lunes, 25 de marzo de 2013

AyB 140 - 19 Junio 2008

Ultimas Noticias | Jueves 19 de Junio de 2008


Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé

acerasybrocales@gmail.com

Fuera de escala

Se llama Programa Transbarrio. En Brisas del Panteón en San José, el Ministerio del PP para la Vivienda y la Alcaldía Mayor han iniciado el programa para trasladar 40 familias a unas residencias temporales en La Yaguara, tumbar las casas que ya tienen más de 30 años y construir unos bloquecitos iguales a los del programa estrella de Juan Barreto, es decir, los llamados Las Casitas. El proceso tardará más o menos un año. Mientras tanto, las familias vivirán en residencias colectivas, cada una en un dormitorio, con cocina y comedor común, clases dirigidas para los niños, tres comidas seguras al día y otras facilidades. Según la información publicada, el costo total es BsF 24 millones, es decir, en bolívares viejos, 600 millones cada apartamento. No se aclara si allí se incluye el monto del mantenimiento de las familias durante el año del proceso. Aún así, el valor de los apartamentos andaría por los 550 millones de bolívares viejos. Un precio mucho más arriba de las nubes.

Pérez Jiménez instituyó un plan igual: ¡Guerra al rancho! En los cincuenta, tuvo lugar el programa Cerro Piloto. Inspectores pasaban por cada casa del cerro (donde actualmente está el 23 de Enero) y le daban Bs. 500 y tres días a cada jefe de familia para desocupar la casa. A los tres días, tractores apoyados por fuerzas armadas arrasaban las viviendas. El cerro quedó limpiecito y se construyeron los edificios del 23 de Enero. Al caer Pérez Jiménez, el cerro se repobló en un dos por tres con nuevas viviendas populares. Este tipo de programa no sirve para nada. Es igual al Suvi, el programa de sustitución de viviendas por ranchos. Primero, porque cuantitativamente es insignificante, porque por cada vivienda (llamada despectivamente rancho) que se sustituye aparecen por lo menos cinco nuevas viviendas (también llamadas despectivamente ranchos). Segundo, porque no se liberan suficientes terrenos para construir los equipamientos y servicios que realmente necesitan los pobladores de los barrios, eternamente excluidos y marginados.

Tercero, porque el Gobierno se empeña en hacer lo que la gente hace normalmente, es decir, mejorar sus casas, y se empeña en no hacer lo que la gente no puede hacer: escuelas, centros comunales, calles, acueductos, etc. ¿Cuándo se definirá y aplicará una política de vivienda adecuada y destinada a la solución de los grandes problemas?


¡Increíble pero cierto!


Allí están reunidos todos los ingredientes de la idiosincrasia adeca, la del más alto rango y de la mejor calidad, la que todos recordamos como típica del largo período de la democracia puntofijista y que, por lo visto, sigue dominando la escena cultural del país.

La información periodística ha recogido, no sin guiños irónicos, la noticia de la construcción de un conjunto de "pirámides mayas" que la Alcaldía Metropolitana, gracias a la imaginación y los esfuerzos denodados de la hermana de Barreto, está levantando desde hace un año en la autopista Valle-Coche, justo en el medio de las dos vías, en un terreno utilizado para abandonar desechos del asfaltado.

Todos los ingredientes: lo absolutamente inútil del asunto en sí, la copia ridícula de la pirámide del Louvre, la admiración por la supuesta trascendencia mágica de las formas piramidales, la referencia a una teoría seudocientífica –que nadie ha respaldado seriamente– de la presencia de la cultura maya en Venezuela. Finalmente, la acumulación de monumentos y monumenticos de caciques indígenas, sin la menor referencia histórica o aparato museístico.

Monumentos chambones, de mal gusto y mal concebidos, derroche de dinero sin verdadero compromiso con la cultura, y todo ello, además, ubicado en un sitio de una autopista que ni siquiera tiene acceso peatonal porque, como es lógico y por decisión de las autoridades responsables, "está en una vía expresa y es peligroso que entre o salga gente de ahí".

El lamentable mamotreto cuesta un millardo de bolívares fuertes, que hubiera sido mejor invertirlos, por supuesto, en varios CDI que están sin terminar. Pero, está claro, este monumento a la cultura adeca que sobrevive gloriosamente en la V República y flota en las alturas del poder no podían de dejar de ofrecérselo a la mirada asombrada de los pobres automovilistas que se calan las colas de todos los días en la autopista de El Valle.

Por ahí circula un CD con una conferencia que dictó el alcalde de Medellín cuando estuvo en Caracas hace un tiempo.

Quien la oiga queda literalmente sorprendido por la precisión de los conceptos, por el rigor de la metodología, y naturalmente por la efectividad de los resultados. Con un sentido impactante del compromiso social del poder y con un respeto inmejorable por los derechos de la población más humilde, el alcalde ha logrado convertir a Medellín en un ejemplo mundial de desarrollo democrático.

Nuestros alcaldes y gobernadores, y en general todos los funcionarios del Estado, deberían aprenderse de memoria el fulano CD.

Tal vez pudiere servirles para no cometer tantos disparates patéticos.

Muchos por qué sin respuesta (por ahora)


¿Por qué tanta incertidumbre en vivienda? ¿Por qué no se explica la salida de la ministra de Vivienda? ¿Por qué no se dice si fue por ineficiente o por otra causa, la de verdad, verdaíta? ¿Por qué la sacan sin designar a alguien del sector, con experiencia, conocimientos comprobados y con capacidad de organizar un equipo que adelante una audaz política y una estrategia socialista de desarrollo urbano y vivienda? ¿Será que la política es correcta y la ministra se equivocó? ¿O que la política está errada y la ministra la quiso cambiar? ¿Por qué tanto fracaso? ¿Por qué no se cambia la estrategia errática hasta ahora aplicada? ¿Dónde está la política de entregar poder al pueblo en la construcción de viviendas? ¿Por qué lo que priva en vivienda es de la IV República? ¿Por qué una política socialista de desarrollo urbano contrata con privados, sin licitación, a costos cada vez más altos que ni la inflación justifica? ¿Por qué tanto misterio con los contratos de algunas ciudades? ¿Por qué hay contratos con supuestos anticipos altísimos y no han comenzado obras? ¿Por qué se rumora tanto sobre un supuesto 20% en los contratos? ¿Por qué los amigos chinos, cubanos, iraníes, bielorrusos y uruguayos hacen lo que sabemos y podemos hacer en vivienda? ¿Por qué nos venden tecnología si ya la tenemos, y buena? ¿Por qué construyen ciudades y urbanismos si lo sabemos hacer, y bien? ¿Por qué diseñan nuestras ciudades si tenemos talento para hacerlo, y muy bien? ¿Por qué no sólo nos asesoran e intercambiamos experiencias? ¿Por qué no creemos ni usamos nuestras capacidades en vivienda? ¿Quién decidió que Venezuela es incapaz en desarrollo urbano y vivienda? Sí, ¿quién lo decidió?

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