lunes, 18 de marzo de 2013

AyB 132 - 24 Abril 2008

Ultimas Noticias | Jueves 24 de Abril de 2008


Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé

acerasybrocales@gmail.com

Invasiones en primera página, ¿y nada pasa?

El jueves, viernes y sábado pasados, el diario Últimas Noticias destacó en primera página fotografías de invasiones en La Rinconada, El Ávila y en el Parque Universal de la Paz. Impactante.

Es un alerta constructivo sobre la muestra más contundente de la carencia de un enfoque y una política eficaz de desarrollo urbano y vivienda. Esperemos que esta iniciativa de ÚN aporte para rectificar y reimpulsar una nueva estrategia urbana y habitacional. Es hora de cambios radicales en este tema –sí, radicales– para entender por qué a pesar de los esfuerzos, recursos y prioridad que el Presidente le da a la vivienda, todavía la política aplicada es curativa y descuida lo preventivo. Es decir, se va detrás del problema, resolviendo emergencias, damnificados, sustituyendo viviendas precarias y dotando de servicios insuficientes, costosos y conflictivos a zonas invadidas.

Eso también hay que hacerlo.

Cierto. Es indispensable atender a las familias que viven en pobreza. Pero la clave está en entender que la capacidad de atención es menor que la demanda de necesidades. Por lo tanto, esa brecha la satisface la población tomando el cielo por asalto, perdón, construyendo los mal llamados ranchos donde puedan, pero cerca de fuentes de empleo, servicios, equipamientos, como son las zonas alrededores de las ciudades.

Anualmente, se invaden terrenos en el país equivalentes al área que ocupan ciudades como Barcelona-Puerto La Cruz o como Ciudad Guayana. Consecuencia de anteojito: el Gobierno pone todo para resolver el problema, pero al no satisfacer la creciente demanda, hay nuevas invasiones urbanas precarias, a las cuales nuevamente hay que atender.

Espiral viciosa. ¿Qué pasa? "Sacamos el agua del sótano, pero no resolvemos la fuente que lo inunda". Esta página ha sostenido que la prioridad es la producción masiva de tierra urbanizada y apoyar a la gente para las viviendas. Ni se prueba que estamos equivocados ni se asume una opción mejor. Se repiten las fracasadas, hartamente demostradas, políticas del pasado.

Es inconcebible que se ignore el llamado de quienes, dentro del proceso, piden a gritos que paren el rumbo actual en vivienda, porque la nave se encamina al vacío. La vivienda es un problema demasiado serio para creer que es un asunto de construir casas. La gente siempre resolverá, a su manera y dentro de sus limitaciones, la incapacidad de respuesta oficial. Pero también puede ser que decida cambiar de Gobierno. La vivienda es una necesidad muy sensible que da para eso y más.

¿Será que hay quienes no se han dado cuenta o eso es lo que quieren? ¿Se conoce el alto costo social, económico y físico que significa el desarrollo y crecimiento de las ciudades bajo la lógica de las invasiones espontáneas? Pues es el momento de averiguarlo y de actuar con valentía, premura, eficacia y delante del problema.


Petrocasas polémicas


Hemos recibido algunas quejas acerca del contenido de nuestro último artículo (ÚN, 17/4/08) sobre las petrocasas. Una de ellas también apareció publicada en Aporrea. Compañeras y compañeros sin duda bien intencionados y convencidos por la fuerza de los hechos, de la gran trascendencia que representa la iniciativa de Pequiven de convertir el petróleo en viviendas, se han sentido irritados y molestos por nuestras críticas.

Adelantamos de una vez nuestras excusas en lo que se refiere a la imprecisión de nuestra información. Además de las petrocasas de Guacara (Car), sí están presentes algunos servicios indispensables. Cuando lo visitamos no estaban.

La biblioteca, el consultorio, la escuela, el parque, los galpones para actividades productivas, etc., nos desmienten ahora.

¡Magnífico! ¡Felices de saberlo! Porque sin esos servicios nunca podríamos aspirar a que se pudiera hablar de un hábitat, esto es, de un conjunto de viviendas que constituye una realidad social nueva, completa, satisfactoria en todo sentido, desde el trabajo, la educación y el deporte hasta la asistencia a la salud. En este aspecto, reconocemos nuestra pasada carencia de información y somos los primeros en felicitar a las y los compatriotas que han participado en la labor de levantar estas nuevas comunidades.

Sus habitantes están dando pruebas concretas de que es posible ir hacia el socialismo, paso a paso hacia un mundo mejor. Y Petrocasa confirma en los hechos una aspiración de convertir el petróleo y el gas en circunstancias útiles para el pueblo. Cuando se habla de política humanista, a eso es preciso referirse. Pero otro gallo canta cuando se trata de la calidad de diseño funcional de las casas en sí. Y volvemos a insistir: podrían ser mejores si en ellas se incorporara la experiencia de la arquitectura nacional.

Desde la de Carlos Raúl Villanueva y Fruto Vivas hasta los jóvenes arquitectos que han producido las universidades.

Sería fácil demostrar las carencias de flexibilidad, de adaptación a la vida real y a las costumbres de nuestro pueblo, del respeto por las condiciones ambientales y la falta de aprovechamiento de las características del material, incluida la ausencia de imaginación creadora en el diseño de conjunto.

¿Que el punto de partida es prometedor? No lo discutimos.

¿Que las casas podrían ser mejores? Lo ratificamos. No nos parece que ello sea un crimen.

Lo que sí nos parece un grave error es no escuchar sino lo que uno quiere oír. Y rechazar la crítica descalificando a priori. De intolerancia ya tenemos bastante con la de la oposición.


Jorge Rigamonti



Otro excelente arquitecto, Jorge Rigamonti, nos ha dejado la semana pasada. Queremos recordarlo hoy. Y en especial quisiéramos recordar unas cualidades como las suyas que, aunque parezca paradójico, ya no aparecen con tanta frecuencia en la obra y en la actitud profesional de los arquitectos. La pasión por la arquitectura, en primer lugar, bien lejos del ejercicio profesional gerenciado como un negocio mercantil, por el sentido ético que impulsa a producir siempre lo mejor posible, en un reto implacable. Y que hace que cada proyecto, aún el más menudo y modesto, sea siempre una batalla por el éxito de la razón humana y de la belleza. En segundo lugar, la responsabilidad por el proceso constructivo, por el acto creador que estriba en saber construir, conciencia aguda de que no hay arquitectura de papel, sino pesos y fuerzas que hay que vencer.

Inteligencia profunda de la realidad del proyecto, ingenio y astucia del espacio. Jorge las poseía a plenitud. Ahora que ya no está con nosotros, es una lección más para no olvidarlo.

TOME NOTA La Carlota será el tema que Aceras y Brocales conversará con José Vicente Hoy, este domingo 27 de abril a las 10 AM por Televen.





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