitar la construcción se pierde la oportunidad de seleccionador entre las mejores propuestas y se ejecutan grandes obras a costos incontrolables y sin referencias. Se habla de la entrega de anticipos sin el debido seguimiento que garantice plazos de construcción y obra ejecutada. La declaratoria de emergencia en vivienda ha sido una mampara para contrataciones dudosas. Ha sido ineficiente el control en la distribución de los subsidios (caso de los 50 millones para los damnificados). Pésimo control de la inspección de no pocas obras populares, de su calidad, costo, avances, etc. Exceso de uso de materiales de construcción de mala calidad. Proyectos de construcción aprobados sin revisiones y validaciones de sus aspectos técnicos y normativos. Basta leer la prensa diaria y ver cómo el pueblo se queja constantemente del abandono y de la mala calidad de las mismas. Los convenios internacionales se han convertido en compra de "kits" de viviendas prefabricadas sin la debida validación técnica, ambiental y económica. En otros casos, en la simple construcción de los desarrollos de viviendas, cuando aquí existe la capacidad para ello. Lectores nos escriben preguntando qué pasa con la terminación de las obras de la Torre Este de Parque Central, específicamente de los vidrios ¿Por qué no los colocan? ¿Por qué tanto misterio con las obras de las nuevas ciudades o nuevos desarrollos? En fin, son demasiadas las inquietudes y dudas que corren entre gente que cree, ha apoyado y tiene todas sus esperanzas puestas en el proceso bolivariano. Esta página está dedicada, justamente, a divulgar y debatir las cuestiones del hábitat, de las ciudades y de la vivienda. Pero estos temas están estrechamente relacionados, se podría decir que inextricablemente unidos y modelados, por las circunstancias y problemas éticos y morales que pesan grave, peligrosa y subrepticiamente, en la vida del país. Es por ello que nos permitimos ilustrar, ésta de hoy, con un llamado, una vez más, a que tomemos conciencia de la gravedad de la situación. Un llamado que va dirigido no sólo a toda la comunidad nacional sino, y sobre todo, a su máxima autoridad, léase bien, lo decimos en singular. El pueblo sufre, sabe y rechaza lo que está ocurriendo en el campo de la corrupción y de la ineficiencia. Y ello tendrá, y ya tiene, sus gravísimas consecuencias políticas si no se toman correctivos audaces, inmediatos, ejemplarizantes y contundentes contra quien o quienes sean, sobre todo si son de la vanguardia. |
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