AyB 108 - 25 Octubre 2007

Ultimas Noticias | Jueves 25 de Octubre de 2007

Henrique Hernández / Alejandro López /Juan Pedro Posani / Alfredo Roffé acerasybrocales@gmail.com Construir y destruir monumentos Desde los tiempos más remotos la humanidad ha construido monumentos. Lo que las distintas sociedades humanas, en su momento histórico, han querido recordar, se ha simbolizado en artefactos con diferentes formas -estelas, columnas, estatuas, bustos, bajorrelieves, arcos triunfales, placas, mármoles, piedras, bronces-, pero todos tienen en común la idea de que se recuerdan y se exaltan valores que se respetan o se quiere que se respeten. Y desde tiempos inmemoriales la humanidad, así como ha erigido monumentos también los ha destruido. Desde Akatón el dios egipcio, hasta las estatuas de Stalin y Lenin y, más recientemente, las de Sadam Hussein, monumentos que se levantan y monumentos que se tumban. En nuestra historia también se recogen episodios análogos: Guzmán Blanco y Colón son prueba de que la lucha por fijar en piedra valores comunes y públicos es una lucha compleja y permanente. Esta vez, sin embargo, no es en piedra sino en una simple lámina de vidrio lo que se ha querido recordar. Y lo que se ha querido destruir. Es tremendamente sintomática la acción destructiva del recordatorio del paso del Che por los Andes venezolanos, que el Ministerio del Poder Popular para la Cultura quiso dejar en el estado Mérida. Y la comparación que se ha hecho inmediatamente con el episodio de la estatua de Colón, no hace sino acentuar y destacar lo esencial: ¿de qué valores estamos hablando? ¿cuáles son los que queremos recordar? ¿Los negativos del genocidio, de la esclavitud y la destrucción ignorante y ciega, de la avidez sin medida por el oro y la plata, o los positivos de la inteligencia y la cultura, de la lucha heroica por la emancipación de la humanidad, del sacrificio generoso? Porque el asunto no estriba en consignar acontecimientos, independientemente de su significado cultural o político. Si fuera por eso, sería tan legítimo recordar a Hitler como al Holocausto judío. Ahí están los valores y los contravalores. Ahí es donde y cuando se define la gente. Lo demás es hipocresía que oculta lo esencial. Matemática impelable Ojalá divulguen el plan de desarrollo urbano y vivienda de 2008 para contribuir con su fortalecimiento y aplicación. Por ahora, la prensa reseña que el proyecto de Ley de Presupuesto (2008) estableció Bs.F. 2,7 millardos (Bs. 2,7 billones actuales) para el Ministerio de la Vivienda (ÚN 20-10-07). La meta para ese año se dice que es de 100 mil viviendas nuevas. Además hay noticias aisladas sobre las ciudades Belén en Guatire (Mir) para 18 mil viviendas (10 años), Caribia o Camino de los Indios en Vargas para 800 familias (primera etapa), Puerto Quezandal en Borburata (Car) para 5 mil viviendas (4 años), etc. ¡Ah! las disparatadas 620 viviendas en La Carlota. Pero no se oye nada sobre las posibles 12 mil en Macarao, al oeste de Caracas, donde el Inavi posee terreno (aparentemente se lo robaron o se hundió pues nadie lo busca). Total, hay ideas y proyectos. ¡Muy mal! porque existen buenas intenciones pero poca información y menos claridad en cómo mover al sector productivo de la construcción. Por otra parte, las viviendas que se están construyendo tienen unos 75 m² de área. Si estimamos un costo de Bs. 840 mil/m² (sólo la vivienda), con 2,7 billones se pueden construir cerca de 43 mil de 75 m² c/u. ¿Quién y cómo se construirán las otras 57 mil? Fácil, la gente invadirá terrenos, edificios o viviendas en construcción, trancará vías y sedes de entes públicos, construirá en zonas de alto riesgo para ser beneficiario prioritario, se arrimará a ocupantes calificados como damnificados o de viviendas en riesgo, y por tanto de tratamiento urgente, "se hará muy pobre" para acceder a listas, pero los más invadirán, porque es su respuesta ante la escasa oferta y profusas promesas. ¿Dónde están las 79.108 viviendas a terminar en 2007 que anunció el ministro (12-04-07) y las 10.793 casas uruguayas y las 20 mil chinas que anunció el 22-1106? Si el ministerio cambiara su enfoque y empezara un plan masivo de urbanización de tierra con servicios y equipamientos urbanos, con viviendas de "desarrollo progresivo" (hay información y experiencia disponible) en el cual se otorga la parcela como subsidio (200 m²); la casa básica de 40 m² por ejemplo en su primera etapa, pero con el proyecto de ampliación progresiva a posterior por los beneficiarios, que se financia con ahorros comunitarios más créditos públicos blandos y asistencia técnica, entonces habría una política incluyente, democrática, equilibrada, justa, porque se puede atender a muchos más, dándoles la "semilla" y valerse, además, de sus esfuerzos y ahorros. Al disponer de abundante tierra urbanizada, la gente tiene la esperanza real de construir su casa en un corto plazo según la producción pública de urbanismos al año. De esta forma el Estado asume la adquisición de tierra, la urbaniza y entrega una vivienda básica; a partir de allí, la población capacitada y comprendiendo la equidad social construye la ampliación (casa) con sus propios recursos y asistencia pública. El Estado siembra la "semilla" y la colectividad la cuida y la hace crecer y florecer. Perdamos el prejuicio de dar poco a muchos, la gente necesita la base, el resto lo hace con su capacidad. Si no, seguiremos en el círculo vicioso de prometer vivienda y crear cada vez más desesperanza. Reformulamos la política actual o estimulamos el merecido descontento de cada vez más gente. Viviendas de rotación en La Carlota ¡no! Se intenta justificar la construcción de las 620 viviendas calificándolas de rotación para personal de investigación (¿o ¿militar?), que prestará servicio en las instalaciones que se desarrollarán en La Carlota. ¿Por qué no se plantea entonces una residencia o un hotel pequeño? ¿Por qué no se promueve y fortalecen los hoteles o posadas urbanas aledañas como las que hay en la urbanización Los Palos Grandes? ¿Por qué justificar lo injustificable? © Copyright 2007. Cadena Capriles C.A. Todos los Derechos Reservados