domingo, 31 de marzo de 2013

AyB 182 - 30 Abril 2009

Ultimas Noticias | Jueves 30 de Abril de 2009



Los barrios

Henrique Hernández Alejandro López Alfredo Roffé


acerasybrocales@gmail.com

Chávez arquitecto ¡Sorprendente! Durante la inauguración de la fábrica de madera sintética en Guacara (Car), el Presidente criticó el movimiento de tierra para un conjunto de "petrocasas" cercano a la fábrica. Antes, junto con los ranchos, había allí una vegetación frondosa, la cual fue devastada para "limpiar" el terreno y construir en "orden cerrado" unas filas de casas sin ninguna gracia ni razón. Chávez resaltó lo grato que pudiera ser un conjunto de viviendas con calles sinuosas y arboladas. Una vez más el Presidente da ejemplo de racionalidad y sindéresis de la cual carecen, hasta el asombro, los que diseñan las urbanizaciones populares.

Sería útil que él les diera a los "petrodiseñadores" una clase de nivelación de conocimientos, por ejemplo, de diseño de conjuntos.

Pero no contento con ese detalle, les sugirió a los "petrocaseros" que construyeran un conjunto de edificios en Fuerte Tiuna (pudiera ser en otra parte, decimos), para trasladar provisionalmente a las familias de un sector de barrio cercano, por ejemplo de Los Jardines del Valle.

Una vez mudadas esas familias a las nuevas viviendas, el sector desocupado en el barrio se estabilizaría, se construirían los accesos, servicios y equipamientos y se edificarían nuevas viviendas, a las cuales regresarían las familias antes desplazadas. Los barrios tienen una naturaleza y un patrimonio que debe respetarse. No se debe pensar en "caída y mesa limpia". Hay que rehabilitarlos para generar los espacios necesarios para resolver sus carencias y reconstruir los lazos sociales establecidos. Y así iniciar un proceso continuo de mejoramiento de aquellos sectores urbanos deteriorados y sub utilizados, sean barrios informales o zonas decadentes. Segunda clase magistral. El que tenga oídos que...

Los barrios tienen sus propias soluciones. Caracas está conformada por extensas áreas de cerros donde habita cerca de la mitad de su población. Así que para planificarla e intervenirla, los barrios en pendiente son "un dato (importante) del problema". Cada vez que se recorren esos sectores se evidencia la proliferación permanente, sin parar, día tras día, año tras año, de nuevos asentamientos, de más ranchos, de nuevas familias invasoras, de nuevos problemas, de nuevas necesidades de servicios y equipamientos.

Cualquier gestión urbana local, regional o nacional, debe estudiar con profundidad qué y cómo actuar en los barrios. Por ejemplo, se podría pensar en adelantarse a las invasiones. Hacerlo mediante la construcción de viviendas y equipamientos en sectores que están siendo invadidos, por supuesto bajo las previsiones geológicas, económicas, sociales y físicas pertinentes. Ello con el fin de frenar o minimizar la invasión y ofrecer vivienda adecuada y oportuna a la demanda. Estas intervenciones tendrían dos metas claves. Acompañarlas de un diseño, adecuación y nuevas vías de circulación que conecten a las nuevas áreas desarrolladas con la ciudad y al mismo tiempo resuelvan las carencias de accesibilidad de los barrios circundantes. Así se iría conformando una red o malla de calles de "montaña" conformando circuitos viales para integrar los barrios entre si y a la ciudad. Lo segundo es construir equipamientos para servir a la nueva población a asentar y a la existente en las zonas cercanas.

Son acciones que requieren de grandes inversiones y tiempo, pero parecieran ser indispensables y acertadas. Otra posibilidad es ignorar el asunto. O también creer en "pajaritos preñados", perdón, en creer que la gente a motu propio se mudaría de las grandes ciudades a la provincia.

 

Pitiyanquismo


Los pitiyanquis utilizan la expresión "nou jau" en diferentes momentos y con diferentes fines. Era típico de la mentalidad capitalista salvaje el poner el "nou jau" como condición indispensable. Se exigía para dar empleo que el presunto trabajador conociera el "nou jau" del trabajo al cual aspiraba.

La lógica de clase era implacable. Los más preparados, con más sabiduría para hacer cosas, evidentemente provenían de las clases más altas y habían tenido oportunidad de educarse y aprender. El "perraje" por supuesto no tenía oportunidad de educarse y estaba condenado por adelantado a los trabajos más duros y peor pagados dentro de las escalas salariales, trabajos para lo que no se necesitaba ninguna habilidad y ninguna experiencia.

Con el socialismo esta situación cambia radicalmente. Cada individuo tiene la oportunidad de educarse y adquirir habilidades que le permiten efectuar un trabajo. Desaparece la antinomia entre trabajo manual y trabajo intelectual. Cualquier persona estaría en posibilidad de desempeñar cualquier función ya que tendría la oportunidad de aprender como hacerlo, en perfecta igualdad de oportunidades y derechos. Esta sería la situación en el socialismo socialista, es decir en el socialismo utópico. Pero históricamente lo que conocimos fue el "socialismo real". Las responsabilidades y los poderes para actuar que deberían ser asignados según los conocimientos y las capacidades de las personas en la práctica real eran asignados a las personas amigas, leales, fieles, sumisas, aunque carecieran de los conocimientos necesarios para ejercer los cargos.

En los diez años cumplidos por el proceso revolucionario el sector vivienda y hábitat no ha conocido las bendiciones del socialismo socialista sino las limitaciones del "socialismo real". El Comandante Chávez, máximo líder del proceso, no se cansa de repetir sus consignas contra la ineficiencia, contra la corrupción, de repetir su grandísima preocupación por la escasez de viviendas y el escasísimo éxito en el desarrollo urbano. Inclusive en su impaciencia por ver resultados sugiere programas y metas que no siempre son los más factibles ni los más adecuados. Pero la estructura del gobierno, en este sector, sigue sin responder. En diez años han debido formarse suficientes profesionales, con suficientes conocimientos y suficientes experiencias como para adelantar la acción del gobierno revolucionario por vías más eficaces, más productivas, que de una u otra manera, hay muchas maneras, contribuyan de manera importante a satisfacer las múltiples y crecientes necesidades de la población del país en esta materia. Tenemos dadas todas las condiciones y satisfechos todos los requerimientos, los ideales y las metas están claros ¿Será posible que esté llegando el momento anhelado de salida del marasmo y del inicio de una razonable era en la construcción de la ciudad y la vivienda socialistas?



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